You must be a loged user to know your affinity with Fernando____C___
Críticas ordenadas por utilidad
Movie added to list
Movie removed from list
An error occurred

4.6
3,673
1
27 de septiembre de 2024
27 de septiembre de 2024
69 de 97 usuarios han encontrado esta crítica útil
Megalópolis, el regreso de Francis Ford Coppola, director de El padrino, Apocalypse Now, al cine, es la cosa más indescriptible que yo creo que se ha hecho jamás.
Ósea, la película es mala, tiene un guión, una dirección, una narrativa, es que no hay adjetivo para describirlo,
A mí me ha dado la sensación de que Coppola ha dicho “voy a hacer el Ciudadano Kane del siglo XXI” (de hecho tiene un homenaje en cierto momento al logo de la RKO), es todo lo una sucesión de sin sentidos de guión, dirección y narrativa cinematográfica, como diciendo “estoy innovando el lenguaje cinematográfico”, por ejemplificar lo que digo, en Ciudadano Kane hay un momento en el que el personaje de Charles Foster Kane le preguntan “¿qué sabe usted de dirigir un periódico?” a lo que responde “Yo no sé nada de dirigir un periódico, voy improvisando sobre la marcha”, que es un guiño de Orson Welles siendo consciente de que es un tipo que viene de la radio y está experimentando con la narrativa cinematográfica, bueno, pues creo que Coppola vio esta escena y se lo tomó literalmente.
Cada escena de Megalópolis es un sin sentido, es que no hay por dónde cogerlo.
Tiene un transfondo político que resulta interesante, pero es que no entiendo lo que quiere contar realmente, a lo mejor es que yo soy demasiado tonto como comprender lo que Coppola quiera. De verdad, si alguien me lo explica lo agradeceré porque me ha dejado impactado.
Sí eres cinéfilo yo creo que hay que ver la película en cines, porque lo vas a flipar en colores. A mí me dan ganas de volver a verla, no pagando otra entrada porque tampoco compensa tanto, pero cuando salga en stream o Blu Ray quiero volver a verla, porque es toda una experiencia. Casi podría decirse que es una película que no sabes si es el peor truño de la historia o una obra maestra revolucionaria.
Ósea, la película es mala, tiene un guión, una dirección, una narrativa, es que no hay adjetivo para describirlo,
A mí me ha dado la sensación de que Coppola ha dicho “voy a hacer el Ciudadano Kane del siglo XXI” (de hecho tiene un homenaje en cierto momento al logo de la RKO), es todo lo una sucesión de sin sentidos de guión, dirección y narrativa cinematográfica, como diciendo “estoy innovando el lenguaje cinematográfico”, por ejemplificar lo que digo, en Ciudadano Kane hay un momento en el que el personaje de Charles Foster Kane le preguntan “¿qué sabe usted de dirigir un periódico?” a lo que responde “Yo no sé nada de dirigir un periódico, voy improvisando sobre la marcha”, que es un guiño de Orson Welles siendo consciente de que es un tipo que viene de la radio y está experimentando con la narrativa cinematográfica, bueno, pues creo que Coppola vio esta escena y se lo tomó literalmente.
Cada escena de Megalópolis es un sin sentido, es que no hay por dónde cogerlo.
Tiene un transfondo político que resulta interesante, pero es que no entiendo lo que quiere contar realmente, a lo mejor es que yo soy demasiado tonto como comprender lo que Coppola quiera. De verdad, si alguien me lo explica lo agradeceré porque me ha dejado impactado.
Sí eres cinéfilo yo creo que hay que ver la película en cines, porque lo vas a flipar en colores. A mí me dan ganas de volver a verla, no pagando otra entrada porque tampoco compensa tanto, pero cuando salga en stream o Blu Ray quiero volver a verla, porque es toda una experiencia. Casi podría decirse que es una película que no sabes si es el peor truño de la historia o una obra maestra revolucionaria.

5.7
18,743
8
10 de septiembre de 2024
10 de septiembre de 2024
9 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mucho mejor que el montaje original, pero se nota que Ridley Scott sigue sin contar todo lo que tenía.
Primero, dos matices:
A nivel histórico, esta película no cumple, empezando por la edad de los protagonistas respecto a las personas reales que interpretan, además de otros muchos errores, o más que errores, licencias artísticas que se toma la película. En ese sentido, voy a romper una lanza a favor de la película tomando como ejemplo lo que pasaba en muchos dramas históricos de Shakespeare, en los que se inventaba grandes detalles para adecuarlo a la historia que quería contar. Eso es lo que hace Ridley Scott aquí, o lo que hizo David Fincher con la reciente Mank.
Después, Napoleón es uno de mis personajes históricos favoritos. Una de mis novelas favoritas (aunque más que novela yo diría que es una crónica) es Bonaparte en Egipto de Jacques Benoist-Méchin, y la película muda Napoleón de Abel Gance es una de mis favoritas de todos los tiempos. Me encanta este personaje histórico. Personalmente, esta nueva versión me ha gustado. La original no me parecía una mala película (a pesar de sus muchos errores), pero no me gustó nada porque iba con unas expectativas que implicaban encontrarme con una película épica en la línea del Napoleón de Abel Gance. Creo que eso me hizo juzgar mal la película y no entender lo que realmente Scott quería contar, y aquí queda más claro. Así que, aunque no es el Napoleón que a mí me hubiese gustado ver, me convence e interesa esta versión de Scott.
Eso sí, maldita sea, sacar a Thomas Alexandre Dumas para esto… no, joder. Esto no tiene nada que ver con lo cinematográfico; simplemente, a mí personalmente me encanta ese personaje histórico y me hubiese gustado que lo exploraran un poco más.
Aclarado eso:
Este nuevo montaje de tres horas y media (aunque en realidad son tres horas y quince minutos, el resto son créditos finales) mejora bastante lo visto anteriormente. Las escenas de acción son las mismas, no busques novedad en ese aspecto. Lo que sí hace es añadir escenas que ayudan a completar mejor el desarrollo de los personajes de Napoleón y Josefina, y en general, toda la trama.
Esta versión de Napoleón que hace Ridley Scott, viendo este montaje que sirve como su versión del director (aunque las primeras noticias hablaban de un montaje de cuatro horas), permite comprender mejor el Napoleón que Scott quiere dibujar. A mí personalmente me recuerda a una mezcla entre Ciudadano Kane y Barry Lyndon, no por la historia o la narrativa, sino por los personajes de Barry Lyndon y Charles Foster Kane. En el sentido de que es un hombre muy pagado de sí mismo, pero que a su vez tiene un sentido infantil (es un niño en realidad), lo que lo humaniza muchísimo y le da un fondo muy aterrador, pero coherente con los tiempos de tensión geopolítica que vivimos. Scott muestra cómo el destino del mundo, o de millones de personas, se somete a la ambición y voluntad de personas que no deberían ostentar tanto poder.
Añadiendo escenas tan cortas pero imprescindibles, como cuando dice “de lo único que puedes estar segura es de mi vuelta a tu lado”, o el pasado de Josefina, se da un mejor desarrollo a los personajes y su carga dramática.
El montaje en sí también es una notable mejora. A diferencia del original, no tienes tanto la sensación de que “aquí faltan trozos de película”. Y digo “tanto” porque es cierto que hay personajes que se nota tenían una presencia mayor de la que al final tienen, como Junot (se nota que hay algo con Napoleón), el Zar de Rusia como némesis de Napoleón, o la madre (porque esa es la figura clave para entender a este Napoleón). Por eso digo que se nota que aún faltan cosas por contar, que quizás correspondan a esa hora que falta y conformaría las cuatro horas originales, pero no se siente abrupta. Se toma pausas para que las cosas fluyan de forma más natural, no acelerada. En la original, Napoleón se casa con Josefina y no se para ni un minuto a explorar eso, o el golpe de estado; todo funciona mejor. Aunque el regreso de Napoleón del exilio sí se siente acelerado, ahí había más metraje. Me ha recordado el caso de otra película que vi recientemente, El curioso caso de Benjamin Button, cuando tras una ruptura, un personaje se va de aventuras por el mundo y eso se cuenta de forma muy acelerada, causando un problema narrativo, ya que no se produce un encuentro épico porque está hecho de prisa y corriendo. Aquí pasa lo mismo con el regreso, o sea, que ha estado exiliado cinco minutos, o con la enfermedad de Josefina: no hay una épica de decir “está sufriendo, aguantando como puede hasta al final encontrarse de nuevo con él”.
De hecho, es en las primeras dos horas cuando se nota el añadido de escenas. A partir del divorcio con Josefina, la película no cambia mucho respecto al montaje original. Añaden alguna escena más, como una del Zar que hace más fluida la trama de la invasión a Rusia, la cual también tiene alguna escena añadida, como Napoleón huyendo de Rusia en una escena imprescindible, y otra con la madre de Napoleón. De nuevo, todo ayuda a que la trama se desarrolle de forma más fluida y a que los personajes se desarrollen mejor, pero nada que suponga una diferencia notable como sucede en las primeras dos horas.
También se nota más la intención de acercarse al cine mudo, porque los diálogos en Napoleón de Scott son muy parcos. Lo realmente importante son las imágenes y las miradas de los actores. Por cierto, los actores están brutales: Joaquin Phoenix, titánico como siempre, pero eso ya se da por supuesto siendo él. Quien se roba la atención en cada escena es Vanessa Kirby como Josefina. (No he visto Fragmentos de una mujer). Yo diría que es su mejor interpretación hasta el momento: está increíble, se come la pantalla. Cada vez que aparece, es una clase magistral de interpretación, y está más bella que nunca.
Yo creo que habría que darle una segunda oportunidad, sabiendo el juego que propone Scott.
A ver si algún día scan las cuatro horas.
Primero, dos matices:
A nivel histórico, esta película no cumple, empezando por la edad de los protagonistas respecto a las personas reales que interpretan, además de otros muchos errores, o más que errores, licencias artísticas que se toma la película. En ese sentido, voy a romper una lanza a favor de la película tomando como ejemplo lo que pasaba en muchos dramas históricos de Shakespeare, en los que se inventaba grandes detalles para adecuarlo a la historia que quería contar. Eso es lo que hace Ridley Scott aquí, o lo que hizo David Fincher con la reciente Mank.
Después, Napoleón es uno de mis personajes históricos favoritos. Una de mis novelas favoritas (aunque más que novela yo diría que es una crónica) es Bonaparte en Egipto de Jacques Benoist-Méchin, y la película muda Napoleón de Abel Gance es una de mis favoritas de todos los tiempos. Me encanta este personaje histórico. Personalmente, esta nueva versión me ha gustado. La original no me parecía una mala película (a pesar de sus muchos errores), pero no me gustó nada porque iba con unas expectativas que implicaban encontrarme con una película épica en la línea del Napoleón de Abel Gance. Creo que eso me hizo juzgar mal la película y no entender lo que realmente Scott quería contar, y aquí queda más claro. Así que, aunque no es el Napoleón que a mí me hubiese gustado ver, me convence e interesa esta versión de Scott.
Eso sí, maldita sea, sacar a Thomas Alexandre Dumas para esto… no, joder. Esto no tiene nada que ver con lo cinematográfico; simplemente, a mí personalmente me encanta ese personaje histórico y me hubiese gustado que lo exploraran un poco más.
Aclarado eso:
Este nuevo montaje de tres horas y media (aunque en realidad son tres horas y quince minutos, el resto son créditos finales) mejora bastante lo visto anteriormente. Las escenas de acción son las mismas, no busques novedad en ese aspecto. Lo que sí hace es añadir escenas que ayudan a completar mejor el desarrollo de los personajes de Napoleón y Josefina, y en general, toda la trama.
Esta versión de Napoleón que hace Ridley Scott, viendo este montaje que sirve como su versión del director (aunque las primeras noticias hablaban de un montaje de cuatro horas), permite comprender mejor el Napoleón que Scott quiere dibujar. A mí personalmente me recuerda a una mezcla entre Ciudadano Kane y Barry Lyndon, no por la historia o la narrativa, sino por los personajes de Barry Lyndon y Charles Foster Kane. En el sentido de que es un hombre muy pagado de sí mismo, pero que a su vez tiene un sentido infantil (es un niño en realidad), lo que lo humaniza muchísimo y le da un fondo muy aterrador, pero coherente con los tiempos de tensión geopolítica que vivimos. Scott muestra cómo el destino del mundo, o de millones de personas, se somete a la ambición y voluntad de personas que no deberían ostentar tanto poder.
Añadiendo escenas tan cortas pero imprescindibles, como cuando dice “de lo único que puedes estar segura es de mi vuelta a tu lado”, o el pasado de Josefina, se da un mejor desarrollo a los personajes y su carga dramática.
El montaje en sí también es una notable mejora. A diferencia del original, no tienes tanto la sensación de que “aquí faltan trozos de película”. Y digo “tanto” porque es cierto que hay personajes que se nota tenían una presencia mayor de la que al final tienen, como Junot (se nota que hay algo con Napoleón), el Zar de Rusia como némesis de Napoleón, o la madre (porque esa es la figura clave para entender a este Napoleón). Por eso digo que se nota que aún faltan cosas por contar, que quizás correspondan a esa hora que falta y conformaría las cuatro horas originales, pero no se siente abrupta. Se toma pausas para que las cosas fluyan de forma más natural, no acelerada. En la original, Napoleón se casa con Josefina y no se para ni un minuto a explorar eso, o el golpe de estado; todo funciona mejor. Aunque el regreso de Napoleón del exilio sí se siente acelerado, ahí había más metraje. Me ha recordado el caso de otra película que vi recientemente, El curioso caso de Benjamin Button, cuando tras una ruptura, un personaje se va de aventuras por el mundo y eso se cuenta de forma muy acelerada, causando un problema narrativo, ya que no se produce un encuentro épico porque está hecho de prisa y corriendo. Aquí pasa lo mismo con el regreso, o sea, que ha estado exiliado cinco minutos, o con la enfermedad de Josefina: no hay una épica de decir “está sufriendo, aguantando como puede hasta al final encontrarse de nuevo con él”.
De hecho, es en las primeras dos horas cuando se nota el añadido de escenas. A partir del divorcio con Josefina, la película no cambia mucho respecto al montaje original. Añaden alguna escena más, como una del Zar que hace más fluida la trama de la invasión a Rusia, la cual también tiene alguna escena añadida, como Napoleón huyendo de Rusia en una escena imprescindible, y otra con la madre de Napoleón. De nuevo, todo ayuda a que la trama se desarrolle de forma más fluida y a que los personajes se desarrollen mejor, pero nada que suponga una diferencia notable como sucede en las primeras dos horas.
También se nota más la intención de acercarse al cine mudo, porque los diálogos en Napoleón de Scott son muy parcos. Lo realmente importante son las imágenes y las miradas de los actores. Por cierto, los actores están brutales: Joaquin Phoenix, titánico como siempre, pero eso ya se da por supuesto siendo él. Quien se roba la atención en cada escena es Vanessa Kirby como Josefina. (No he visto Fragmentos de una mujer). Yo diría que es su mejor interpretación hasta el momento: está increíble, se come la pantalla. Cada vez que aparece, es una clase magistral de interpretación, y está más bella que nunca.
Yo creo que habría que darle una segunda oportunidad, sabiendo el juego que propone Scott.
A ver si algún día scan las cuatro horas.

5.8
6,590
6
12 de septiembre de 2024
12 de septiembre de 2024
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Guy Ritchie vuelve a fallar en dar una película de espías a la altura de su cine.
A ver, no es que Guy Ritchie sea John Ford, pero es un tío que ha ofrecido películas más que notables e interesantes sabiendo aportar frescura y calidad al panorama hollywoodiense actual.
Aquí vuelve al que se nota es de sus géneros favoritos, como demostró con Operación Uncle y Operación Fortune, el thrillers de espionaje, pero al igual que aquellas se queda por debajo de la media de su notable cine.
Tomando dos claros referentes para esta película, el más evidente es Malditos Bastardos y el otro Tener y no tener, y alguno dirá “¿Tener y no tener? Si es Casablanca, hasta dicen la frase mítica de “el principio de una gran amistad”, ya, pero hay que tener en cuenta que Tener y no tener ya era un remake encubierto de Casablanca y después el personaje de Eiza González, el cual tiene más en común con el personaje de Lauren Bacall en Tener y no tener que con Ingrid Bergman, hasta hay un clarísimo homenaje a cierta escena de Bacall en Tener y no tener.
Entonces tenemos dos películas en una, por un lado la parte gamberra a lo malditos bastardos y por otra la parte más de cine de espías clásicos, el problema radica en que no sabe qué película contar. Aunque al principio te lo presentan como protagonista, Henry Cavill no es el auténtico protagonista, tiene más tiempo en pantalla Eiza González, ella sería la auténtica protagonista, por lo menos en la primera hora de película, porque esa es otra, la película dura dos horas y pasada la primera hora la película ya se resuelve, el resto es una batalla bélica. Se nota que en esa primera hora la historia que Ritchie quería contar es la de Eiza González, y habría resultado hasta más interesante una película con ella en solitario, porque el grupo de zumbados liderados por Cavill se quedan muy planos, te los presentan pero no tienen un desarrollo que digas “aquí se ha formado una amistad de camaradería entre zumbados” (ósea, 12 del patíbulo) y cuando llega el final, la segunda hora en la que ellos toman el protagonismo, no te importa lo que les pase, y los actores tampoco ayudan, porque salvo Cavill que es un actor muy bueno (por mucho que alguno diga), sabe construir su personaje con una interpretación llena de matices que no están en el guión, sus compañeros no, y tampoco tienen muchos momentos gamberros, sacan alguna sonrisa pero uno espera más; un ejemplo de lo que digo es el momento “corazón”, ahí tenía que haber una secuencia tipo Eli Roth en Malditos bastardos, pues pasa sin pena ni gloria.
Tampoco es de los mejores trabajos detrás de las cámaras de Ritchie, y eso se ve en la parte de Eiza González donde se echa en falta un tono cine negro; ósea, Casablanca si se debe calificar dentro de un género sería romántico y de espías, pero tenía un tono cine negro que le aportaba una intriga y tensión que aquí no hay, de nuevo, tener a una actriz como Eiza González es lo que te salva la película.
Después, el tema de entramado político con el personaje de Winston Churchill con Ian Fleming (porque se cuenta que el personaje que interpreta Cavill fue la inspiración para James Bond) es que no aporta nada, alarga la película innecesariamente, cuando lo mejor, para mí, habría sido guardar a Winston Churchill solo para esa escena final y futuras entregas (porque la película queda abierta para secuela).
¿Y por qué le doy tres estrellas? Porque es muy entretenida, la hora final de batalla es espectacular, tiene a un Eiza González portentosa y a un Henry Cavill divertidísimo, pero totalmente olvidable una vez acaba.
Esperaba más de Guy Ritchie.
A ver, no es que Guy Ritchie sea John Ford, pero es un tío que ha ofrecido películas más que notables e interesantes sabiendo aportar frescura y calidad al panorama hollywoodiense actual.
Aquí vuelve al que se nota es de sus géneros favoritos, como demostró con Operación Uncle y Operación Fortune, el thrillers de espionaje, pero al igual que aquellas se queda por debajo de la media de su notable cine.
Tomando dos claros referentes para esta película, el más evidente es Malditos Bastardos y el otro Tener y no tener, y alguno dirá “¿Tener y no tener? Si es Casablanca, hasta dicen la frase mítica de “el principio de una gran amistad”, ya, pero hay que tener en cuenta que Tener y no tener ya era un remake encubierto de Casablanca y después el personaje de Eiza González, el cual tiene más en común con el personaje de Lauren Bacall en Tener y no tener que con Ingrid Bergman, hasta hay un clarísimo homenaje a cierta escena de Bacall en Tener y no tener.
Entonces tenemos dos películas en una, por un lado la parte gamberra a lo malditos bastardos y por otra la parte más de cine de espías clásicos, el problema radica en que no sabe qué película contar. Aunque al principio te lo presentan como protagonista, Henry Cavill no es el auténtico protagonista, tiene más tiempo en pantalla Eiza González, ella sería la auténtica protagonista, por lo menos en la primera hora de película, porque esa es otra, la película dura dos horas y pasada la primera hora la película ya se resuelve, el resto es una batalla bélica. Se nota que en esa primera hora la historia que Ritchie quería contar es la de Eiza González, y habría resultado hasta más interesante una película con ella en solitario, porque el grupo de zumbados liderados por Cavill se quedan muy planos, te los presentan pero no tienen un desarrollo que digas “aquí se ha formado una amistad de camaradería entre zumbados” (ósea, 12 del patíbulo) y cuando llega el final, la segunda hora en la que ellos toman el protagonismo, no te importa lo que les pase, y los actores tampoco ayudan, porque salvo Cavill que es un actor muy bueno (por mucho que alguno diga), sabe construir su personaje con una interpretación llena de matices que no están en el guión, sus compañeros no, y tampoco tienen muchos momentos gamberros, sacan alguna sonrisa pero uno espera más; un ejemplo de lo que digo es el momento “corazón”, ahí tenía que haber una secuencia tipo Eli Roth en Malditos bastardos, pues pasa sin pena ni gloria.
Tampoco es de los mejores trabajos detrás de las cámaras de Ritchie, y eso se ve en la parte de Eiza González donde se echa en falta un tono cine negro; ósea, Casablanca si se debe calificar dentro de un género sería romántico y de espías, pero tenía un tono cine negro que le aportaba una intriga y tensión que aquí no hay, de nuevo, tener a una actriz como Eiza González es lo que te salva la película.
Después, el tema de entramado político con el personaje de Winston Churchill con Ian Fleming (porque se cuenta que el personaje que interpreta Cavill fue la inspiración para James Bond) es que no aporta nada, alarga la película innecesariamente, cuando lo mejor, para mí, habría sido guardar a Winston Churchill solo para esa escena final y futuras entregas (porque la película queda abierta para secuela).
¿Y por qué le doy tres estrellas? Porque es muy entretenida, la hora final de batalla es espectacular, tiene a un Eiza González portentosa y a un Henry Cavill divertidísimo, pero totalmente olvidable una vez acaba.
Esperaba más de Guy Ritchie.

6.3
11,373
8
10 de septiembre de 2024
10 de septiembre de 2024
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Challengers es una película de pijos con problemas de pijos. Un trío de personas que no puedes ser más tóxicas y capullas.
Es una buena película, muy buena, pero, no empatizo con los personajes, no me importa lo que les pase; hay un momento en el que al personaje de Zendaya le sucede algo con lo que podrías empatizar, pero, no, porque después vuelven al mismo círculo tóxico de siempre.
Aún así, como digo, es muy buena, pero, para mí tiene un problema, y es que los personajes de ellos dos se comen a Zendaya; a ver si me explico, para mí, los personajes secundarios de una película son aquellos que dependen de la interacción con los protagonistas, cojan el Padrino, en las primeras horas de película el protagonismo se divide entre los hermanos Corleone, pero cuando Michael asume el control de la familia el resto de personajes dependen de la interacción con él; aquí, Zendaya tiene muy poco momentos para lucirse en solitario, y es que creo que la historia debía estar enfocada en la amistad entre ellos dos, es de lo que realmente quiere hablar la película, y la figura de Zendaya debió estar más contenida, no decir “tenemos a Zendaya hay que darle mucho tiempo en pantalla”, así te dura la película lo que dura.
En fin, lo dicho, una película de pijos tóxicos con problemas de pijos.
Es una buena película, muy buena, pero, no empatizo con los personajes, no me importa lo que les pase; hay un momento en el que al personaje de Zendaya le sucede algo con lo que podrías empatizar, pero, no, porque después vuelven al mismo círculo tóxico de siempre.
Aún así, como digo, es muy buena, pero, para mí tiene un problema, y es que los personajes de ellos dos se comen a Zendaya; a ver si me explico, para mí, los personajes secundarios de una película son aquellos que dependen de la interacción con los protagonistas, cojan el Padrino, en las primeras horas de película el protagonismo se divide entre los hermanos Corleone, pero cuando Michael asume el control de la familia el resto de personajes dependen de la interacción con él; aquí, Zendaya tiene muy poco momentos para lucirse en solitario, y es que creo que la historia debía estar enfocada en la amistad entre ellos dos, es de lo que realmente quiere hablar la película, y la figura de Zendaya debió estar más contenida, no decir “tenemos a Zendaya hay que darle mucho tiempo en pantalla”, así te dura la película lo que dura.
En fin, lo dicho, una película de pijos tóxicos con problemas de pijos.

4.7
2,066
3
1 de octubre de 2024
1 de octubre de 2024
10 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vamos a ver, quien haya visto Westworld o Ex Machina se puede tomar esta película como una coña, que es lo que debería ser; el clásico chiste de un robot al servicio de los humanos pero resulta que el robot tiene un cuerpo esculpido por Hefesto, y cómo se resuelve, buena, pues para interpretar al robot han cogido a Megan Fox, ya está todo dicho.
No es que uno espere ver algo que no propone la película, pero, caramba, que se tomen en serio esta historia, pretendiendo ser algo dramático, de verdad, no pillo el chiste. Es decir, me metes un drama de una familia en la que la esposa/mujer/madre tiene una enfermedad, y lo mezclas con un argumento de película porno, es que es una película cuya primera hora (bastante larga) mezcla eso, un drama familiar con una película prono, caramba, si querías hacer una porno haz una porno, o tómatelo como a coña limonera y haz una película chiste sobre el tema de la IA sexy.
Luego metes una subtrama de automatización capitalista, para acabar en una insubordinación de robots, que nada tiene que ver con el resto, y no es spoiler, te lo cuentan en el trailer, la película entera está en el trailer, no tiene más.
De las interpretaciones mejor ni hablamos, el protagonista de 365 días (aquella película de Netflix que hizo buena 50 sombras de grey), y Megan Fox haciendo de Megan Fox; Madeline Zima es la única actriz del reparto, una chica que ha estado en varias series de televisión como secundaria (yo la recuerdo por su breve papel en la temporada 3 de Twin Peaks) y se nota que es más actriz que estos dos juntos.
No es que uno espere ver algo que no propone la película, pero, caramba, que se tomen en serio esta historia, pretendiendo ser algo dramático, de verdad, no pillo el chiste. Es decir, me metes un drama de una familia en la que la esposa/mujer/madre tiene una enfermedad, y lo mezclas con un argumento de película porno, es que es una película cuya primera hora (bastante larga) mezcla eso, un drama familiar con una película prono, caramba, si querías hacer una porno haz una porno, o tómatelo como a coña limonera y haz una película chiste sobre el tema de la IA sexy.
Luego metes una subtrama de automatización capitalista, para acabar en una insubordinación de robots, que nada tiene que ver con el resto, y no es spoiler, te lo cuentan en el trailer, la película entera está en el trailer, no tiene más.
De las interpretaciones mejor ni hablamos, el protagonista de 365 días (aquella película de Netflix que hizo buena 50 sombras de grey), y Megan Fox haciendo de Megan Fox; Madeline Zima es la única actriz del reparto, una chica que ha estado en varias series de televisión como secundaria (yo la recuerdo por su breve papel en la temporada 3 de Twin Peaks) y se nota que es más actriz que estos dos juntos.
Más sobre Fernando____C___
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here