En esta obra se demuestra la gran capacidad de crear un guión sólido y la experiencia de Vince Gilligan quien me cautivó por cierto con muchas genialidades en X Files, en ésta obra tenemos al camaleónico Bryan Cranston quien fue capaz de hacernos verle como un padre sensible e inseguro en Malcom In The Middle, y ahora fue capaz de hacernos verle como un narcotraficante frío e insensible al más puro estilo Tony Montana, lo que más me enamoró de la serie es que refleja un aspecto real de la vida, como una persona normal y correcta, puede llegar a convertirse en un criminal frío cuando se encuentra contra las cuerdas en algún momento de su vida o se cansa de esos días de aburrimiento. El cambio no solo se centra en Walter White (Bryan Cranston) si no que también se centra en su compañero Jesse Pinkman (Aaron Paul), quien por cierto tiene una actuación impecable, muestra como es realmente el mundo del crimen, y el camino hacia la cima del mismo. Mi puntuación es 10/10