Entretenida aunque con altibajos. La historia es simplona, pero llega a los pequeños, aunque no capten muchos de los gags. Bien caracterizados los personajes aunque demasiado importados del gran país del norte. Muy buenas las referencias a otras películas. Técnicamente excelente.
El punto ofensivo: a dos personajes un profesor les quita el cerebro. Siguen viviendo, pero en esta nueva vida sin cerebro, hablan como latinoamericanos y toman mate. Indignante: más aún en una película cofinanciada por el Ministerio de Cultura Español y el ICO. ¿No ejercen estas instituciones control sobre el contendo que financian?
Sería más positivo aceptar e integrar las diferencias, en lugar de ridiculizarlas.