Está bien, todos destacan que está película tiene la grandeza de que el director "sabe con lo que juega" no va de película pretenciosa y eso es admirable, sobre todo en una película cuyo argumento consiste en que unos tiburones en un tornado amagaran la ciudad. Por ello se merecería un hurra.

No obstante, la película cae en un error brutal, el director se confía demasiado y pasa a creer que todo lo que va a hacer estará bien, tremebundo error.

La película desafía para empezar toda ley física de una manera inaceptable, tiburones que rugen cuando no tienen pulmones ni cuerdas vocales, sino branquias. Todo esto sumado a unos efectos especiales que dan que desear, la película acaba siendo una locura y un disparate y ahora sí, en el mal sentido.

James Cameron, aprovechando su fama a nivel mundial, no duda ante la posibilidad de querernos implantar sus ideas ecologistas, lástima que lo haga tan tarde.

Primero iré poco a poco para dejar para el final lo realmente importante: de enterada unos personajes planos, sin sentimientos. El personaje del protagonista, al ser minusválido, podría dar mucho más juego, pero no, daba igual que pudiese caminar o no, a efectos el resultado sería igual.

Ahora bien, lo que realmente asusta: James Cameron se ha dado cuenta de lo que el ser humano ha realizado todo este tiempo sobre la capa de ozono, intoxicando el aire, destruyendo bosques... y ha decidido, demasiado tarde, querer que todos los ciudadanos nos hagamos ecologistas, así de bote pronto.

Lo siento James Cameron, el daño está hecho, la capa de ozono ha sido agrietada y su destrucción es inminente, el ser humano ya nada puede hacer, aunque buen intento.

Sin duda, e aquí la obra maestra para aquellos que se deleitan día a día del arte del periodismo, entre los cuales, naturalmente, me incluyo.

Aunque la película tiene tramas sin resolver referidas a los personajes, la historia de la creación del periodismo en Inglaterra prevalece en su autenticidad, los rotulados, la industria de la madera...

La única razón por la que no le doy el 10 es por el machismo incivista que claramente queda reflejado mediante el matrimonio de Welles, aunque por suerte para aquellas mujeres maltratadas queda la esperanza y el valor de sacar un poco de fuerza de voluntad y plantar cara al maltratador, abandonándole y dejandole morir a la intemperie.

E aquí la mayor obra de arte que trata el espíritu humanista del ser humano.

La idea de la película, ya de primeras, te haya gustado o no, es fácil reconocer que es grandilocuente.

Cada uno da lo que recibe, es de sobra sabido y conocido, el ser humano no es un simple ser vil y frío que se mueve por el ego, eso es sólo lo que hoy en día uno se cree, especialmente si vive en las grandes sociedades.

El resto de la crítica la hago en el SPOILER:

E aquí otra película que la sociedad te obliga a puntuar con alta nota para que puedas formar parte de ella. Nunca me ha gustado que la gente pierda su identidad, como el buen y sabio Vygotski dijo, para fusionarla con la identidad del grupo social.

En cuanto a la película en sí, es retorcida, a mi parecer tiene fallos en la trama, y sobre todo una cosa: pretenciosos diálogos. A ver chavales, que ver a un hombre declarar un pasaje bíblico no es algo para decir: "uau, que profundo y que artístico". Lo que pasa es que como el director es Tarantino, tenemos que creernos que es genial y grandiososo lo que hace, pues no. Yo no me lo trago.

Unos homosexuales dando por culo a un mafioso no es arte, es simplemente pretenciosidad y una ida de olla en el peor de los sentidos.