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Críticas ordenadas por utilidad
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14 de marzo de 2013
14 de marzo de 2013
29 de 37 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una de las peores películas de paradojas temporales que se han hecho. No valen excusas de mal estudiante: si haces una peli de crímenes tienes que preocuparte de no hacer trampas con la trama y su resolución, y en una peli de viajes temporales lo mismo. Sólo se salva la actuación de Levitt (Bruce Willis hace lo mismo de siempre, para la único que vale, sin innovación creativa alguna) y algunos momentos de tensión dramática y ciertos diálogos interesantes. Por lo demás, un film mediocre que será olvidado en un mes, nada que ver con clásicos como Blade Runner o Terminator, que sí están bien pensados y resueltos. Las buenas críticas sólo son explicables por la sequía de pelis de CF, que hacen a los fans abalanzarse sobre cualquier cosa.
Aquí va la cascada de errores y trampas:
Aquí va la cascada de errores y trampas:
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
- Futuro lejano donde no se pueden cometer crímenes ni hacer desaparecer los cadáveres, y se los manda atrás en el tiempo para que en el pasado los despachen. Premisa forzadísima que nadie se cree porque tampoco te explican nada. Sólo una sociedad pacifista tipo Demolition Man haría posible esto, pero en la de Looper hay violencia, drogas, etc.
- Además la premisa se trampea: no hay crímenes, pero matan a la china en vez de reducirla y largarla al pasado para que allí la maten, como a Bruce Willis. Este, además, es un asesino profesional antes de regenerarse.
- Los cortes en antebrazos y hasta el tiro en el pecho (suicidio final de Levitt) causan un daño físico en Bruce Willis, pero Levitt se cae de una ventana, se empotra en un coche y Willis tan pancho. Más trampas.
- Paradoja temporal absurda. El final se basa en que el yo pasado se pega un tiro y hace desaparecer al yo futuro, porque en teoría ese yo pasado creará el yo futuro, así que si se autodestruye, destruye a su yo futuro. Falso porque en el momento final Levitt no tiene nada que ver con Bruce Willis, su bagaje personal es imposible que cree al Willis del maizal, creará otro distinto. Son personas físicas distintas, no uno la continuación del otro. Sólo podría haber suprimido al Willis futuro antes de que éste viajase atrás en el tiempo. En Regreso al Futuro o Terminator se actúa sobre posibilidades de personaje (Marty McFly y John Connor no han nacido y se actúa no sobre ellos, sino sobre sus padres).
- Willis se retrasa noqueando a los matones antes de meterse en la máquina del tiempo, y por tanto Levitt ve que se retrasa su llegada. Fallo: si la máquina está programada, Willis ya puede tardar una hora que llegará siempre en el momento preciso. Y si Willis puede reprogramar la máquina, es absurdo que llegue con un minuto de retraso, llegaría una hora antes para esconderse en el maizal y quitarle el arma, o bien llegaría un poco antes de que mataran a la china, para salvarla. Y encima no agarra ni una pipa de los matones. Vaya un profesional.
- No se sabe cómo ni por qué el niño se convierte en el Fundador. Alguien (¿quién?) le da a Willis los datos del niño. Recurso forzado e inverosímil.
- La moto voladora sólo añade cutrez de FX baratillos a la película, es un elemento futurista que sobra porque ya sabemos que están en el futuro.
- Se pretende un tono serio pero Bruce Willis se mete en la guarida de los malos en plan videojuego, matándolos a todos como Rambo.
- El jefe de los malos llega del futuro, pero no se dice nada, desaprovechado la descripción y la subtrama de la organización mafiosa del futuro. ¿La máquina temporal no la tiene el gobierno y sí la mafia?. Si la mafia tuviera la máquina del tiempo la Historia sería una casa de putas.
- Plagios a X-Men y Terminator, y con chulería porque la madre del niño se llama Sarah.
- Además la premisa se trampea: no hay crímenes, pero matan a la china en vez de reducirla y largarla al pasado para que allí la maten, como a Bruce Willis. Este, además, es un asesino profesional antes de regenerarse.
- Los cortes en antebrazos y hasta el tiro en el pecho (suicidio final de Levitt) causan un daño físico en Bruce Willis, pero Levitt se cae de una ventana, se empotra en un coche y Willis tan pancho. Más trampas.
- Paradoja temporal absurda. El final se basa en que el yo pasado se pega un tiro y hace desaparecer al yo futuro, porque en teoría ese yo pasado creará el yo futuro, así que si se autodestruye, destruye a su yo futuro. Falso porque en el momento final Levitt no tiene nada que ver con Bruce Willis, su bagaje personal es imposible que cree al Willis del maizal, creará otro distinto. Son personas físicas distintas, no uno la continuación del otro. Sólo podría haber suprimido al Willis futuro antes de que éste viajase atrás en el tiempo. En Regreso al Futuro o Terminator se actúa sobre posibilidades de personaje (Marty McFly y John Connor no han nacido y se actúa no sobre ellos, sino sobre sus padres).
- Willis se retrasa noqueando a los matones antes de meterse en la máquina del tiempo, y por tanto Levitt ve que se retrasa su llegada. Fallo: si la máquina está programada, Willis ya puede tardar una hora que llegará siempre en el momento preciso. Y si Willis puede reprogramar la máquina, es absurdo que llegue con un minuto de retraso, llegaría una hora antes para esconderse en el maizal y quitarle el arma, o bien llegaría un poco antes de que mataran a la china, para salvarla. Y encima no agarra ni una pipa de los matones. Vaya un profesional.
- No se sabe cómo ni por qué el niño se convierte en el Fundador. Alguien (¿quién?) le da a Willis los datos del niño. Recurso forzado e inverosímil.
- La moto voladora sólo añade cutrez de FX baratillos a la película, es un elemento futurista que sobra porque ya sabemos que están en el futuro.
- Se pretende un tono serio pero Bruce Willis se mete en la guarida de los malos en plan videojuego, matándolos a todos como Rambo.
- El jefe de los malos llega del futuro, pero no se dice nada, desaprovechado la descripción y la subtrama de la organización mafiosa del futuro. ¿La máquina temporal no la tiene el gobierno y sí la mafia?. Si la mafia tuviera la máquina del tiempo la Historia sería una casa de putas.
- Plagios a X-Men y Terminator, y con chulería porque la madre del niño se llama Sarah.

7.4
41,709
3
11 de abril de 2013
11 de abril de 2013
17 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
La primera parte me pareció una película de parejita mediocre pero entretenida y con algunos momentos de una mínima atmósfera romántica, sobre todo por la Viena nocturna (la noche en cualquier sitio se presta al romanticismo, que Linklater reflejó con la torpeza que le caracteriza… Pero algo es algo). En esta segunda parte la atmósfera es tan romántica como un concierto de Sepultura. No confundamos el romanticismo y el amor con la verborrea terapéutica o el juego del gato y el ratón sexual. En esta peli no hay amor ni romanticismo alguno, porque en el cine para crear eso se necesita una atmósfera, silencios (que alguien les quite las pilas para que dejen de hablar), tensión sexual bien llevada, un entorno que se preste a ello, un ritmo sutil, una fragancia que debe “sentirse” entre los dos, y los besos y las caricias que han de ser como un regalo final para el espectador. ¿Hay algo de ese romanticismo aquí? Hay “anti-romanticismo”. No hay magia ni chispa ni fuego ni emociones cálidas, sólo una conversación atropellada y el juego del corre-que-te-pillo sexual. Esa pretendida “conexión amorosa” que ven muchos es en realidad una conexión intelectual, que puede sentirse al hablar con un simple amigo, tamizada por el calentón típico al estar con alguien atractivo del sexo opuesto. Si hay amor verdadero, el director no tiene ni idea de cómo mostrarlo. Ni sugerirlo.
¿Diálogos inteligentes? Más bien una filosofía baratucha de andar por casa, llena de lugares comunes tan profundos como un charco. En este sentido es realista porque la mayor parte de la gente es tan mediocre como los protagonistas, dos personajes del montón, frustrados y gárrulos en sus opiniones. ¿Pero profundidad filosófica…? La de una revista para adolescentes. Además la película es política, cada diez minutos la progre europea mete la puntilla al progre americano sobre este sistema de mierda, el imperialismo yanqui, el feminismo paleto, la serenidad espiritual de la pequeña burguesa en la Varsovia comunista y para que quede claro, un gato que se llama Ché (pero ojo, sólo porque Ché significa ¡Eh! en argentino, no vayamos a pensar mal). No me importa ver una película política, pero el mitin a las claras y con honestidad, por favor, no por la espalda y manipulando.
La actriz hace una magnífica interpretación. El chico de nuevo sobreactúa y gesticula casi humorísticamente, en su afán de parecer un hombre nada peligroso, muy sensible y vulnerable, ante el cual las feministas sollocen de alegría, y así hacerse perdonar los pecados de ser macho y encima yanqui. Lo mejor es la presentación del libro, no por el actor, claro, sino por el monólogo. Lástima que se destroce todo cuando aparece ella.
Esta peli de romántica y de amor, nada. Todo rezuma mediocridad, una mediocridad tan extrema que parece salirse de sí misma. Si quieren ver una auténtica película de amor, de fuertes y cálidas emociones bien narradas, visiten “Un extraño en mi vida”, por ejemplo, y comparen.
¿Diálogos inteligentes? Más bien una filosofía baratucha de andar por casa, llena de lugares comunes tan profundos como un charco. En este sentido es realista porque la mayor parte de la gente es tan mediocre como los protagonistas, dos personajes del montón, frustrados y gárrulos en sus opiniones. ¿Pero profundidad filosófica…? La de una revista para adolescentes. Además la película es política, cada diez minutos la progre europea mete la puntilla al progre americano sobre este sistema de mierda, el imperialismo yanqui, el feminismo paleto, la serenidad espiritual de la pequeña burguesa en la Varsovia comunista y para que quede claro, un gato que se llama Ché (pero ojo, sólo porque Ché significa ¡Eh! en argentino, no vayamos a pensar mal). No me importa ver una película política, pero el mitin a las claras y con honestidad, por favor, no por la espalda y manipulando.
La actriz hace una magnífica interpretación. El chico de nuevo sobreactúa y gesticula casi humorísticamente, en su afán de parecer un hombre nada peligroso, muy sensible y vulnerable, ante el cual las feministas sollocen de alegría, y así hacerse perdonar los pecados de ser macho y encima yanqui. Lo mejor es la presentación del libro, no por el actor, claro, sino por el monólogo. Lástima que se destroce todo cuando aparece ella.
Esta peli de romántica y de amor, nada. Todo rezuma mediocridad, una mediocridad tan extrema que parece salirse de sí misma. Si quieren ver una auténtica película de amor, de fuertes y cálidas emociones bien narradas, visiten “Un extraño en mi vida”, por ejemplo, y comparen.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
La explosión emocional dentro del coche me pareció humorística por la torpeza en los diálogos y la forma de narrarlo. Y la supuesta escena erótica final es también torpona, con una tía meneando el culo con la gracia de un orangután, ante un tipo sentado en el sillón que se ríe entusiasmado, como si viera la Superbowl. Da vergüenza ajena. La peli acaba con uno de los anticlímax más estruendosos de la historia del cine romántico. Es la prueba de que los americanos pueden hacer mal cine europeo, si se lo proponen.
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