Existen muy pocas películas en donde se pueda hacer mucho con sólo un actor y un set tan pequeño como un ataud. Salen por allí "Cast Away" con Tom Hanks y a medio camino "I am Legend" con Will Smith. Como ven siempre dan la cara y se recuerdan los actores y pocas veces los directores y menos frecuente los escritores. En una película en la que si esperas acción o metraje de imparable trascendencia ya lo ves casi todo en su trailer, pero en esta lo importante es la lección perversa que se hace con un tema que poco ponemos en el ojo del análisis en nuestras charlas de amigos: secuestro y rescate. En esta película la acción se transforma en suspenso cuando se agota la paciencia y se descubre que en el día de hoy lo que mas odiamos es lo que está sucediendo. El film que pasó inadvertido por USA, seguramente por una distribución penosa, el máximo de salas en exhibición fue de 107, con una recaudación que apenas pasó el millón de dólares, mientras que en el resto del mundo, alcanzó un poco mas de 16 millones de dólares. Mientras que el veneno de la misma puede ser la poca atención dada debido a tratarse de una producción española. En todo caso es un gran menú de suspenso, realmente descorazonadora en su discurso y muy crítica y pretenciosa en su desarrollo, con una mezcla exquisita entre la actuación real de Ryan Reinolds y las voces que para frenesí del guionista se pueden oír en toda la película. Puede ser odiosa por su desenlace pero puede ser aleccionadora por su mensaje. Atención a las cosas que se plantean ya que no sólo es algo que sospechamos que ocurre sino que es algo que ya se deja filtrar.