Dos días, una noche nos muestra a una Marion Cotillard como nunca habíamos visto. Si su interpretación sorprende en la mayoría de películas, en éste film de los hermanos Dardenne con sus planos de varios minutos, consigue que no veamos a Cotillard sino a una chica al borde de la desesperación. Su interpretación es fluida y fácil de seguir llena de fuertes sentimientos.
A excepción de la interpretación de Cotillard y los planos tomados, llama la atención la carencia de banda sonora en la película ya que a lo sumo se escuchan un par de canciones que suenan mientras van en el coche y suelen darle gran importancia al sonido ambiente. Si bien el guión puede llegar a ser repetitivo en un par de ocasiones en esta historia no podría haberse hecho de otro modo. En definitiva te enseña a que una gran historia no requiere de un gran presupuesto que la respalde, si se tienen ideas y vocación se puede llegar a hacer una gran película como la aquí mostrada.