Haz click aquí para copiar la URL
You must be a loged user to know your affinity with albertocaraboli
Críticas 5
Críticas ordenadas por utilidad
Críticas ordenadas por utilidad
8
26 de abril de 2020
9 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si uno ve por primera vez Sabrina, le parece un cuento de hadas. Cuando la ves por no sé cuantas veces otra vez, te das cuenta que es una historia llena de amor y de sueños inalcanzados.
Billy Wilder lo que hace ante esas conciencias es mostrarnos que la vida son pequeños detalles con importancia. Cada personaje sabe lo que es motivo de su fortunio o infortunio.
Creo que aquí empezó el mejor Billy Wilder y ese estilo de enseñar : una cascada y sucesión de pequeños daños colaterales que significan los pequeños actos d la vida. Una mirada transparente y microscópica de la condición humana y todas su variantes , que pasan a dar sentido a las película que hizo después.
Hay que fijarse bien al principio, porque no es siempre cuando ocurre pero a medida que pasan los años es auténtica marca de la casa del director austríaco. Una película como “El Apartamento (para mi su mejor obra) es porque vino antes “Sabrina”.

He leído un poco sobre los pormenores de cómo se hizo la película y qué pasó realmente en la cabeza del director, como todos se preguntarán, al ver el reparto para elegir al rey del Cine Negro: Humphrey Bogart en su edad ya avanzada y rodearle de dos bellezas como Holden y Hepburn (por cierto, que tuvieron un apasionado romance cuando se conocieron rodándola)

Cuentan que el ultimo y primero de la lista fue el gran Cary Grant, haciendo de Linus Larrabee, el CEO de Industrias Larrabee. El serio, el imperturbable aburrido hermano mayor y el más gris de la historia al lado del galán, el conquistador y encantador rubiales de William Holden ,primer detalle gracioso ponerle ese convincente rubio californiano.
Pero el bueno de Cary no pudo y sinceramente no me puedo imaginar a dos galanes tan imponentes ante la frágil Sabrina. Ganaría de calle Cary y la historia no tendría nada de gracia.
La elección de Bogart es perfecta precisamente por ello. El que menos pega, el que está fuera de plano tantas veces( ni siquiera cuando baila con ella se le ve la cara..) y con esa cara de hombre con un trasfondo triste , sin emociones.Puede no gustar , posiblemente haya algunos que les chirríe.
Como todo gran actor al sacarle de su estereotipo sorprende y gusta más . Crece por momentos en la película .Ese aire tristón y cómico cuando se pone su uniforme de la universidad o intenta ser un galán cuando se lleva de paseo a Sabrina.Y qué bien lo demuestra en cada momento.

La película tiene los secundarios de raza que tanto le gustaban a Wilder . Hacen avanzar la historia desde que salen en plano. Esos personajes que te quedas con ellos, te alegran. Son casi caricaturas, casi teatreros en la trama: el chef maestro parisino, el padre de los Larrabee que solo piensa en sus puros y en sus dry martinis y sus aceitunas!! , los criados de la mansión, el padre chófer…Todos magníficos.

En las películas digamos clásicas hay una planificación del movimiento de los protagonistas que me parecen maravillosos. Cada escena, cada gesto. Movimiento, casi un baile , que ejecutan en el momento preciso y dan el punto al personaje; un otro atributo más, que no se les veía per se . Y si los colocas en un plano que los abrigue, con un plano pensado y encuadrado a la perfección…tienes media película entendida.
Ejemplos : Los saltos de Holden cuando le interesa algo o alguien : una barandilla, un coche.. quitar una red del campo de tenis (ahí no hacía falta saltar). Como susurra cuando no quieren que se le oiga. Detalles.

La parsimonia de Bogart en cada momento; desde hacer sentar a su hermano con las copas en el pantalón, cómo sirve una copa de champán, cómo prueba sus plásticos…Es cámara lenta. El paraguas…su sombrero. El mundo de los negocios en dos objetos. Más detalles.

Audrey sin embargo es todo movimiento. Sus vestidos de fiesta vuelan, sus pantalones ceñidos de bailarina.
Y no deja de estar quieta un segundo. Aunque solo mueva sus ojos (que es realmente el motor de su cuerpo) es todo creación de gestos y actitudes. Como esconde sus huevos rotos, como deja una carta debajo de una puerta y como enciende en segundos siete coches sin pestañear.
Una pluma moviéndose mecida por el lugar donde se encuentre.
Todas pequeñas sumas a la trama, al guión.

Hay planos que creo que no he visto hacerle en ninguna película a Wilder . Elegancia máxima. Casi conceptual.
Muchos planos de fondos con grandes perspectivas, salones gigantescos, despacho inmensos, pistas de tenis vistas desde un lugar elevado .
Y modernidades? Muchas ¡!
El ático despacho de Linus, es tan moderno para esa época que es moderno ahora. Se lo rifarían las revistas de decoración por ser tendencia.
Aparatos electrónicos de ultima generación , (había teléfonos en los coches??) ,
Plásticos irrompibles,…

Y por ultimo : claro, Audrey.
Todo es ella y nada puede imaginarse sin que esté en un plano. Todo era tan real con esa mujer, tanta belleza y tanta sencillez que no puedes apartar la mirada de ella. Y hablando de miradas. La suya y sus ojos : que veían y transformaba el mundo.
Cuando aparece en la fiesta, cuando aparece en la estación de tren, esos pantalones pitillo y ese andar de bailarina…

No te olvidas de esos momentos por mucho que pasen los años. Es curioso el efecto que tienen algunas películas tocadas con la varita d ser inigualables, únicas (la versión moderna que hicieron lo demuestra), pero no por grandes figuras, color o una llamémosla modernización de los patrones de la sociedad que te toca vivir .
Son intemporales y hechas así , de ahí la capacidad que tienen las obras de arte de siempre . Aunque envejezcan en valores o simplemente credibilidad, es casi como les pasa a los cuentos. Todo es posible que pase y no importa por qué. Y esto es un cuento de la vida real . Si triunfa o no triunfa un amor entre clases o entre sexos, o lo que sea….lo importante no es creérselo : es verlo y vivirlo.
Y por supuesto que suene la vie en rose de fondo.
9 de mayo de 2020 2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
La primera vez que ves una película y te gusta mucho te acuerdas de muchas cosas.
La memoria y sus luces. Te lleva al viaje al pasado : al cine que la viste por primera vez (y que posiblemente ya no exista) , la persona con quien fuiste, lo que sentiste ese día. Esa escena, ese final.

Mi padre lo hizo conmigo con muchas películas: “Charada” de Stanley Donen fue una de ellas.
La vi en la tele con él. Lo volví a hacer años mas tarde con mi hermano y seguro que un día lo haré con mi hijo.

Cuando he vuelto a verla es de esas películas que hacen como si estuvieras de nuevo en casa.
Empieza: La música de Henry Mancini, con los actores que salen ¿cómo? "También sale James Coburn? " ya con eso te animas! ; esos arabescos de color y movimiento, no me digáis que no mete un “algo” de la historia sin saber que pasará después? Es casi ya un veinte por ciento de la película.
Por qué no se hacen títulos de crédito de las películas? o tan pocos…?

Después : las voces. En auténtica versión doblada.
Voces inconfundibles que se doblaron allá por los 60 con esa cantidad de profesionales que llenaron las bocas de tantos actores americanos de esa época. Calaban tanto en lo más profundo de tu memoria que parece que estuvieras viendo a tu tío, tu primo, tu vecino (por curiosidad oí también su voces en VO…Quita quita… me sonaba mejor Walter Matthau con el doblaje que esa voz que tenía…)
Luego , todos los actores.
Ver en una película juntos a personas como Audrey Herpburn, Cary Grant, Walter Matthau, James Coburn ,George Kennedy…con sus voces de siempre (porque siempre les doblaban los mismos ) y verles a todos en una... con ese sentido del cine que había de color , ritmo y sentido del humor. Que cantidad de planos con un color predominante en un París casi casi de Tati.
El Director. Pocos hay que han dado mejores cosas en el cine que Stanley Donen. Me ha alegrado tanto ver lo que hacía o cómo entendía la naturaleza del arte, la vida, el hombre.. sus ganas de ver la vida como és o más bien como debería ser : “Cantando bajo la lluvia” “Dos en la carretera” “Un dia en New York“ ,“Charada” …Se dice pronto.

Como si fuera un concurso , en Charada y casi todas sus películas hay una consecución de escenas memorables. Uno tienes ganas de que acabe para comentarlas : el baile de las naranjas en ese bar bohemio,la ducha vestido de Cary Grant, los abrigos de Audrey ,cómo se llega al final de la trama, ,el Paseo por El Sena y esos enamorados iluminándose, la escena del velatorio. Inolvidables.

Me dejo siempre al final a los protagonistas: Cary y Audrey,
Casi se juntan en “Sabrina” y finalmente el destino los unió. El tiempo les dio la razón a los dos.
Madurez, belleza, armonía, serenidad, paciencia, canas, arrugas ... eran los de siempre.
Parecía como si los dos al no conocerse diez años atrás y en blanco y negro, sus vidas hubieran ido por un lado y París una trama y el color , les hubiera hecho coincidir, juntar.
Todo el tiempo pasado fue peor y se miran como si todo fuera posible a partir de ese momento.
Su escena final por montaje ,guión y lo que representa, te remata decididamente al anhelado y deseado limbo de Donen.
Ese sitio donde aunque pasan cosas malas, prevalece el bien y hay una banda sonora de felicidad y clase.
19 de septiembre de 2020 1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me recuerda Woody Allen y New York a aquel ingeniero aeroespacial que se refugiaba en Calabuch y que Berlanga le ponía a hacer cohetes huyendo de su propia vida, sus obligaciones, de su vida.
No hay pocas cosas en sus haberes y deberes en esa cabeza tan brillante y compleja del amigo Woody . Debe ser un alivio que vuelva a su patio, a su recreo en su última película.
Mientras , que no hay que olvidarlo ,en esos días del estreno le iban cayendo encima falsas acusaciones, puritanismos de siempre y una sociedad de señalar al ajeno que no hay por dónde cogerla.
Sí ,un año más ,y van 45!, me veo su última película: “Un día de lluvia en New York”.
Un fin de semana de dos personajes que van mojándose (literalmente) por la ciudad , por los ambientes que aspiran/desean/anhelan; por las familias , amigos y personas que desprecian. Un paseo por la vida de poco más de 48 horas.

Seguramente me pasa a mi y algunos ajenos que habrá por ahí, pero cada vez que veo una película de este hombre en cada temporada es como si todo eso que has visto 45 veces me hace volver a cosas que me gustan siempre. Y no me canso.

Dirán que se repite, que esos temas mundanos de hombres y mujeres que sufren las inclemencias del ser humano está todo muy visto.Que no tiene la lucidez de la época de Manhattn o Annie Hall, la profundidad de Match Point, los desastres humanos de Delitos y Faltas. Se le compara con todas (oiga que son 45.. Alguna no saldrá tan redonda…).

Pero ya por lo que te enseña….esas calles de NY que parece que las hicieron para ser filmadas cuando las hicieron; esos hoteles que dan a Central Park ; esas entradas elegantes con esos toldos de 5th Av; cada intervalo de la película que se marca con esas piezas musicales nosésabedondesalen (qué gusto tiene este hombre! ); esos personajes absurdos; reales, irreales, caprichosos, alocados, perdidos.
Cómo pone la cámara (los soles anaranjados que cruzan trasversalmente en esta película algunos planos gentileza de Storaro son preciosos). Las eternas historias de desamor. Y que están mas emparejados todos. El amor que no triunfa o sí.
Y esa sonrisa que se te queda en los títulos finales cuando suena la pieza de jazz. Por cierto ,los títulos de crédito con ese fondo negro son un tipo de letra EF Windsor Elongated . Solo ha dejado de usarlo una vez (en Interiores ) y cuentan que un tipógrafo Ed Benguiat se lo sopló comiendo al director en el año 77 . Y hasta hoy.


Llámame nostálgico. Sobreviviente a lo clásico o lo antiguo; que prefiere lo de atrás . O como se hacía antes todo y ahora unos pocos, muy pocos, lo hacen
Pero qué quieres que te diga! me va imaginar estar en esos sitios, esas fiestas medio arreglado tirando a elegante y hablando de ná y de tó; esos restaurantes que nunca se habla de lo bueno que se come y que parecen espectaculares, qué ganas te entran siempre de volver a esa ciudad y estar en ese parque o esa calle. Y cómo no , encontrarme con un Michael Caine preocupado en un esquina después de dejar a su amante o ir al Carlyle a escuchar cantar y tocar a Errol Garner.



Y por encima de todo: escuchar, y no perderme ni una palabra de lo que escribe y dicen sus actores. No es lo ocurrente que sea o no.. es lo que se dice y la reflexión humana que palpita en cada frase. Ese trasfondo que utiliza este artista para mter la historia que explica por muy banal que sea.
Algunas son vacías, lo admito (Vicky Cristina Barcelona o la de Roma daban vergüenza ajena)…pero ya solo por cómo las cuenta y filma, aprendes.

Cuando la terminé de ver me dije : ¿Cuando no esté este hombre quién va hacer lo que hace? escribir sus/nuestras realidades, miserias , el espejo que nos pone a todos?
Quien dirigirá así de esa manera atropellada y elegante, esos tonos pastel con los planos tan limpios, sencillos?
Qué voz habrá en una película americana de cosas que se sienten perfectamente por el resto del mundo?
Nos estamos quedando solos , old chap.

Viendo lo que hay… poco hay.
18 de abril de 2020 1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ritmo. No se puede pedir pedir más.
Cuando las películas de entonces se planteaban explicar una historia iban a lo que iban. No se andaban con muchas contemplaciones ni descripciones.
Ahora hacen una película de Marlowe y estarían 20 minutos explicando su día a día, sus demonios y sus oscuro pasado y todos sus por qués (por cierto, que bueno sería hacer un Philip Marlowe a lo Sherlock en estos tiempos...).
Aquí estamos en 1945 y no se deja tiempo para el clarocuro. Si acaso la fotografía , que es magnifica.
Es un presente contínuo: no hay flashbacks , recursos, saltos hacia ningún sitio que no lo obligue el guión. Es casi un tiempo real. Es casi un sueño real.
Como si lo dejaras de una dormida para otra y volvieras donde lo dejaste el dia de ayer.

Por primera vez en mucho tiempo en una película de cine negro sigo la trama y sus giros ( con dificultad eso sí) , pero sigo la investigación en tiempo real , en el paso a paso. Y dejo que Marlowe saque de la manga todo lo que hay que hacer...Le dejas y toma la decisión correcta. Investiga y procede. Va hacia delante.
No hace falta decir que Marlowe siempre será Humphrey por su cabeza, esa mirada irónica, sincera, directa y por sus gestos(esa manía tan cinematográfica de pensar tocándose la oreja), por cómo se mueve ágilmente (yo ahora vería a un Clive Owen en un Marlowe moderno...)
La película está llena de mujeres. Mujeres modernas, que en esa época todas estaban al frente de negocios y si no era así ,lo parecía. Mujeres fuertes, irónicas, que tiraban los tejos sin pestañear, valientes, mentirosas y desde luego controlando la situación, su posición ante el machito de enfrente. Y todas tomando como Marlowe , las decisiones correctas en cada momento.
Y repito: ritmo sin parar. Se te pasan los 109 minutos en un suspiro. Hay un montón de silencios que invitan al suspense, momentos que tienen una música de jazz casi juguetona, sirenas de polícías de juguete , pistolas cada una distinta a la otra y coches de esa época todos maravillosos y enormes por dentro. Cortinas pesadas, apartamentos con chimeneas siempre encendidas, trajes que curiosamente no son como otras peliculas de esa época que parece que a los hombres les daban tres tallas mas grandes.
Todo en la película, hasta eso, es milimétrico.
Y Lauren, preciosa, hermosa, magnética que en un coche sentada a tu lado debe ser de las mejores cosas que le pueden pasar a uno en la vida.
La historia de amor casi también es contínua, sin dulzuras , ni remilgos porque sigue siendo un sueño. Un porque sí, porque me gustas entremezclado con solucionar el misterio y me estoy dando cuenta que me estoy enamorando de ti.
Hasta en los sueños los amores son así.
Y este es eterno.
24 de mayo de 2020 0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ver esta película en una situación en la que nos encontramos los ciudadanos del Mundo encerrados en sus casas por culpa de una pandemia y viendo la vida pasar delante de nuestras ventanas no deja ser una paradoja.

La imposibilidad de salir, la intemporalidad que hay en la casa o porque estás impedido como es el caso del protagonista de la película , no deja de retrotraernos al origen de las cosas cuando antes no había tantos entretenimientos, oferta de ocio doméstico.
Lo que le pasa al bueno de James Stewart no deja de ser lo que pasaba antes a la gente cuando se enfermaba o no se podía levantar de una cama o una silla.
Cuántas veces habremos hecho la pequeña película de lo que le pasa a tus vecinos de enfrente. Los que ves desde tu ventana.
Esa chica que siempre está sola con su gato, la pareja que nunca ves al chico saliendo a la terraza; el señor mayo que se le nota triste y solo; la chica rubia que estás convencido que se dedica a “ese” oficio
Historias que nunca sabemos la realidad que hay detrás y posiblemente nunca lo sabremos.

Esta conducta humana tan particular que practicamos todos y que nunca confesamos es el asunto de “La Ventana de Atrás” (1954) que es la traducción literal de la película de Hitchcock.

Con un James Stewart en la flor de su carrera con esos ojos azules intensos siempre interpretando magníficamente a ese hombre que podríamos ser nosotros : un hombre corriente .Un hombre con certezas pero frágil ;lógico y turbado; uno del montón pero singular, noble. Un resumen de conductas en una sola persona. Por eso protagonizó 3 de las mejores películas del director inglés.

La chica de la película otra rubia del momento: Grace Kelly.

Como aparece por primera vez en pantalla es una perla de la película ,de las muchas que tiene.
Silencio.La cámara enfoca la cara de un dormido James y aparece una sombra en su cara. Es ella: Lisa. Al acercarse ella avanza la imagen en cámara lenta y en un primerísimo plano los dos se besan y se ponen a hablar.A partir de ese instante el guionista Hayes en tres frases explica todo lo de esa pareja: viven separados, ella pertenece al mundo de la moda y él al de la fotografía de naturaleza, deporte : un aventurero.
Y evidentemente no están de acuerdo en las cosas de la vida.

La llegada de ella ,su sola presencia en ese estudio minúsculo (porque no llega a ser ni un apartamento) con esos colores sepia y el contraste que produce con esa ropa deslumbrante y llena de luz (esa eterna diseñadora de Hollywood, Edith Head) hace que resplandezca todavía más su figura.
No estarán de acuerdo en cómo entender y vivir la vida (hasta las peleas sabes que acabarán bien) porque hay muchos planos reveladores entre ellos dos por lo que sienten el uno por el otro .Hay un plano de él que se queda callado unos segundos mientras la fantástica Thelma Ritter (que bien hizo siempre de criada,de mujer castigada por la vida ,irónica, ácida ) y Grace están hablando ,que él la está mirando sin decir nada y es tan revelador. Es que se le cae la baba!

Hitchcock hizo construir tres edificios de mas de 5 pisos en los estudios de la Paramount de Hollywood; tenían luz y agua y hubo días que hasta durmió allí el director.

Habrán posiblemente más de treinta actores en total y solo a cuatro los ves de cerca en planos fugaces . Como en una casa de muñecas se les ve pequeñitos pequeñitos y cada uno con sus mundos , sus miserias y sus alegrías .
No dejan de ser James , Grace , Thelma, el policía y Raymond Burr (el famoso abogado Ironside) los únicos que vemos de cerca y ocupan el mismo sitio que el espectador. Una cámara subjetiva que son sus miradas, sus temores, sus sorpresas y evidentemente sus miedos. Seguimos siendo la cuarta pared del teatro.

Como pasa en estos tiempos de encierro ha habido una cosa que me ha parecido preciosa en estos días extraños : los silencios .Existen muchos silencios en la película, encadenándolos de pequeños ruidos que son el colchón que te arropa, te envuelven: La sirena de un barco, un grito aislado en la noche ,un perro en la lejanía, una conversación inaudible, el rún rún de coches , la música de piano del pianista desvelado. Una especie de sonido sólido que vive el East Side de Manhattan y que llena todos los huecos de la imagen.

La única música es al principio de la película ; los ensayos y la fiesta del músico vecino. Suena de fondo Nat King Cole ,Dean Martin …
Y por supuesto esa pieza de jazz en un momento de plano cenital vertiginoso que vuela desde el perrito del jardín a la velocidad de la percusión de fondo hasta la espalda masajeada de James Stewart. Impresionante.

La evolución de pensamientos que hay entre los protagonistas en los que se cruzan sus divergencias en cuanto a su pareja y la manía de él de fisgar en los vecinos son las herramientas que se sirve el director para poder hacer progresar la película en sentimientos y en la trama central de la película.
Una sub historia entre los dos protagonistas que no deja de ser el por qué de la confianza, la unión, la pareja enfrentada a sus reflexiones de destino juntos y su día a día futuro.
Siempre he sentido que con esta historia nos ponen un espejo delante nuestro : nuestras relaciones humanas, el amor entre la pareja, la solidaridad, el miedo, la soledad, el desamor, la creatividad individual (hay tres artes en esas casas. Escultura, música,danza….). Muchas de las cosas que sabemos que pasan de puertas para dentro y que nuestra privacidad, nuestro pudor, nuestras vidas nos hacen ser reservados y dueños de nuestra propia historia.
Las películas cuentan historias siempre entre cuatro paredes o en un paisaje.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Nos cuentan cosas que pasan , historias de amor, pasión o de horror, donde se busca el encuentro entre el espectador y lo que nos quieren contar.La escenificación de unos hechos que nos pueden llevar desde una galaxia lejana , un palacio, una cárcel o un ataúd. Dentro unos personajes, la mayoría inventados ,los directores de cine desarrollan sus vidas con un guión , con unas palabras que dirían o que expresan una idea un momento o una sensación.
En esta película , en este minúsculo mundo de historias nos vemos nosotros: sabemos que hay gente que mata a gente verdad? es real
Nos están filmando por cómo vivimos , sentimos y reaccionamos. No tienen ni líneas de diálogo las personitas, solo se mueven y todo lo que sabes de ellos lo sabes por su reacción o porque fuman en una ventana después de su primera noche de boda… pero no dicen nada relevante, nada que engrandezca su quehacer diario y solo viven.
Y al día siguiente de pasar de saber que ha habido un asesinato, un descuartizamiento en el 3-1 : la vida sigue.
Nada ha cambiado o si acaso la extraña percepción de ser observados (a lo mejor) por el vecino de enfrente o por un Hitchcock desde diríamos " su propio cielo" que parece que nos vaya decir en cualquier momento:

Toma 3: Tu vida...ACCIÓN ¡
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here

    Últimas películas visitadas
    arrow
    Bienvenido al nuevo buscador de FA: permite buscar incluso con errores ortográficos
    hacer búsquedas múltiples (Ej: De Niro Pacino) y búsquedas coloquiales (Ej: Spiderman de Tom Holland)
    Se muestran resultados para
    Sin resultados para