Frank cuenta un poco que lo explicitado y/o formalizado a menudo pierde esencia, su magia incluso. Por ello las cantatas del principio son tan patéticas: porque busca en vez de que le encuentren (también es que farda en twitter, y todo lo relacionado con ello es exclusivamente patético). Por eso, también, es que Frank es especial; como contraste, él, inocentemente, se inspira en y con todo; quizás es particular e impredecible dada la existencia de Jon, pero desde luego que no hay que equivocarse: no es más un genio que un enfermo mental excesivamente idealizado por la modernidad: el interés que transmite es por lo feliz y porque no es fácil que sea descubierto (sobre "rincones recónditos"), y porque cuando forzosamente es descubierto, por arte de magia, se debilita, tal cual con Campanita. Lo tramposo es que, durante mucho rato, la película sí cree en su genialidad (aunque demagógicamente también la use para la comedia por lo extraño). El tono le muestra de una manera asombrosa y no tal y como es (considerable spoiler en la zona spoiler)...

(A pesar de que Matthew, amigo suyo, muriera hace poco, todo mejora en el alrededor del dúo; sus amigos, con sus familias, se limpian de a poco, pero al menos lo intentan. Mientras, Adam y Paul siguen sin importarle nada más que las drogas, y ni entre ellos mismos ni ellos mismos.) Es otra historia de drogadictos que no hace más que retratar y poco más: buen rato (a veces se entromete la causalidad, pero el sentido en esta historia de drogas, casi generalmente, es tautológico). El tono es a menudo menos decadente de lo que debería (por el buen humor y la tan poca dramatización), pero aun así corroe hasta los huesos a su manera; logra ser siempre amarga por lo que significa más que lo que muestra:

Dudo si piensan hacerle alguna especie de secuela, también dudo si le hace falta, pero desde luego que así está bien tal y como es.
Visualmente impactante pero con un guión algo decepcionante. Es fácil entender a donde quieren ir, pero no creo que sea algo como para hacer tremenda epopeya. Aun no me puedo creer que el apartado visual y sonoro tan impresionante haya nacido para una historia tan infantilona. Desde luego no pierde sus méritos.
No creo sea la gran cosa, pero para ser obra de estudiantes es fascinante dentro de esos términos. Desde luego merece ser recomendada a pesar de tener algunos propósitos no tan honorables como parecen ser.

Mi aporte es una simple palabra: condicionada. Condicionada por su concepto televisivo, por sus actores y por una política algo inherente al final y al cabo. Qué pudo haber sido si al menos una de estas condiciones desaparecerían, no lo sé, probablemente estaríamos ante una obra de antes y después. La cosa es que lo concreto ya fue escrito, filmado y producido.
A pesar de todo y con ello, es la serie de acción y drama carcelario que necesitaba Latinoamérica: es de lejos una de las mejores adaptaciones del fascinante cine de poder, guetos y violencia a este terreno, llevando la buena práctica de mostrar personajes tan carismáticos como amorales. Está casi al nivel de cualquier otra serie acerca del tema recurrente o tópico, teniendo en cuenta que ninguna se libra de los exagerados altibajos de calidad; también es un claro legado de esas series anteriores (más que nada de Orange is the new black, de la cual parece buscar ser su contra parte menos sana, menos inteligente y menos chistosa).

la película (y el espectador tiernamente) se deja alucinar demasiado por lo que sucede, incluso siendo torpe por molestarse en ser extraña a más no poder; sin embargo el retrato y la sensación de siniestro amor a aquellas raras filosofías de ciclos, sacrificios y dioses antiguos o panteísmos nunca deja de ser interesante. Tiene ese mérito, el de ser pagana y un cruel nihilista por un rato.