Creo que esta película está hecha únicamente para entendidos, o eso me parece a mí. Porque lo que es yo, no me he enterado de lo que me quiere comunicar. Sólo he tenido sensaciones estridentes, y pensamientos erráticos. Planos cortos, presumibles recuerdos del personaje, que no veo con claridad, y me llevan a imaginarme la historia como mejor me parezca, pero que no me comunica nada con claridad.
Si lo que pretenden es tenerte enganchado hasta el final esperando entender algo, lo han conseguido.
Ni siquiera me da para pensar. Ni la veo entretenida. Se adueña de mi tiempo a la espera de entender qué me quiere contar, y llega al final sin conseguirlo.
Observo que en este mundo tiene que haber de todo. Lo siento por el actor, porque en la próxima película suya me pensaré si verla o no.

Me ha sorprendido la veracidad y crudeza con que se trata todo: colores, ambientación, vestuario, actuaciones...
Supongo que las personas que hayan vivido una situación parecida, vivirán la película de forma distinta al resto.
Ha logrado mi atención permanente durante toda la proyección. Tal como si estuviera viviendo yo mismo todos los acontecimientos. Tenía mis reparos en ir a verla pensando que sería una película más de guerra, de esas que se recrean en violencia y destrucción. Pero no. He sentido un fondo con un halo de verdad y sinceridad que me ha gustado. "Una medalla es sólo un trozo de latón...", "No quiero volver a casa por miedo a no poder volver de nuevo a las trincheras...", "...me has salvado la vida. Ya tienes una medalla asegurada".
Muerte y vida todo danzando en armonía. Realidad y fantasía al mismo tiempo. Dolor y esperanza...

Me han encantado los actores. Unos más que otros. Pero la frescura de diálogos y actuación de la niña, Blanca, en combinación con los del abuelo y resto de familia, me ha parecido genial. Me ha sorprendido el final, que no me esperaba así, y que me ha agradado. Risas y llanto al acabar. Agridulce y veraz. El final, sentimental y agradable.
Todo un acierto.