Si eres cinéfilo, sensible, te dejas absorber fácilmente por el buen cine y si eres español de una cierta edad, puede ser que esta película te provoque un ataque de ansiedad. El ritmo in crescendo, la banda sonora obsesionante, el guión (qué guión, por favor!) son elementos que te van conduciendo gradualmente a un paroxismo de sangre y angustia que retrata a la perfección el alma trágica y cainita de España.
Si te atrapa, después necesitarás ver "Aterriza como puedas" para desintoxicarte. Estás avisado, amigo!

Hay que verla. La guerra ya es así, y todavía lo será más (no sé si para bien o para mal: de eso trata la película y tú decidirás)

Cuando se ha visto el Nosferatu expresionista de Murnau y el lirismo del Nosferatu de Herzog, ya lo ha visto uno todo en esta materia.
Esta versión no aporta nada, excepto algunos momentos de fotografía que en realidad merecen un Oscar. Todo lo demás, es largo, pesado, indescifrable, con respecto a la obra de Stoker y a los anteriores dos filmes citados. No la suspendo porque se respeta la intención del director; tampoco puedo hacer una crítica detallada porque me llevaría un buen rato. Baste con decir que ahora, para quitarme la frustración, tendré que volver a visitar la versión con Kinski en el papel de conde (sin bigote).

Suelo ser generoso en mis críticas. Dicho esto: esta es una película mala, mala, donde las haya. Ni Verhoeven ni nada, lo siento. Se queda a medio camino de cualquier parte: del relato histórico, de la reivindicación feminista, de la película erótica con aspiraciones, de retrato de la baja Edad Media…
Hasta Charlotte Rampling parece una actriz mediocre.
Por favor, POR FAVOR…

La vi con 11 años y cambió mi vida. Hasta aquel momento yo coleccionaba fósiles, restos arqueológicos y jugaba a fútbol. Después de verla no dejé estas actividades, pero añadí a las mismas el imperativo deseo de tener una novia para mí solo.
Ahora tengo 55 años y novias he tenido muchas pero, ¿he podido verificar en mí mismo el arrobo amoroso que esta película me descubrió? No lo sé, pero necesito saberlo.
Hoy volveré a verla, en soledad, como un acto religioso y ya os diré.