Haz click aquí para copiar la URL
You must be a loged user to know your affinity with Pau Hernández
Críticas 9
Críticas ordenadas por utilidad
Críticas ordenadas por utilidad
7
27 de julio de 2024 2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Una noche con Adela" es una película que te agarra por el cuello desde el primer fotograma. Rodada en planos secuencia durante una noche de auténtica locura, la historia nos mete de lleno en la vida de Adela, interpretada de forma brutal por Laura Galán, una mujer que curra en el turno de noche como conductora de un camión de basura en Madrid. Adela carga con un comportamiento psicopático, producto de un trauma del pasado, y esa noche ha decidido ajustar cuentas de una vez por todas con quienes la convirtieron en lo que es.

Adela, que se hace llamar Ariel para llamar a un programa de radio nocturno, tiene un plan más calculado que un reloj suizo y no va a dejar que nada ni nadie se interponga en su camino. La tensión sube como la espuma mientras Adela se pone hasta las trancas de alcohol y drogas, a pesar de los intentos estériles de disuasión de la locutora del programa, intentando sacarle qué va a hacer y convencerla de que no cometa ninguna barbaridad.

Laura Galán se abre y se desnuda (en todos los sentidos) ante la cámara, ofreciendo una actuación cruda y poderosa que le da una dimensión humana a su personaje, a pesar de sus acciones extremas. La ambientación de un Madrid gélido y deslucido añade una capa adicional de desolación y desesperanza a la trama.

"Una noche con Adela" es una bofetada valiente a los convencionalismos y a la corrección política, una película que desafía y sorprende. Con una narrativa audaz, Hugo Ruiz ha creado una obra que no deja indiferente. Es una película recomendada para aquellos que buscan emociones fuertes y nuevas experiencias cinematográficas en un panorama dominado, muchas veces, por la insipidez y la dulzura empalagosa.
22 de julio de 2024 2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Decía Jean-Luc Godard que una película debía tener un principio, un medio y un final, pero no necesariamente en ese orden. Esta filosofía se ve reflejada en "Solo las bestias", del guionista y director Dominik Moll, ("Harry, un amigo que os quiere"). Moll adapta la novela de Colin Niel en una trama compleja y no lineal que juega con nuestras percepciones y expectativas.

A primera vista, "Solo las bestias" parece una simple historia de misterio: cinco personas están implicadas en la muerte de una mujer en el sur de Francia. Sin embargo, Moll nos arrastra a un viaje más profundo, revelando las oscuras debilidades humanas que impulsan los eventos. Cada personaje tiene su propio arco, y a medida que la narrativa salta de uno a otro, la trama se enreda cada vez más. Estos saltos temporales y cambios de perspectiva podrían resultar confusos, pero Moll maneja el guion con precisión, y cuando llega la última escena, todo encaja con tal precisión que solo puedes aplaudir.

La película no se limita a un solo escenario; su misterio se extiende a dos continentes, agregando capas de intriga y suspense. Moll nos mantiene al borde del asiento con cada giro inesperado, tejiendo una historia que es tan absorbente como compleja. El resultado es un relato cautivador que no solo entretiene, sino que también nos hace reflexionar sobre la naturaleza humana y las consecuencias de nuestras acciones.

Podría decirse que "Solo las bestias" es una exploración de cómo las debilidades y deseos humanos pueden llevar a consecuencias devastadoras. Cada personaje, consciente o inconscientemente, contribuye al trágico desenlace, y es esta red de decisiones y errores lo que la hace tan fascinante. Con su habilidad para darle sentido a una trama intrincada y su capacidad para mantenernos intrigados hasta el final, Dominik Moll ha creado una obra que confirma la validez de la noción de Godard: el orden cronológico no es necesario para contar una gran historia.
13 de septiembre de 2024 1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ambientada en un Helsinki industrial y empobrecido, esta comedia romántica minimalista sigue a Ansa (Alma Pöysti) y Holappa (Jussi Vatanen), dos seres atrapados en la rutina de sus existencias. Ella, una trabajadora de supermercado, siente el peso de los espacios vacíos en su hogar. Él, un trabajador metalúrgico, se refugia en tragos furtivos para escapar de la monotonía.

Uno de los elementos más cautivadores de Fallen Leaves es la atención minuciosa que el director presta al espacio sonoro y visual. Las habitaciones no solo son escenarios, sino personajes en sí mismos. Desde el eco vacío de un apartamento diminuto hasta el zumbido perpetuo de una fábrica, Kaurismäki utiliza estos ambientes para crear una atmósfera en la que lo trivial se vuelve trascendental. Las escenas, bañadas en tonos apagados y luces cálidas, son un homenaje a la simplicidad y a los pequeños detalles que conforman la vida cotidiana. La escena en la que Holappa dormita en una parada de autobús mientras un destello de luz pasa sobre él encapsula la esencia de la película: la poesía de lo mundano. Aquí no hacen falta grandes gestos o diálogos profundos, porque el cineasta entiende que la emoción más genuina surge de la sutileza.

La actuación de Pöysti y Vatanen es magistral en su contención. Aunque ambos personajes mantienen una expresión casi robótica, sus interacciones están cargadas de una tensión emocional que va creciendo con cada encuentro. Los silencios entre ellos hablan más que las palabras, y la esperanza de Ansa por un futuro con Holappa se siente con una fuerza casi palpable. La mirada de ella lo dice todo: en un mundo difícil, aún queda espacio para soñar.

En definitiva, Fallen Leaves es un triunfo cinematográfico. Kaurismäki demuestra, una vez más, que no se necesita grandilocuencia para crear una obra conmovedora. Su habilidad para encontrar belleza en la simplicidad y para hablar de lo universal a través de lo pequeño es lo que hace de esta película un verdadero poema visual.
28 de julio de 2024 Sé el primero en valorar esta crítica
Alberto Ammann y Bruna Cusí interpretan a Diego y Elena, dos inmigrantes que llegan a Nueva York desde España, sin imaginar que el aeropuerto será el escenario de una pesadilla que transformará sus vidas. Primero siendo dirigidos a una sala de espera, solo para ser llevados más adentro, a las entrañas del aeropuerto, donde se les somete a extenuantes interrogatorios. Los interrogadores utilizan métodos cada vez más insidiosos, enfrentándolos y manipulándolos, revelando complejidades ocultas en su relación. Aquí, la dirección de los realizadores, Rojas y Vasquez brilla al extraer cada gota de estrés y ansiedad de los procedimientos burocráticos, utilizando recursos mínimos para maximizar el efecto dramático. También las actuaciones de los dos protagonistas son extraordinarias, cada uno desmoronándose de manera creíble y desgarradora ante nuestros ojos.

Pero "Upon Entry" no solo funciona como un thriller claustrofóbico de primer nivel, sino también como una crítica al sistema de inmigración estadounidense. La película expone con crudeza los abusos de poder por parte de las autoridades y la fragilidad de los secretos personales, incluso entre quienes se creen conocer profundamente.

"Upon Entry" es un ejercicio de cine inteligente y emocionante, que logra generar un drama intenso a partir de una situación aparentemente sencilla: 74 minutos de personas hablando en una mesa. Cuando termina la película, la sensación de alivio no solo es un testimonio de la tensión vivida, sino también de la maestría con la que esta historia ha sido contada.
3 de septiembre de 2024 Sé el primero en valorar esta crítica
La premisa de "Langosta" es tan bizarra como irresistible: en un mundo donde la soltería es intolerable, David (interpretado por Collin Farrell) es llevado a un balneario junto al mar, no para relajarse, sino para encontrar pareja. Si no logra hacerlo en 45 días, será transformado en un animal de su elección y lanzado al bosque. David, en un gesto que roza la desesperación y el simbolismo, elige ser una langosta, un guiño a Salvador Dalí y su fetiche surrealista.

Lanthimos no nos ofrece respuestas fáciles, y quizás eso sea lo más perturbador. La película desafía cualquier intento de interpretación sencilla, forzándonos a confrontar la ridiculez de los sistemas diseñados para resolver los problemas de la sociedad humana. Al final, lo que queda es una sensación de incomodidad, una risa ahogada en la garganta, y la extraña certeza de que, en algún nivel profundo, hemos sido testigos de algo terriblemente cercano a la verdad.

La fotografía de Thimios Bakatakis, frecuente colaborador de Lanthimos, es fundamental para crear la atmósfera opresiva y deshumanizante del filme. Con un encuadre cuadrado y formal, Bakatakis nos sitúa en un espacio donde la arquitectura social se convierte en una prisión. Cada escena está cuidadosamente compuesta para resaltar la alienación y el absurdo, haciendo que la experiencia visual sea tan perturbadora como el propio argumento.
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow
    Bienvenido al nuevo buscador de FA: permite buscar incluso con errores ortográficos
    hacer búsquedas múltiples (Ej: De Niro Pacino) y búsquedas coloquiales (Ej: Spiderman de Tom Holland)
    Se muestran resultados para
    Sin resultados para