La película intenta explorar el legado del Holocausto a través del viaje de dos primos a Polonia. Sin embargo, su narrativa se siente algo desconectada. Por un lado, está el homenaje al sufrimiento histórico, por otro, la historia personal de los protagonistas, que parece más un recurso para abordar el tema central que una trama bien integrada. Esta falta de cohesión dificulta que ambas líneas argumentales se complementen de forma natural.

Además, la música, aunque emotiva, toma un protagonismo excesivo. Su constante presencia puede saturar y descentrar al espectador en lugar de complementar la narrativa.

La ambientación está muy lograda, sin embargo, el ritmo de la serie es extremadamente lento, hasta el punto de que en muchos episodios parece que apenas ocurre nada. Aunque la historia tiene momentos interesantes, el desarrollo se alarga demasiado, lo que hace que la tensión se diluya y que el misterio pierda fuerza. Para ser una serie de terror, le falta terror, y en su lugar apuesta más por el drama. Prácticamente hasta bien avanzada la serie no se empieza a entender qué está pasando realmente, lo que hace que la trama se vuelva más confusa y poco cautivadora.

La película parece copiar en la mayor parte del metraje a "El silencio de los corderos" y "Carrie". Lo novedoso aparece hacia el final, lo que hace que se torne algo pesada y poco interesante.
El título "Longlegs" no se entiende bien, a no ser que sea un intento de crear un personaje icónico al estilo de "Slenderman".
Crear algo completamente original es difícil hoy en día, pero podría haberse hecho una referencia más breve a las películas clásicas y extendido más la parte original.