Pues eso, cine alemán.
Cuando el cine alemán entra a la acción, se deja ver e incluso se puede decir que es más que aceptable. Pero en cuanto entra a la emoción y a las emociones, lento como él solo.
Para mí sobran los dos primeros episodios, salvo el planteamiento del argumento en la primera parte del primer episodio. No hay desarrollo y los acontecimientos transcurren a velocidad cero. Se recrea en las emociones de los tres protagonistas sin pena ni gloria.
Y en la parte de acción (tercero y cuarto episodios) sí que hay algunos agujeros de guión, aunque eso es prácticamente inevitable en cualquier película o serie. Se plantean hechos y acciones determinadas que ni tienen consecuencias, ni quedan encajadas en el global. Son como petachos de patchwork.
Por último, creo que se excede en el uso del flashback. Se podrían haber evitado muchos de ellos usando una cronología más directa.
Lo que más me convence es el final. Es algo que encaja aunque no se espere. Pero si usamos la navaja de Ockham, la explicación más sencilla es la más probable. Es lógico porque siempre esperamos fuegos de artificio y luces de colores cuando en realidad sólo hemos encendido el mechero.
Por trama y desenlace, le daría un 6, pero por lentitud y floja interpretación se quedaría en un 4, así que como nota final le doy un 5.

Curiosa esta película, teniendo en cuenta que, además, es rusa.

En el aspecto técnico de efectos, no difiere mucho de muchas películas de Hollywood. Sólo por eso ya merece una buena calificación. Los personajes y la trama son bastante previsibles y, en ese sentido, te deja un poco con un poco de "¡Jo, podría haber tenido un punto un poco más sorprendente...!"

En algunos tramos es un poco lenta para mi gusto y algunos personajes son del todo prescindibles. Pero el regusto que queda al terminar de verla es agradable. No tiene pretensiones, pero se deja ver.