Tremenda película de un como siempre mágico Clint Eastwood que nos narra una historia absorbente con muchísimos puntos de vista ¿Cual es nuestro favorito?, bueno, eso lo iremos decidiendo según avanza la película, pues en cada momento nuestra elección cambia de manera trepidante. Un film de estas características tiene que tener por obligación unos grandes intérpretes y esto también se cumple. Solo falta para redondear esa pequeña atmósfera de buen cine que envuelve todo trabajo de los grandes directores. El resultado, una gran película que se ha ganado sin duda, su hueco en la historia del cine.

Gran película. Que nos muestra el amor en si mismo. Y todos los problemas, y más problemas que este conlleva. Pero que a pesar de sus defectos, de los momentos de tristeza, dolor, desolación y angustia que nos produce. Merece la pena, merece la pena tanto sufrimiento, a cambio de los momentos más mágicos y únicos, que puede experimentar una persona.

Te hace imaginarte cien finales pero ninguno coincide con el verdadero. Es un film impactante, bien elaborado, con todas las escenas unidas sutilmente y que te hace meterte de lleno en la película. El ambiente está repleto de incertidumbre, y nos obliga ha pensar durante toda la pelicula, mientras desbarata a cada paso el debil plan labrado por nuestras ingenuas mentes. Es el espejo en el que se deben mirar todas las demas peliculas de este tema, pues solo se puede llegar ha ser el mejor, aprendiendo del maestro.

En definidas cuentas, la peli es lo que cualquiera puede esperar. Todo el guión es una patraña sin sentido asique, no os hagais preguntas como, ¿pero como...?, ¿pero no le han visto?, ¿pero qué...?. Si vais a ver está película solo hay que sentarse, ver como te la echan. y salir como has venido. Porque si empiezas a preguntarte cosas, sacas más preguntas que escenas la película. En definitiva nose, uno llega a la conclusión de que si Cormac Wibberley puede ser guionista, ¿por qué yo no?

Increible interpretación del gran Ian Mckellen y del joven Brad Renfro que nos hace sentir al fin que un joven puede causar miedo y respeto a cualquier adulto por duro que sea. Es un gran guión resuelto con maestría, intriga y envuelta con una perfecta banda sonora.