La capacidad de los guionistas de crear guiones con un nivel argumentativo magnífico hacen que la película no necesite ningún tipo de escenario más que una habitación. Todos los puntos de vista sobre un tema que se pudieran argumentar en una sociedad están representados por unos actores de sobresaliente que ponen en manifiesto la poca importancia que algunos individuos le dan a la vida. "Es latente el pésimo juicio que se hace cuando se tienen prejuicios".

La conciliación de la vida laboral y familiar puede verse dañada cuando tu trabajo te absorbe y no puedes renunciar a él por imposición familiar. Es entonces cuando debes mantener un equilibrio entre la familia con la que te criaste y la familia que estás intentando crear. Es precisamente ese equilibrio el que te demuestra que el dinero no lo compra todo. Uno de los puntos fuertes a destacar es la representación de la evolución del poder adquisitivo de la familia y el desgaste de las relaciones entre los personajes y es que... al fin y al cabo todo es equilibrio.

Este prodría haber sido el título alternativo a un film que narra la competitividad sin compasión en un mercado laboral demasiado agresivo. En cierto modo me recuerda a "Doce hombres sin piedad" por las referencias al exterior y que la acción se desarrolla en un único escenario. Conflictos laborales, estrategias y amores pasados se entremezclan en esta historia. Por otra parte el doble conflicto que se plantea en la película(entre la manifestación y la carrera por conseguir ese puesto) hace pensar si el capitalismo es todo lo bueno que se cree.

La inocencia desde la que se narra la película, la vocación de los protagonistas en esa profesión, la pasión de todos los personajes, hace que tú tambien sientas nostalgia por aquellos momentos en la vida en los que querías vivirla como si fuera una película. La historia que cuenta es excelente.

La soledad y falsos sueños que no tienen ni pies ni cabeza llevan a los protagonistas de esta historia a la más viciada drogadicción que muestra el único lado de las drogas (el más duro). Aronofsky consigue que el espectador se meta en el lugar del drogadicto utilizando unos recusos audiovisuales magníficos. Casos de adicción con unos inicios diferentes pero con causas comunes: DESESPERACIÓN Y SOLEDAD.