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Críticas 16
Críticas ordenadas por utilidad
Críticas ordenadas por utilidad
7
25 de junio de 2024
25 de 29 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película de folk horror coreano interesante, pero tampoco es la obra maestrísima que escriben algunos comentaristas. Entiendo que se hace exótica para el público occidental, exotismo que contribuye a la fascinación del punto más fuerte de la cinta, los rituales y costumbres tradicionales que aparecen en ella. En éste punto de los rituales, me parece muy superior otro folk horror coreano de hace unos años, El extraño (Gokseong), que contiene escenas que casi parecen sacadas de un documental antropológico.

Curiosamente, como Gokseong, en Exhuma también es el núcleo narrativo central y segundo nivel de lectura los traumas colectivos causados por la ocupación japonesa y hasta se podría decir que recoge de manera directa propuestas de esta primera película. Se ha de decir que en Exhuma se critica mucho a los japoneses, pero la crítica a la brutal ocupación americana sólo está citada muy de tapadillo (Ver spoiler menor 1).

En general, la película está muy bien. Buenas actuaciones, buena puesta en escena, dirección correcta, aprovechamiento inteligente del escenario, atmósfera muy bien construida. También se ha de decir que adolece de los problemas de muchas cintas coreanas actuales, que ya son tópicos: por ejemplo, la necesidad imperiosa de que aparezca un personaje femenino muy guapo (aquí una chamana k-poper), el viejo sabio y valiente que ha de redimirse, el chico atractivo, torturado por sus fantasmas que le hacen interesante y muy moderno, la crítica al capitalismo deshumanizador, las creencias budistas como un armatoste intrigante del pasado, y todo eso.

Te ayudará en su disfrute si estás acostumbrado a la técnica narrativa habitual de las películas de muchos países orientales. El cine oriental, sobre todo de países como Corea, China, Tailandia o Indonesia (Japón y la India van a su rollo), no nace del cine mudo y el teatro occidental, si no de la ópera china, y esto hace que no estén distribuidas siguiendo un esquema clásico de tres actos con tiralíneas a la europea. Sus finales (un ejemplo palmario, por decir sólo dos, son Oldboy o In the mood for love) tienen terceros actos infinitos, con clímax y anticlímax encadenados que te dejan con el culo torcido, pensando cuando narices va a acabarse la maldita película, proyectando una superdramatización con muchos llantos, silencios, niños plastas, planos eternos, horizontes con puestas de sol, pájaros y cigarras, falsas muertes, etcétera. No es un error, es que ellos son así.

En este sentido narrativo, una de las cosas más originales que tiene es la distribución dramática. VER SPOILERS (Ojo, no los leáis si no la habéis visto!)

Si te gusta el cine de terror oriental, concretamente coreano, Exhuma te va a encantar. Si quieres ver una película de terror de verdad, de acojone y escalofrío, quizá te decepcione un poco, porque no da nada de miedo y casi que tampoco lo pretende. Sólo la primera parte es un poco más terrorífica al uso, con su suspense y sus jump scares (bien llevados, pero previsibles), la segunda parte para nada.

Si quieres ver un folk horror coreano superior, mírate El extraño. Ésta mucho mejor si la ves con colegas frikis de Corea que se vayan emocionando o en un festival de cine para comentar luego los detalles, con unas birras.
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spoiler:
1. No en vano, el centro del mal de la película está en la frontera con Best Korea.

2. La película intenta aprovechar la caída estratosférica en la capacidad de hacer atención durante mucho tiempo del público tiktoker moderno, con menos foco que la Dory de Buscando a Nemo. Así, más que una película, Exhuma es una especie de "miniserie" con dos capítulos unidos de una hora cada uno, pero bien diferenciados. La primera parte es una historia de fantasmas oriental más bien clásica, la segunda es una película que habla de la mitología folklórica japonesa y coreana, muy atmosférica. La segunda parte en ocasiones parece un anime live action.

Exhuma, sobre todo en la segunda parte que he comentado, no me parece tanto una película de terror como, casi, una película de aventuras folklóricas, con los engranajes habituales del género: la confección del grupo de aventureros/cazafantasmas, el enfrentamiento con monstruos mitológicos, el bosque como espacio de indeterminación y misterio, el envejecido templo budista como lugar de lucha en contraste con la hipertecnológica ciudad sin alma, la incapacidad de las personas modernas de entender como funcionan las viejas creencias... Al fin y al cabo, es una cinta que, bajo el velo de lo sobrenatural, está hablando de la historia y los traumas de Corea.
25 de junio de 2024 3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
El Proyecto de la Bruja de Blair es al cine de terror lo que la Macarena a la historia de la música popular. La única manera de valorarla de una manera justa es teniendo en cuenta que es, como la Macarena, una película hecha literalmente con cuatro duros, una película amateur sin pretensiones de dos amigos que no habían hecho nada antes y que sólo querían entretener. Y que, gracias al éxito de un boca-oreja genuino, cayó en manos de unos distribuidores que la explotaron a nivel de marketing de una manera que superó a la propia película. ¿Es una película buena? Pues no mucho. ¿Hace cosas bien? Algunas, pero tampoco demasiadas. ¿Hace cosas mal? Muchas. ¿A nivel cinematográfico tiene algún tipo de valor? Prácticamente ninguno. ¿Supuso un antes y un después en el cine de terror? Sí, rotundamente sí.

El éxito de la Bruja de Blair en el cine popular fue tan enorme que se puede decir que fue una de las últimas películas de terror, o del cine en general, en ser un auténtico éxito arrollador a nivel popular, básicamente transmitido por el boca-oreja. En 1999 la gente todavía iba al cine y, por supuesto, no existían a nivel extendido plataformas de cine en casa como Netflix o Prime. Se ha de tener en cuenta que, en aquella época, 1999, Internet estaba todavía en la prehistoria. En España mucha gente no lo tenía y quien lo "disfrutaba" era un Internet rupestre, quejumbroso, con módems que chillaban, lento, aparatoso, sin redes sociales y con webs hechas con un palo y una piedra. La Bruja de Blair se inserta en éste contexto, porque fue este Internet irreconocible hoy el que contribuyó al éxito de la película, en aquellos foros cuadriculados y chats vintage como el ínclito IRC, el MSN o el ICQ. Su éxito comercial, durante los veinticinco años después a su estreno se ha intentado emular por parte de las productoras, intentando crear falsas expectativas, clickbaits y boca-orejas inexistentes. Un ejemplo de esta "creación" de un falso boca-oreja con éxito es el de una clara hija de la Bruja de Blair, Paranormal Activity, ya también bastante envejecida.

Por lo tanto, el primer valor (y casi el único) de la Bruja de Blair es el histórico. El que escribe estas palabras la vio en el cine con 15 años y recuerdo salir totalmente aterrorizado de la sala. Vista hace unos días, sin haberla visto jamás en casi 25 años, me he encontrado con una película torpe e ingenua que, sorprendentemente, hace cosas bien que fueron la chispa que encendió la hoguera arrasadora que supuso. ¿Y cuáles son estas cosas que hace bien? VER SPOILERS (muy menores) y seguir a continuación.

Esta distribución de la información es la que después los creadores de la película supieron explotar de manera muy hábil e inteligente en esos foros y webs prehistóricas, creando una mitología para la película (que en la película sólo dejan intuir) que siempre guardaba información (que, probablemente, nunca estuvo) y hacía que los usuarios de Internet de 1999 y el 2000 se rompieran la cabeza con teorías a cada cual más rocambolesca.

En esta distribución también está el concepto clave de pretender que la película es real. Ésta es otra de las cosas que la Bruja de Blair hizo muy bien. Hemos de volver sobre el tema que la película es, literalmente, un proyecto de estudiantes sin presupuesto y sus dos creadores usaron metacinematográficamente esta idea, después repetida hasta la saciedad (REC, Paranormal Activity, etc), de hacer que sean unos estudiantes de cine los que graban la película, saltándose así la escasez de medios y aportando una frescura original que contribuye a la credibilidad de todo el tinglado y a que, lo más importante, exista una cierta suspensión de la credibilidad, tan crucial en el cine de terror. Es cierto que la Bruja de Blair no crea el subgénero del metraje encontrado, pero la suspensión de la credibilidad, distribución de la información y aprovechamiento de marketing posterior, lo hace tan bien, que podríamos decir que sí que crea el subgénero del found footage desde una perspectiva moderna.

¿Y qué cosas hace mal? Pues muchas y tampoco hace falta extenderse en ellas. Muchas son provocadas por la falta de presupuesto. Otras, por la ingenuidad del proyecto. Actuaciones torponas, de tan amateurs casi creíbles. Un ritmo claramente mejorable, con tramos que o bien te aburren o bien te sumen en la confusión que viven los propios protagonistas. Reacciones de los protagonistas que, en ocasiones, pueden parecer estúpidas. Es natural que, a los boomers que no vieron la película durante la adolescencia, les parezca una película ridícula y risible. Y que a la chavalada no les diga nada, porque ya lo han visto mil veces antes en las películas ya citadas y en muchas otras.

En resumen, verla hoy es más bien un ejercicio arqueológico y curioso. Quien se acerque a ella con la intención de vivir una experiencia cinematográfica probablemente se lleve una gran decepción. Quien quiera verla como una bisagra que supuso un antes y un después en el cine de terror popular, se sentirá recompensado.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
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En primer lugar la distribución de la información. La clave principal de la Bruja de Blair es que no sabes qué narices está pasando en ningún momento y esto crea una atmósfera hostil. En la tradición del buen cine de terror, la sensación de extrañeza se construye a base de pequeños detalles que se van acumulando: las pilas de piedras, los muñecos vudú colgados de los árboles, la influencia demoníaca que hace que los tres protagonistas se comporten de manera errática y absurda, el chaval mirando una esquina, etcétera. La película no te explica por qué pasa todo esto, si realmente está pasando o es todo cosa de unos urbanitas perdidos y estúpidos, si es una broma de unos paletos crueles o realmente hay algo sobrenatural de por medio.
1 de julio de 2024
5 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Late night with the Devil se plantea como un metraje encontrado con una anécdota simple: la emisión de una posesión "real" en un programa nocturno de variedades de los 70. Pero detrás de la apariencia sencilla, hasta cutre, hay mucho, mucho más. Hablo de esto en los spoilers (1). Y es que uno de los puntos que me ha parecido más brillantes de la película es como engaña al espectador, a la vez que al protagonista, el presentador Jack Delroy, con un juego metanarrativo construido con mucha astucia y mala leche.

Es muy difícil hablar de esta película sin caer en el spoiler que arruine la experiencia. A primera vista, la película es una maravilla en todos los aspectos: narrativo, técnico, en las composiciones, el uso del encuadre y las actuaciones, sobre todo las de Jack y la niña. Además, es fresca, muy original en su idea núcleo y en sus otros niveles de lectura (ver spoilers).

Eso sí, has de comprar el ticket de su propuesta, porque es una historia demandante. Si no entras en el juego, puedes sentir rechazo y aburrimiento. Ojo, es una película de bajo presupuesto, con uso de la IA, zooms y efectos que remiten al cine de terror y ocultismo de baratillo de los 70. Es como si un grupo doom stoner, tipo Electric Wizard, hiciera una película. Al fin y al cabo es australiana e independiente, no made in Hollywood.

Una cosa sorprendente es lo bien documentada que está. Muchas cosas que parecen de mentira y cutres son hechos reales o basados en la realidad: algún rito intuido, el tipo de gente que hay en una secta satánica, las máscaras, el símbolo del búho/lechuza, el Bohemian Grove, The Process Church of the Final Days, The Finders y los niños, ese D'Abo laveyano, el asedio de Waco... como actúa la "niña" es muy parecido a como se comportan personas que dicen (si crees en estas cosas) estar poseídas, sobre todo la mirada y los rictus de brazos y cuerpo cuando está sentada y aparentemente tranquilita. Excepto por la voz de cazalla, tipo Evil Dead, concesión al terror más de comedia y al Exorcista.

Quizá de lo único que adolece es que se podría haber mejorado el ritmo, pero así te pilla por sorpresa cuando todo empieza a desarrollarse. En resumen, si te gusta el terror y quieres ver una película pequeña pero original, mucho más profunda y bien construida de lo que parece la anécdota inicial, te gustará. No le pongo más de un 9 porque, a pesar de ser una muy buena película, no me ha atrapado en lo personal para decir que es una obra maestra (pero está muy cerca).

Si buscas un terror más al uso o no quieres que un demonio te coma el alma, no te gustará.
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1) Lo que estamos viendo es la impresión producida (en la propia película, la de verdad, la que vemos nosotros, no el falso programa de los 70) por el demonio a través de la mente de Delroy, el protagonista. El programa sólo sería una parte de la narración, siempre desde el punto de vista de Jack.

Al principio te avisan que veremos el metraje encontrado del late night (en 4:3) y otro metraje adicional: en 4K y las partes en B/N, que no tienen ninguna cámara "real" registrando, pero que forman parte de la mente de Delroy, tal y como nos explica el ilusionista cuando hipnotiza al ayudante. Por lo tanto, es y no es un metraje encontrado: es el "metraje" de la mente de Jack.

Esto se debe a que Abraxas, como también se nos dice, le gusta jugar con la confusión. Por ello hay momentos donde el demonio rompe la cuarta pared mirándonos a nosotros directamente (la niña nos mira, nos sonríe, sale una cara sobre el ruido blanco, etc) o Delroy nos grita que no sigamos mirando, que apaguemos la tv.

Los dos autores son mucho más finos de lo que parece a la hora de plantear una ambigüedad continua (como ya hacían en su anterior película): todo es real o es sólo un montaje de tv para aumentar audiencia? El género es comedia o es terror? Está pasando todo realmente o es un truco del demonio? Jack ha matado a todos o no? Y así mil detalles más.

Algunos son geniales. Por ejemplo, la película en realidad habla, en su segundo nivel de lectura, de cómo para tener el éxito en los medios de comunicación has de vender tu alma, tu mente y todo lo que más quieres, al "demonio". Habla de lo que es capaz de hacer alguien por el poder. Y, en un momento hacia el final, cuando Jack está rodeado por la secta, se ve que son, a la vez, el público (el personaje del mono de esqueleto, etc). Estableciendo un paralelismo visual entre el público y el demonio a quien él vende el alma. Toda la película tiene detalles así.

Late night es como un juego satírico de muñecas rusas, donde la verdadera víctima no es Jack, somos nosotros, los espectadores reales. Esta es quizá la idea más brillante. Hay la capa del programa, la de la mente de Jack y la nuestra, lo que estamos viendo. Porque el demonio nos quiere crear a nosotros caos, confusión (como lo hacen los medios de comunicación). Al final tú, el espectador, eres su víctima.
25 de junio de 2024
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película de bajísimo presupuesto (casi parece un proyecto de la ESCAC, rodado en Terrassa), que aprovecha al milímetro y de manera muy inteligente cada uno de sus recursos. Sin duda, marca un camino que podría seguir el cine español para dignificarse.

Hay muchas cosas buenas a destacar de La mesita del comedor. En primer lugar, diría lo bien que Casas ha leído el cine de Hitchcock y lo sabe incorporar al costumbrismo descacharrante del cine español. Una de las películas del capo del cine de suspense que más trasluce aquí es La Soga, con aquel cadáver McGuffin en medio de la sala que va generando una sensación terrible y acumulativa de suspense, hasta que todo explota. Y es que La mesita no es una película de terror, es una película de suspense negrísimo y cruel que no te deja respirar. A los resortes del suspense, que tan bien usa Casas, se ha de añadir un ambiente realista de tan español, cañí. Ver SPOILERS (menores) 1.

Con una atmósfera de realismo mágico negro muy bien trabajada, sólo hay que ver como plantean la iluminación hiperrealista y siniestra de la primera secuencia en la tienda de muebles El Hipopótamo, que parece sacada de una película de David Lynch. O como usan el fuera de campo durante todas las escenas en el salón.

Otra cosa muy destacable es ellos dos, que hacen una actuación de 10, de quitarse el sombrero. Tanto David Pareja como Estefanía de los Santos están extraordinarios, sobre todo Pareja, quien lleva el peso de la cinta y hace un trabajo acojonante que te pone los pelos de punta. Que los dos protagonistas estén bien es imprescindible en una película como La mesita del comedor, porque es una historia que se construye por acumulación de situaciones absurdas, que se van encadenando y que, para un extranjero pueden parecer surrealistas o irreales, pero que para un español resultan cercanas y realistas. Por lo tanto, el absurdo de todo este dramón necesita de unas actuaciones muy creíbles, y ellos dos han sabido llevarlo a la perfección.

Un elemento narrativo que me ha gustado muchísimo es el segundo nivel de lectura de la película. VER SPOILERS (mayores, no los leas si no la has visto!) 2.

Terminando, una película muy recomendada si te quieres subir a esta montaña rusa escalofriante o, mejor dicho, túnel del terror, para pasarlo mal y estar pegado al sofá. Si quieres algo más ligero y que te transmita buenas vibraciones, por el amor de Dios, quiérete y no la veas. Estás avisado.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
(1) La niña acosadora que parece una twittera actual, la vecina cotilla y cringe de La Comunidad, el vendedor viscoso sacado de Aquí no hay quien viva, el tan necesario alivio cómico de la segunda parejita (Claudia Riera y Josep María Riera, magníficos), que suponen un contraste con la dramática y disfuncional pareja protagonista.

(2) La película, en realidad, habla de unos millenials mayores y encanecidos que tienen un hijo ya muy tarde y cuyas vidas, al tener el niño, se terminan de manera simbólica (en la película, de manera expresionista, se terminan literalmente). Una pareja condenada y rota de antemano, como tantas de hoy en día. El McGuffin de la mesita o de la cabeza del niño muerto es el elemento central de su decadencia. Este segundo nivel queda confirmado con los diálogos de contraste que tienen ellos dos con la pareja feliz del hermano y la chiquilla, durante la cena.
25 de julio de 2024 2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pues bueno, me he acercado a verla con espíritu de juego, esperando ver una hojaza parroquial de propaganda woke tipo Cuerpo abierto o Pobres criaturas, de esas que tachan todas las X para pillar subvenciones. Pero me he encontrado con una película pequeña de bajo presupuesto (bien aprovechado), con una idea central muy buena, sólida y bien ejecutada en todos sus aspectos (sobre todo en el uso del color, de lo que más me ha gustado de toda ella). Lastrada por algunos fallos garrafales que, de no tenerlos, podrían haberla llevado más allá del 6 justito.

La comento más en detalle en la zona de spoilers. Aquí dejo algunas notas generales para quien no la haya visto. La película aprovecha muy bien los recursos. La fotografía es excelente: tiene ideas de iluminación extraordinarias (la luz del patio que se enciende y apaga, la progresiva tonalidad de carne y sangre que lo invade todo), usa la profundidad de campo con mucha habilidad (la escena del túnel, los inteligentes desenfoques, etc). Y sobre todo, como ya dije, el color (incluso en su saturación más o menos acusada), especialmente el uso que hace del verde durante toda la película, especialmente ligada a la segunda lectura del filme. Compositivamente también es rendidora, pienso en las composiciones de jaula, en como usa los movimientos de cámara de desestabilización, etc.

A nivel actoral está excelente, no solo en sus actuaciones (de todos ellos), también en la dirección de actores. Garland usa formas clásicas de dirección actoral como el "cazador y la presa" en la distribución espacial de los actores en diferentes escenas. En otras, ofrece una combinación de la dirección de actores con el fuera de campo muy astuta (lo vimos ya en Aniquilación), como cuando el cura chungo le pone la mano en el muslamen para luego negarte verla para generar inquietud internalizada (y así muchos otros detalles).

Donde falla es en el montaje. Tiene alguna idea de montaje buena, pero en otras Garland se quiere demasiado a si mismo y se deja llevar por la estética. La excelente escena metafórica de la invocación musical en el túnel-vagina habría sido mucho mejor sin unos innecesarios contraplanos de ella recortada a contraluz, pero supongo que eran demasiado aesthetics para no ponerlos. Y es que éste es uno de los fallos garrafales de Men (hay más): es una peli que se quiere mucho y se deja hundir por su propia idea (el qué) sin prestar atención precisa al desarrollo (el cómo).

La película es un tratado sobre el maltrato masculino (a todos los niveles, del más directo, a muchos otros menores, pero muy realistas y cotidianos), mezclado con un segundo nivel de lectura, que trato en los spoilers (el Hombre Verde y su simbología). Y aquí está muy fina. No hay chorradas woke, ni aliades que valgan. Pero, a la vez, hace trazos gruesos en su desarrollo, dibujando con un 6 y un 4 al antagonista principal: "el macho eterno". En algunos diálogos es muy bueno (el que culmina la película es demoledor y certero), en otros parece que estemos viendo una telenovela turca. Y así todo. Que Garland pisa con mucho donaire ya lo hemos visto en todas sus otras películas, no es amigo de los alivios cómicos, detalle que habría arreglado bastante la película.

Como película de terror es cumplidora, aunque es un poco irritante por la pomposidad general de la propuesta (sobre ésto, más en los spoilers). Genera inquietud? Sí. Especialmente a los hombres que la vean, porque seamos claros, la película no va dirigida a las mujeres, aunque lo parezca. Está dirigida por un hombre y va dirigida a ellos, haciéndoles de espejo. Será que el maltrato masculino se ha inventado ayer. Al contrario, es una cosa desgraciadamente universal y se manifiesta de muchas maneras.

Y por qué no decirlo, he de reconocer que lo que más me gusta de Men es leer los comentarios de señores enfadados que la han visto. Durante toda la película y hasta el final no podía dejar de tararear en mi cabeza aquella mítica canción de Alaska: "Sin dudar, iré a buscar, quiero encontrar, sí! Un hombre de verdad." Recomendada si tu también estás buscando un hombre de verdad.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Uno de los peores fallos de la película, quizá el peor de todos, es la caracterización de la protagonista. Una cuestión muy básica de la escritura de cualquier historia es que, cuando creas a un protagonista, sus características y desarrollo están pensados para que el lector o espectador se sienta identificado con él. Ya lo encontramos en la Poética de Aristóteles, hace siglos, y se ha seguido haciendo hasta hoy porque no hay otra. Pero aquí Garland nos presenta a una tía millonaria y atractiva: ojo, casi nada, en lugar de beber o meterse benzos como haría cualquier pobretón, para superar el maltrato de su marido suicidado se alquila un casoplón medieval en medio del campo que le debe costar unas 1000 cucas a la semana mínimo. Además vive en un dúplex en la City, a las orillas del Támesis, una de las zonas más caras ya no de Europa, si no de todo el mundo. Lo que no entiendo es como alguien que vive en la City conduce un Ford Fiesta. Ignoto.

Hay una escena bastante ridícula que ejemplifica esto a la perfección. Está la muchacha en el casoplón con un vestidito largo estilo Jane Austen, trabajando en alguna pedrada creativa delante de su Macbook Apple y comiéndose un pomelo (ha de ser vegana, todos lo sabemos), mientras un calvo desnudo pajarea por detrás rompiéndole el ambiente idílico. Este tipo de cosas son a las que me refiero con lo de la pomposidad, hay muchas durante toda la peli. Hay una especie de rechazo inconsciente y visceral a los pobres, a la religión y a la gente de campo. El calvo de mal rollo se dice que es una especie de vagabundo; el amo de la casa de dientes prominentes tipo Lobo Feroz es un hombre antiguo, rural y solitario (hasta se ríen de él ella y su amiga urbanita, diciendo "putos paletos", sin ironía alguna); tras los insultos del niño gnomo y los manoseos creepy del cura que parece un Julian Sands traído por Aliexpres, la protagonista no se va, se queda porque claro, dice su amiga, ellas son de ciudad y esta gente de campo no la va a acojonar.

De verdad sólo se dirige a chicas ricas y urbanas? No. Por alguna razón desconocida la clase media y los ricos pretenden que sus traumas y movidas sean compartidas por todo el mundo.

Por otro lado, una de las ideas más brillantes de la película es su segundo nivel de lectura. Aquí hay que saber qué es el motivo folclórico del dios-que-muere-y-renace (Attis, Adonis, Dumuzid, el Hombre Verde y muchos otros). En el mito de Attis vemos como "lo masculino" es la expresión material y desechable de lo que hay por debajo, de la Gran Madre (Agdistis, Deméter). Lo femenino es la potencia subterránea, sin forma, eterna, magmática, acuática, aquello que da vida sin tener forma definida (la Tierra). El hijo de lo femenino (la vegetación), es aquello que tiene forma física definida y, por lo tanto, está sujeto a la caducidad y al renacer. El segundo necesita de la primera (como queda expresado en la película muy bien). Pero claro, estamos en el siglo XXI, y hoy en día el dios-que-muere-y-renace da un poco de penilla, está ya para la jubilación. Garland lo caracteriza de una manera grotesca y distorsionada, un espantapájaros lamentable. Es un poco "para lo que nos hemos quedao".

Tampoco es que esté diciendo la película que todos los hombres sean malvados, pero en este segundo nivel de lectura hay como una especie de auto odio, que expresa que en la esencia de lo masculino hay algo que necesita de lo femenino y que puede expresarse de una forma terrible (el maltrato). Si sientes que está diciendo que todos los hombres son malos, por favor, revísate.

Al final te hace la 3/14 y quien muere y renace es ella, redondeando muy bien este Via Crucis que odia sin querer a pobres y rurales. Pues eso. Muy de hoy.
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