Hay películas que no se pueden (ni deben) analizar con el rigor y los razonamientos de películas con ambiciones creativas. Ésta es una película de acción y sólo busca entretener al espectador y crear una empatía emocional, si cabe, con el personaje. Dicho esto, tendría una buena excusa para puntuar muy bien esta película pero quiero alejarla de la objetividad porque para mi esta película forma parte de mi infancia / juventud. Las frases lapidarias de Cobretti son increíbles!!

En un mundo como el que hoy vivimos, el de lo poíticamente correcto, de la pervesión y manipulación de los conceptos, en el del individualismo exacervado, me agrada ver a un tipo que no vacila ante los que quebrantan la ley. Por eso estas pelis simplonas en cuanto a contenido y guion de los 80 siguen entusiasmando al público que las vio en su infancia. Su falta de pretensiones ayer las ha hecho grandes hoy.