Leí algo por ahí acerca de esta peli en la que ponía no se qué de baile y eso me echó para atrás, pero el tiempo libre, Bradley y las ocho nominaciones a los Oscar que le han dado (aunque esto último, y teniendo en cuenta que Ben Affleck no ha sido nominado por 'Argo, no tiene tampoco demasiado peso) me han animado a verla; no me arrepiento. Sobre todo por Bradley Cooper, tierno como él solo, empático hasta decir basta, con un personaje al que te llevarías a casa al acabar la peli, por Robert de Niro al que te crees como padre de Pat y por la historia en sí que, aunque ñoña y previsibe, no deja de llegar a donde debe. Algunos personajes no principales son un tanto caricaturescos, exagerados, como el matrimonio amigo del protagonista pero en general todos están muy bien escritos y construidos. Con cuerpo y, sobre todo, alma. La rapidez con que se sucede todo le resta un poco de credibilidad al paquete, pero teniendo en cuenta que solo hay dos horas para contar la historia se entiende. La realización, dinámica, hace que olvides por completo la cámara ya que consigue inmiscuirse tanto en la vida de la película que acabas sintiéndote parte de la misma. Muy recomendable para quitarse el amargor del día a día.

Tan célebre como su oronda figura, siempre de perfil, o las notas de la melodía que acompañaban su aparición en la pantalla de televisión, son las historias acerca de la enrevesada y en ocasiones oscura personalidad del genial director de cine Alfred Hitchcock; obsesionado con las mujeres en general y con sus rubias actrices en particular, Hitchcock trasladó el suspense y el misterio de sus historias a su propia cotidianidad, moldeando así la leyenda que ha legado a la humanidad junto a sus películas. De todas ellas quizá 'Psycho' ('Psicosis') sea la más famosa de toda su obra, y es esta película, o mejor dicho su rodaje, la que sirve de pretexto y argumento para la novela que ha dado lugar a la película 'Hitchcock', protagonizada por Anthony Hopkins, perfecto en su caracterización e interpretación del genio del celuloide. No solo Hopkins destaca; su propia recreación se ve enriquecida por la participación del resto de actores, con Helen Mirren como esposa, compañera, ayudante y confidente. Dando vida y 'Alma' a su personaje con la frescura y profundidad propias de esta veterana y oscarizada actriz. Cabe mencionar también el trabajo de Toni Collette, actriz que hace grande cualquier papel que interpreta, por pequeño que sea en el guión, como es el caso. O el esfuerzo que hace Scarlett Johanson para dar cuerpo, voz y curvas a Jannet Leigh, aunque sin conseguirlo demasiado.
El trabajo de ambientación es impecable, y no solo a nivel de dirección artística; la película capta con detalle y cariño la magia y pasión con que se hacía cine en aquella época, lo difícil que resultaba lidiar con la inquisitoria y perspicaz censura, lo complicado (por no decir imposible) que era desviarse artísticamente de la férrea directriz que marcaban los estudios...
Quizá he echado en falta un poco más de metraje dedicado a lo que fue el rodaje en sí de la película, a cómo fue su relación con los actores, a cómo se gestó la famosa escena de la ducha (de la que omiten su verdadera autoría) y un poco más de crudeza; pero ya se sabe cómo son estos americanos, si no meten un poco de almíbar, aunque vaya en contra del propio rigor histórico, no se quedan contentos con el resultado.
Mención aparte merece la banda sonora, del siempre genial Danny Elfman, acertada y precisa, adaptándose al color y tono general del film; estoy seguro de que si Elfman y Hitchcock hubiesen coincidido en el tiempo, habrían trabajado juntos.

He visto esta película con un retraso de dos años, y lo he hecho porque me compré el BluRay de la misma por ocho euros. A ese precio creo que compraría casi cualquier película, y en el caso de Spielberg, del que además soy fan, no iba a hacer una excepción; la he tenido guardada y precintada un mes, hasta que ayer, sin nada mejor que hacer, decidí darle la oportunidad.
No se si porque iba predispuesto a que no me gustara, o porque la ví a las doce del medio día, o porque ahora que tengo perro estoy más sensibilizado con el mundo animal, pero el caso es que no me hizo gracia. Se deja ver, porque no me aburrí, pero había escenas que de puro increíbles daban hasta risa... Ni la música de John Williams termina de acompañar del todo. Las escenas pretendidamente sensibleras no llegaban a lo que se hubiese esperado de ellas, y las de guerra... para qué decir nada, sobre todo habiendo un precedente como es 'Salvar al soldado Ryan'. La fotografía, preciosa... para una postal. Los actores están ahí puestos como el que coloca el espumillón en un árbol de Navidad, de adorno; y qué decir de los caballos... lo mejor es que no acababas de diferenciar los digitales de los reales, por lo perfectos. Caballos sometidos a situaciones inimaginables y la crin siempre impoluta; esfuerzos sobrehumanos, y ni una gota se saliva espumosa en los morros; y lo que es mejor, sin necesidades fisiológicas que entorpezcan la idílica estampa. Y todo para contar una historia sin pies ni cabeza, sin una moraleja clara, más allá de poner de manifiesto la consabida lealtad de algunos animales.