Es la típica película entretenida a más no poder con el distintivo sello de Hollywood, es decir un par de actores de renombre con un guión que se presta para la acción y harto patrioterismo de yapa. Si no le pongo una estrellita es porque de vez en cuando, la veo de casualidad y me mantiene entretenido cuando no hay nada más que hacer. Pero si fuese realmente analítico, mmmmmmmmmmm el guión hace aguas por varios lados. (ver en spoiler)

Film de Ron Howard, protagonizado por, el antes más taquillero, Tom Hanks. Basada en el best seller homónimo de Don Brown esta película que pasará, de seguro, rápidamente al olvido, entretenida entretenida, no es, pero se deja ver bastante bien, ya que cuenta con una trama contada de manera lineal (que va yendo de menos a más), consistente en la cual los sucesos se van dando uno tras otro conservando un buen ritmo hasta llegar a un final complicado, pero sembrado de a pocos por muchas intrigas que se van mostrando a lo largo de la trama. El profesor Robert Langdom (T. Hanks) con aires detectivescos, secundado por su compañera de turno la científica Vittoria Vetra (Ayelet Zuret) emprende la búsqueda (no sólo contra el tiempo y el enemigo sino también con la gente del propio vaticano, que le pondrá algunas trabas) del templo oculto de los illuminati. Hábilmente guiado por su pericia, Langdom va siguiendo cada una de las pistas para así impedir la destrucción del vaticano por la antimateria “forjada en un laboratorio”, y resolver la intriga originada en la santa sede. Si bien la película puede resultar algo pretenciosa al querer enfrentar sobremanera religión vs ciencia, no logra su cometido para nada, como entretenimiento pues bien. Sobresale Ewan McGregor sobre el reparto, sin llegar a ser algo extraordinario, además de buenas recreaciones y banda sonora correctísima.