You must be a loged user to know your affinity with Cineclub Mazarelos
Críticas ordenadas por utilidad
Movie added to list
Movie removed from list
An error occurred
5
15 de noviembre de 2022
15 de noviembre de 2022
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Wong Kar Wai está considerado como uno de los mejores autores del cine contemporáneo, aunque a mi parecer, y por razones que no voy a exponer en detalle aquí, la única película de Kar Wai que puede realmente tomarse en serio es In The Mood For Love. En sus películas abunda la temática del amor, aunque en ellas hay un especial hincapié en el desamor; ya sea por ser un amor a destiempo, que llega demasiado tarde o demasiado pronto, ya sea meramente amor fallido por ser prohibido o tóxico —caso de Happy Together—. El caso es que Kar Wai puso de moda cierta mirada considerada chic, atractiva e interesante sobre el amor romántico y que esta mirada parece cuadrar bastante bien con algunos de los preceptos fundamentales del cine de explotación romántico y sexual. De hecho, me parece que Happy Together no es más que cine de explotación revestido de una aparente elegancia de sonido e imágenes vívidas con una iluminación saturada que no viene al caso y que no está realmente justificada. Como no está justificado tampoco el uso del blanco y negro en ciertas partes de la película. No dice ni significa nada, más bien se trata de vestir la película de una manera sexy, una decisión meramente estética, en el sentido de superficial. ¿Pero acaso es esto algo negativo? Pues no, no tiene por qué. Pero resulta que en aquellos asuntos estéticos que poco tienen que ver con lo superficial, la película tampoco puede alardear de nada. Es cierto que hay algunos momentos de la trama en los que como espectador me he sentido emocionado, pero pronto se han diluido con la falta de tensión y el aburrimiento.
La película ganó el premio a mejor director en Cannes de 1997, y esto podría justificarse por el uso de la cámara y los encuadres, que muestran a los personajes y al setting tal y como son, sin juzgarlos, pero desde luego no por el montaje, que debería de haber recortado la película bastante y evitar las escenas que no aportan nada ni a la trama ni a la psicología de los personajes.
En definitiva, la película toca varios temas interesantes como la marginalización de los inmigrantes, o el amor LGTB como un igual del heterosexual —ambos con las características buenas y malas del amor—, pero los hace nimios en pos de una estética cuidada, bonita y sobre todo frívola.
La película ganó el premio a mejor director en Cannes de 1997, y esto podría justificarse por el uso de la cámara y los encuadres, que muestran a los personajes y al setting tal y como son, sin juzgarlos, pero desde luego no por el montaje, que debería de haber recortado la película bastante y evitar las escenas que no aportan nada ni a la trama ni a la psicología de los personajes.
En definitiva, la película toca varios temas interesantes como la marginalización de los inmigrantes, o el amor LGTB como un igual del heterosexual —ambos con las características buenas y malas del amor—, pero los hace nimios en pos de una estética cuidada, bonita y sobre todo frívola.

5.0
311
4
25 de febrero de 2023
25 de febrero de 2023
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Siberia (2019), de Abel Ferrara, podría perfectamente describirse en dos palabras: surrealismo pretencioso. O, como he oído a alguien decir en la sala de Cine Mazarelos: surrealismo, pero del malo. Es cierto que tiene una simbología medianamente potente — sobre todo gracias a la fotografía— que puede ser analizada por unos y otros de mil y una formas diferentes, podemos sobreanalizarla todo lo que queramos, pero al final no significa nada relevante, se podría decir cualquier cosa, todo vale. Toda la tristeza del protagonista, toda la angustia, la soledad, el arrepentimiento, su búsqueda de un algo incognoscible, todo, termina por importarnos un comino porque nada en la película es importante.
Lo único que es salvable de la película es la fotografía, trabajo de Stefano Falivene. Ni siquiera me gustó particularmente la actuación de Dafoe, que parece que no tiene nada que actuar, nada con lo que trabajar, como el resto de los elementos de la película, están un poco por estar. Y ya de estar por estar, es mejor no estar. Es una película para tragar — como también se comentó después de la proyección—, y yo he de reconocer que no la he podido digerir. Es una hora y media —que se hace muy larga— de un no-argumento con intenciones oníricas, en el que el personaje de Dafoe se ve perdido en medio de pesadillas, o sueños, o viajes lisérgicos, algunos más interesantes que otros. Los escasos diálogos no hacen nada por la película, y hay citas de Nietzsche de por medio que resultan del todo insípidas y pretenciosas, de nuevo, como el resto de la película. En resumen, no funciona, es inconsistente e inconsecuente.
Lo único que es salvable de la película es la fotografía, trabajo de Stefano Falivene. Ni siquiera me gustó particularmente la actuación de Dafoe, que parece que no tiene nada que actuar, nada con lo que trabajar, como el resto de los elementos de la película, están un poco por estar. Y ya de estar por estar, es mejor no estar. Es una película para tragar — como también se comentó después de la proyección—, y yo he de reconocer que no la he podido digerir. Es una hora y media —que se hace muy larga— de un no-argumento con intenciones oníricas, en el que el personaje de Dafoe se ve perdido en medio de pesadillas, o sueños, o viajes lisérgicos, algunos más interesantes que otros. Los escasos diálogos no hacen nada por la película, y hay citas de Nietzsche de por medio que resultan del todo insípidas y pretenciosas, de nuevo, como el resto de la película. En resumen, no funciona, es inconsistente e inconsecuente.

7.3
2,908
7
2 de diciembre de 2022
2 de diciembre de 2022
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ansiktet (1958) no será la mejor película que puedas ver de Bergman. Al contrario que Woody Allen, quien la ha recomendado encarecidamente a aquellas personas que no estén familiarizadas con la obra del sueco, yo no la recomendaría de primeras... ni de segundas tampoco —básicamente porque no es su mejor obra, ni tampoco su segunda mejor—. Pero la película, sin ser ningún magnum opus, es buena, y se nota que está escrita y dirigida por Bergman. Tiene ese aroma a cuento tan presente en sus películas. Tiene buena historia. Tiene buenos personajes. Tiene buenos diálogos. Y tiene una atmósfera gótica y cargada de simbolismo.
La película trata de un grupo de embaucadores liderados por un mago practicante del mesmerismo que llega a una villa en la que no parecen ser bien recibidos. Algunos de sus habitantes ponen en serias dudas sus actividades pseudocientíficas y en consecuencia ridiculizan a los protagonistas, con los que llegamos a empatizar a pesar de sus artes fraudulentas.
En principio es una comedia pero también tiene toques dramáticos, incluso de terror. El tema que subyace a todo ello es el debate entre el arte y la ciencia, lo irracional y lo racional, lo sobrenatural y lo natural.
En resumidas cuentas es una película metafísica, la pregunta por lo Real está siempre presente. Se trata de un trabajo bien hecho por un gran maestro, y te gustará si te gusta Bergman, y si no, puede que también.
7/10
La película trata de un grupo de embaucadores liderados por un mago practicante del mesmerismo que llega a una villa en la que no parecen ser bien recibidos. Algunos de sus habitantes ponen en serias dudas sus actividades pseudocientíficas y en consecuencia ridiculizan a los protagonistas, con los que llegamos a empatizar a pesar de sus artes fraudulentas.
En principio es una comedia pero también tiene toques dramáticos, incluso de terror. El tema que subyace a todo ello es el debate entre el arte y la ciencia, lo irracional y lo racional, lo sobrenatural y lo natural.
En resumidas cuentas es una película metafísica, la pregunta por lo Real está siempre presente. Se trata de un trabajo bien hecho por un gran maestro, y te gustará si te gusta Bergman, y si no, puede que también.
7/10

7.7
4,234
9
20 de octubre de 2022
20 de octubre de 2022
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
La palabra 'Onibaba' proviene del japonés y es la suma de 'Oni' (demonio) y 'baba' (bruja-vieja). La idea proviene de una historia budista que se utilizaba para recordar la necesidad de mantener la calma en las situaciones de estrés. La película se separa bastante de la historia original, tanto en la historia en sí como en el mensaje que busca transmitir. Si la historia original nos enfoca a nosotras mismas como las causantes de nuestras propias desgracias, la película se enfoca mucho más en cómo es el contexto y las condiciones en las que viven los individuos las que moldean su actuar.
En este sentido, la película parece bastante hobbesiana. Los personajes quedan reducidos a verdaderas bestias y, hasta cierto punto, diablos. No porque sean malos en sí, sino porque la sociedad los deja marginados con un simple toque en la espalda y un "ahí te quedas" con el que deben de hacer frente a las necesidades más básicas.
Quizá muchas personas puedan considerar esta película como un chasco si la afrontan como una película de terror en el sentido más contemporáneo de la palabra. Sin embargo, 'Onibaba' ofrece una construcción de tensión entre personajes que pocas veces es vista, a lo que se le suma un magistral manejo de la cámara por parte de Kaneto Shindo.
La cinta sabe manejar a la perfección los recursos que tiene. Son pocas las localizaciones que vemos, de hecho parece casi una obra teatral, pero ello no pesa en absoluto. Es un mundo entero con sólo tres decorados.
La plasticidad de las imágenes es apabuyante, y el uso de la luz hace que, aunque explícitamente sólo hay una máscara en toda la película, los personajes parezcan tener varias simplemente por el cambio de su iluminación.
En definitiva, Onibaba es de esas películas que desearíamos que se hicieran hoy en día. El cariño con el que está hecha se palpa en cada plano, en cada mirada, en cada ráfaga de viento… Cada segundo vale la pena.
En este sentido, la película parece bastante hobbesiana. Los personajes quedan reducidos a verdaderas bestias y, hasta cierto punto, diablos. No porque sean malos en sí, sino porque la sociedad los deja marginados con un simple toque en la espalda y un "ahí te quedas" con el que deben de hacer frente a las necesidades más básicas.
Quizá muchas personas puedan considerar esta película como un chasco si la afrontan como una película de terror en el sentido más contemporáneo de la palabra. Sin embargo, 'Onibaba' ofrece una construcción de tensión entre personajes que pocas veces es vista, a lo que se le suma un magistral manejo de la cámara por parte de Kaneto Shindo.
La cinta sabe manejar a la perfección los recursos que tiene. Son pocas las localizaciones que vemos, de hecho parece casi una obra teatral, pero ello no pesa en absoluto. Es un mundo entero con sólo tres decorados.
La plasticidad de las imágenes es apabuyante, y el uso de la luz hace que, aunque explícitamente sólo hay una máscara en toda la película, los personajes parezcan tener varias simplemente por el cambio de su iluminación.
En definitiva, Onibaba es de esas películas que desearíamos que se hicieran hoy en día. El cariño con el que está hecha se palpa en cada plano, en cada mirada, en cada ráfaga de viento… Cada segundo vale la pena.
3 de noviembre de 2022
3 de noviembre de 2022
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
El remake de la película de Don Siegel por parte de Philip Kaufman es, quizá, la mejor de las cuatro versiones que se han hecho de la historia. Unos microrganismos comienzan a invadir la Tierra y a cambiar a las personas por seres exactamente iguales, pero con una diferencia fundamental: carecen de la facultad de sentir dolor o disfrute. Se convierten en marionetas.
Es evidente que la historia original nos habla de la caza de brujas llevada a cabo por el gobierno americano durante la Guerra Fría desde un enfoque pro-americano. Esta segunda, si bien no puede desligarse de ese enfoque, abre la puerta a la visión contraria: quizá los malos sean los otros. Creo que es un punto muy positivo de esta versión: su ambivalencia. Tanto si estás "de un bando o de otro", vas a encontrar interesante todo su planteamiento y desarrollo.
Otro debate ético muy interesante a destacar es el de si una vida sin emociones valdría la pena. Está claro que no tener disfrute es algo malo pero, ¿acaso no tener dolores es algo malo? Todo lo contrario, si algo buscamos en la vida es la ausencia de dolor. ¿Valdría la pena entonces dejarnos abducir?
La historia que nos cuenta es atemporal. Quizá en las primeras versiones se centren en "la amenaza roja" pero lo que plantea es algo que estamos viviendo hoy en día. La tecnología nos está abduciendo y nos está haciendo comportarnos como meras máquinas, completamente insensibilizados de la realidad.
Por último, caben resaltar muchos aspectos de la cinta. La dirección de Kaufman hace que la tensión se construya de maravilla. El maquilla y los efectos son realmente buenos teniendo en cuenta su fecha de estreno. Es bastante clara la estructura en actos de la película lo que, si bien a algunas personas puede darle la sensación de que no acaba nunca, a mi me parece que ello incita más y más el interés.
Una película a-temporal.
Es evidente que la historia original nos habla de la caza de brujas llevada a cabo por el gobierno americano durante la Guerra Fría desde un enfoque pro-americano. Esta segunda, si bien no puede desligarse de ese enfoque, abre la puerta a la visión contraria: quizá los malos sean los otros. Creo que es un punto muy positivo de esta versión: su ambivalencia. Tanto si estás "de un bando o de otro", vas a encontrar interesante todo su planteamiento y desarrollo.
Otro debate ético muy interesante a destacar es el de si una vida sin emociones valdría la pena. Está claro que no tener disfrute es algo malo pero, ¿acaso no tener dolores es algo malo? Todo lo contrario, si algo buscamos en la vida es la ausencia de dolor. ¿Valdría la pena entonces dejarnos abducir?
La historia que nos cuenta es atemporal. Quizá en las primeras versiones se centren en "la amenaza roja" pero lo que plantea es algo que estamos viviendo hoy en día. La tecnología nos está abduciendo y nos está haciendo comportarnos como meras máquinas, completamente insensibilizados de la realidad.
Por último, caben resaltar muchos aspectos de la cinta. La dirección de Kaufman hace que la tensión se construya de maravilla. El maquilla y los efectos son realmente buenos teniendo en cuenta su fecha de estreno. Es bastante clara la estructura en actos de la película lo que, si bien a algunas personas puede darle la sensación de que no acaba nunca, a mi me parece que ello incita más y más el interés.
Una película a-temporal.
Más sobre Cineclub Mazarelos
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here