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6.5
7,282
4
7 de diciembre de 2024
7 de diciembre de 2024
45 de 59 usuarios han encontrado esta crítica útil
Menudo muermo. Dos horas de película que parecen más una oda al bullying escolar que otra cosa. Los personajes son planos y estereotípicos hasta decir basta, y solo el talento de las actrices logra aportarles una pizca de autenticidad y singularidad. Claramente, no se han molestado ni dos minutos en darles algo de profundidad, porque claro, en un musical... ¿qué más da eso? ¡Que canten y listo! Aunque, siendo sincero, las canciones son poco memorables. Excepto la última, esa sobre desafiar la gravedad o algo así... y solo porque fue la última y aún está fresca en mi memoria. Si no, ni esa. Eso sí, al menos la fotografía es interesante: la composición de los planos es preciosa y muy agradable a la vista. Algo positivo tenía que haber, supongo.
Ahora, lo admito: sabía dónde me estaba metiendo. Es un musical. Sé que en cualquier momento alguien va a empezar a bailar y cantar por cualquier trivialidad. ¿Qué en el menú del comedor escolar hay espaguetis con tomate? A bailar. ¿Qué al profe de historia lo ha atropellado un camión? ¡A cantar y zapatear! Entiendo que es parte del formato, pero... no puedo. Es superior a mí.
No sé si ya ha quedado suficientemente claro, pero básicamente esto es High School Musical con esteroides. O como me gusta llamarlo: High School Ozical. Una producción millonaria para ofrecernos en dos horas un contexto que podrían habernos contado en media hora como introducción de Wicked: Parte Dos. Y a juzgar por cómo ha sido esta primera parte y dónde la han dejado, parece que lo mejor estará en la secuela, que promete ser el triple de interesante. O eso espero, porque si no...
Vaaaaaaaaaaaaamos con los spoilers:
Ahora, lo admito: sabía dónde me estaba metiendo. Es un musical. Sé que en cualquier momento alguien va a empezar a bailar y cantar por cualquier trivialidad. ¿Qué en el menú del comedor escolar hay espaguetis con tomate? A bailar. ¿Qué al profe de historia lo ha atropellado un camión? ¡A cantar y zapatear! Entiendo que es parte del formato, pero... no puedo. Es superior a mí.
No sé si ya ha quedado suficientemente claro, pero básicamente esto es High School Musical con esteroides. O como me gusta llamarlo: High School Ozical. Una producción millonaria para ofrecernos en dos horas un contexto que podrían habernos contado en media hora como introducción de Wicked: Parte Dos. Y a juzgar por cómo ha sido esta primera parte y dónde la han dejado, parece que lo mejor estará en la secuela, que promete ser el triple de interesante. O eso espero, porque si no...
Vaaaaaaaaaaaaamos con los spoilers:
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
La "bruja malvada" Elphaba, sorpresa, ni es bruja ni es malvada. Es la clásica incomprendida, maltratada por absolutamente todo el mundo porque es distinta (y verde... que no se te olvide, porque la película se encargará de recordártelo cada cinco minutos). Eso sí, tampoco es que ella ponga mucho de su parte para entablar amistades: es fría y distante, pero claro, ¿cómo no serlo si está rodeada de un ejército de idiotas redomados? Todos los alumnos de esa academia parecen diseñados para merecer un puñetazo, y no uno cualquiera, no: uno de esos que das con rabia. Lo peor es que encima los usan como recurso cómico constantemente. Ja ja ja. Muy divertido.
Por otro lado, tenemos a Galinda, el prototipo de niña pija: siempre popular, siempre admirada. Todo lo que hace es con una motivación egoísta; no mueve un dedo por nadie a menos que haya un beneficio directo para ella. Ejemplo: solo decide "hacerse amiga" de Elphaba cuando esta obliga a la hechicera a darle clases a Galinda también. ¿Y qué ha hecho para que Elphaba decida hacerle semejante favor a su archienemiga escolar? Pues ojito, Galinda había enredado a un pesado que iba detrás suya con la intención de quitárselo de encima (porque claro, la más popular tiene que tener su séquito de moscones) emparejándolo con la hermana de Elphaba en el baile. Y voilà, casualidades mágicas de la vida: resulta que la hermana estaba enamorada de ese tipo desde siempre... pese a que no han intercambiado ni un saludo en toda la película (que también hay que decirlo, el desequilibrio de los favores... vaya tela). Ah, además antes del baile (y de saber que ahora asistirá a clases de hechicería con la profesora McGonagall) le regala un sombrero muy hortera a Elphaba para burlarse de ella, pero como ahora le ha hecho este favor increíble, pues tiene que recoger cable y tratar de convertirla en popular como ella.
Del principe no voy a hablar mucho, es interesante en muchos aspectos, pero también es el personaje que más rabia da, porque en ciertos momentos parece que tiene profundidad y hace cosas por si mismo, pero de repente en la siguiente escena: No, era broma, de vuelta a ser el quarterback del equipo del instituto y a ir detrás de la más popu... En fin. La hechicera se nota a la legua que es malvada, bla bla bla... y de repente van a la Ciudad Esmeralda las dos juntas Elpha y Glinda (ya no es Galinda, ahora es Glinda en memoria al profe de historia que no sabía pronunciar su nombre). A partir de aquí se pone bastante interesante, el mago, los monos, el hechizo, el descubrimiento de lo que esconde el Mago... hasta que llega el escape.
¡Ay mi madre el escape!... o sea a Elphaba y Glinda las persigue un ejercito de guardias que llevan UN ARIETE y solo tienen que derribar una puerta de madera para alcanzarlas... Y LAS PROTAS SE PONEN A CANTAR DURANTE 10 MINUTOS... los guardias por lo visto se toman un piscolabis o el ariete que llevan es de goma porque tardan 10 minutos en echar la puerta abajo. O sea... me cortas todo el clímax de la película con una maldita canción de mierda que rompe todo el ritmo de la persecución... para echarse a llorar. Luego Elphaba se monta en la escoba y después de cantar una vez más, consigue huir
Pese a lo del ariete, el final abre un abanico de posibilidades que resulta prometedor. He leído críticas de gente diciendo que no verían la segunda parte ni aunque les pagaran, pero, personalmente, estoy intrigado. Sin saber nada del musical de Broadway, creo que la secuela podría darnos el conflicto de verdad que esta primera parte apenas insinúa. Con suerte, dejarán de lado el drama escolar mediocre y harán algo digno del presupuesto que manejan. Crucemos los dedos.
Por otro lado, tenemos a Galinda, el prototipo de niña pija: siempre popular, siempre admirada. Todo lo que hace es con una motivación egoísta; no mueve un dedo por nadie a menos que haya un beneficio directo para ella. Ejemplo: solo decide "hacerse amiga" de Elphaba cuando esta obliga a la hechicera a darle clases a Galinda también. ¿Y qué ha hecho para que Elphaba decida hacerle semejante favor a su archienemiga escolar? Pues ojito, Galinda había enredado a un pesado que iba detrás suya con la intención de quitárselo de encima (porque claro, la más popular tiene que tener su séquito de moscones) emparejándolo con la hermana de Elphaba en el baile. Y voilà, casualidades mágicas de la vida: resulta que la hermana estaba enamorada de ese tipo desde siempre... pese a que no han intercambiado ni un saludo en toda la película (que también hay que decirlo, el desequilibrio de los favores... vaya tela). Ah, además antes del baile (y de saber que ahora asistirá a clases de hechicería con la profesora McGonagall) le regala un sombrero muy hortera a Elphaba para burlarse de ella, pero como ahora le ha hecho este favor increíble, pues tiene que recoger cable y tratar de convertirla en popular como ella.
Del principe no voy a hablar mucho, es interesante en muchos aspectos, pero también es el personaje que más rabia da, porque en ciertos momentos parece que tiene profundidad y hace cosas por si mismo, pero de repente en la siguiente escena: No, era broma, de vuelta a ser el quarterback del equipo del instituto y a ir detrás de la más popu... En fin. La hechicera se nota a la legua que es malvada, bla bla bla... y de repente van a la Ciudad Esmeralda las dos juntas Elpha y Glinda (ya no es Galinda, ahora es Glinda en memoria al profe de historia que no sabía pronunciar su nombre). A partir de aquí se pone bastante interesante, el mago, los monos, el hechizo, el descubrimiento de lo que esconde el Mago... hasta que llega el escape.
¡Ay mi madre el escape!... o sea a Elphaba y Glinda las persigue un ejercito de guardias que llevan UN ARIETE y solo tienen que derribar una puerta de madera para alcanzarlas... Y LAS PROTAS SE PONEN A CANTAR DURANTE 10 MINUTOS... los guardias por lo visto se toman un piscolabis o el ariete que llevan es de goma porque tardan 10 minutos en echar la puerta abajo. O sea... me cortas todo el clímax de la película con una maldita canción de mierda que rompe todo el ritmo de la persecución... para echarse a llorar. Luego Elphaba se monta en la escoba y después de cantar una vez más, consigue huir
Pese a lo del ariete, el final abre un abanico de posibilidades que resulta prometedor. He leído críticas de gente diciendo que no verían la segunda parte ni aunque les pagaran, pero, personalmente, estoy intrigado. Sin saber nada del musical de Broadway, creo que la secuela podría darnos el conflicto de verdad que esta primera parte apenas insinúa. Con suerte, dejarán de lado el drama escolar mediocre y harán algo digno del presupuesto que manejan. Crucemos los dedos.

7.1
3,113
5
16 de abril de 2025
16 de abril de 2025
45 de 64 usuarios han encontrado esta crítica útil
Y no es bueno, porque si quieres meter todas juntas en una historia, probablemente no desarrolles bien ninguna de ellas y todas se queden a la mitad de su potencial.
¿Es mala película? Ni mucho menos. La banda sonora, la música, los personajes y las actuaciones de actores y actrices. Hay calidad ahi, eso desde luego. La fotografía es espléndida, muy cuidada, pero la historia... ahí es donde falla. Y desgraciadamente todo lo mencionado anteriormente no es más que un medio en el que se muestra la historia.
El problema de coger muchas ideas distintas e intentar juntarlas todas en una misma historia, es que aunque las ideas sean buenas, si no está extremadamente bien hecho, las conexiones entre ellas se veran forzadas y debilitarán a las propias ideas.
El conflicto principal (o uno de ellos) se construye sobre un diabolus ex machina que explicaré en spoilers junto a como pierden la oportunidad de hacer una historia que realmente se sienta importante.
Y como no, una película con 99% de críticas verdes... y una vez más, los críticos demuestran que son una fuente poco fiable.
En definitiva, las críticas son tan verdes como el que se han fumado al ponérselas, pero no tanto como el que se han fumado al hacer la segunda mitad de la peli. Cuando todos los críticos hablan así de una película, como si fueran una mente colmena, mejor ponte a temblar o, al menos, no vayas con mis expectativas, porque igual te llevas un chasco.
Lo siento, pero si me la venden así espero excelencia en todos los aspectos y aunque la fotografía y la música son dignas de competir en los Oscar, la historia es un barullo de conceptos sin orden ni control que me hiceron salir del cine pensando: ¿Que cojones acabo de ver?
Mala señal, porque justo después entré a ver Amateur, la de Rami Malek y al salir me hizo dudar si los críticos y la mayor parte de la gente que valora las películas en esta página ve las mismas películas que yo... porque mi sensación es que las valoraciones de esas dos están cambiadas.
¿Es mala película? Ni mucho menos. La banda sonora, la música, los personajes y las actuaciones de actores y actrices. Hay calidad ahi, eso desde luego. La fotografía es espléndida, muy cuidada, pero la historia... ahí es donde falla. Y desgraciadamente todo lo mencionado anteriormente no es más que un medio en el que se muestra la historia.
El problema de coger muchas ideas distintas e intentar juntarlas todas en una misma historia, es que aunque las ideas sean buenas, si no está extremadamente bien hecho, las conexiones entre ellas se veran forzadas y debilitarán a las propias ideas.
El conflicto principal (o uno de ellos) se construye sobre un diabolus ex machina que explicaré en spoilers junto a como pierden la oportunidad de hacer una historia que realmente se sienta importante.
Y como no, una película con 99% de críticas verdes... y una vez más, los críticos demuestran que son una fuente poco fiable.
En definitiva, las críticas son tan verdes como el que se han fumado al ponérselas, pero no tanto como el que se han fumado al hacer la segunda mitad de la peli. Cuando todos los críticos hablan así de una película, como si fueran una mente colmena, mejor ponte a temblar o, al menos, no vayas con mis expectativas, porque igual te llevas un chasco.
Lo siento, pero si me la venden así espero excelencia en todos los aspectos y aunque la fotografía y la música son dignas de competir en los Oscar, la historia es un barullo de conceptos sin orden ni control que me hiceron salir del cine pensando: ¿Que cojones acabo de ver?
Mala señal, porque justo después entré a ver Amateur, la de Rami Malek y al salir me hizo dudar si los críticos y la mayor parte de la gente que valora las películas en esta página ve las mismas películas que yo... porque mi sensación es que las valoraciones de esas dos están cambiadas.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
El primer vampiro aparece de la nada a mitad de la peli, porque patata... básicamente hace spawn en medio del campo a mitad del dia. Necesitaban algo que diese interés a una película que en una hora, tal y como se estaba llevando, se estaba quedando sin un conflicto interesante (de no ser por la música, yo hubiese estado pidiendo la hora al árbitro para que pitase el final).
Las relaciones interpersonales no parecían ser suficientes para mantener una trama de "drama" (que no es para nada verdad, había mucha miga para mantener la tensión sin necesidad de meter a los de Crepúsculo), así que tienen que meter un enemigo terrorífico para que el "terror" ayude al espectador a tragar la poco inspirada hora restante.
Y en cierto modo lo consigue. Te olvidas de los problemas que tiene porque la trama enloquece y hay mucha acción por todos lados. O al menos es su intención, pero conmigo no ha funcionado muy bien. Cada vez que salían los vampiros recordaba que estaban ahi porque patata y junto a las posibilidades que había sin tener que introducirlos en la trama hacían que me enfadara más y más.
Si a eso le añades que al final de la película todos los vampiros se queman al instante que les toca la luz del amanecer pero cuando aparece el primer vampiro por primera vez a mitad del día, solo tiene unas quemaduras de segundo grado como mucho. ¿El sol del atardecer está nerfeado? Pero bueno, al final el Michael B Jordan se marca una Tarantinada con unos racistas del KKK, así que, todo olvidado, ya no puedes decir nada malo de la peli... ¿no? Que rabia...
Lo peor es que si hubiesen desarrollado únicamente la trama en la que estaban dando una fiesta en un matadero del KKK y se hubiesen dejado de vampiritos sería probablemente una obra maestra. ¡Ay Si hubiesen centrado sus esfuerzos en hacer del KKK un antagonista terrible (o al menos un antagonista real), en lugar de ser una pausa cómica a la que coser a tiros en otra escena más de acción (una más)!
No hubiese habido un mensaje más poderoso que la fiesta del Blues antes del enfrentamiento contra la fuerza opresora al que se van acercando poco a poco. Un enfrentamiento del que al principio no sabían nada, pero que a través de otros personajes van descubriendo. Pero mejor meter vampiritos... y que sean blancos, no vaya a ser...
Las relaciones interpersonales no parecían ser suficientes para mantener una trama de "drama" (que no es para nada verdad, había mucha miga para mantener la tensión sin necesidad de meter a los de Crepúsculo), así que tienen que meter un enemigo terrorífico para que el "terror" ayude al espectador a tragar la poco inspirada hora restante.
Y en cierto modo lo consigue. Te olvidas de los problemas que tiene porque la trama enloquece y hay mucha acción por todos lados. O al menos es su intención, pero conmigo no ha funcionado muy bien. Cada vez que salían los vampiros recordaba que estaban ahi porque patata y junto a las posibilidades que había sin tener que introducirlos en la trama hacían que me enfadara más y más.
Si a eso le añades que al final de la película todos los vampiros se queman al instante que les toca la luz del amanecer pero cuando aparece el primer vampiro por primera vez a mitad del día, solo tiene unas quemaduras de segundo grado como mucho. ¿El sol del atardecer está nerfeado? Pero bueno, al final el Michael B Jordan se marca una Tarantinada con unos racistas del KKK, así que, todo olvidado, ya no puedes decir nada malo de la peli... ¿no? Que rabia...
Lo peor es que si hubiesen desarrollado únicamente la trama en la que estaban dando una fiesta en un matadero del KKK y se hubiesen dejado de vampiritos sería probablemente una obra maestra. ¡Ay Si hubiesen centrado sus esfuerzos en hacer del KKK un antagonista terrible (o al menos un antagonista real), en lugar de ser una pausa cómica a la que coser a tiros en otra escena más de acción (una más)!
No hubiese habido un mensaje más poderoso que la fiesta del Blues antes del enfrentamiento contra la fuerza opresora al que se van acercando poco a poco. Un enfrentamiento del que al principio no sabían nada, pero que a través de otros personajes van descubriendo. Pero mejor meter vampiritos... y que sean blancos, no vaya a ser...
14 de enero de 2025
14 de enero de 2025
28 de 33 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película dura más de dos horas. Si se redujera una hora, dependiendo de qué parte se conserve, sería un sólido 9... o un pobre 3. Es una heist movie donde los robos son el eje central, y, en esas escenas, brilla con luz propia. La planificación y ejecución de los dos robos (uno menor al inicio y el gran golpe final) son espectaculares, perfectamente ejecutados y atrapantes.
Sin embargo, el resto del metraje es otra historia. Las subtramas que no están relacionadas con el robo como el desarrollo de personajes, las intrigas internas de la banda o las conexiones con la mafia italiana resultan aburridas y poco interesantes. Lo más frustrante es que estas partes ocupan alrededor del 60% de la película, eclipsando lo realmente bueno.
Me fascinó mucho que el tráiler de la película es muy decente, pero ni siquiera te muestra lo bueno de verdad. Cogen lo mejor de lo malo y dejan fuera toda la parte del robo, que es excepcional, para que lo descubras viendo la peli. Muy bien en ese sentido
Un problema que le veo al guion es que la premisa en la que se basa es, de primeras, irreal. Todo el mundo actúa como si tuviesen 50 de Coeficiente Intelectual tomando decisiones estúpidas (salvo en la planificación y ejecución del robo, que son brillantes, auténticos genios) y gracias a tomarse esas licencias la trama va avanzando.
Si solo fuera eso... bueno, pero la película tiene otro problema. Un Gran Problema con mayúsculas que provocó que me pusiese a gritar a la pantalla del cine cual abuelo Simpson a una nube (menos mal que era un sesión matutina y estaba solo en el cine, con mis pantuflas de Spiderman, las Peter Parquets, por supuesto). Todo esto lo voy a discutir en la sección de spoilers:
Sin embargo, el resto del metraje es otra historia. Las subtramas que no están relacionadas con el robo como el desarrollo de personajes, las intrigas internas de la banda o las conexiones con la mafia italiana resultan aburridas y poco interesantes. Lo más frustrante es que estas partes ocupan alrededor del 60% de la película, eclipsando lo realmente bueno.
Me fascinó mucho que el tráiler de la película es muy decente, pero ni siquiera te muestra lo bueno de verdad. Cogen lo mejor de lo malo y dejan fuera toda la parte del robo, que es excepcional, para que lo descubras viendo la peli. Muy bien en ese sentido
Un problema que le veo al guion es que la premisa en la que se basa es, de primeras, irreal. Todo el mundo actúa como si tuviesen 50 de Coeficiente Intelectual tomando decisiones estúpidas (salvo en la planificación y ejecución del robo, que son brillantes, auténticos genios) y gracias a tomarse esas licencias la trama va avanzando.
Si solo fuera eso... bueno, pero la película tiene otro problema. Un Gran Problema con mayúsculas que provocó que me pusiese a gritar a la pantalla del cine cual abuelo Simpson a una nube (menos mal que era un sesión matutina y estaba solo en el cine, con mis pantuflas de Spiderman, las Peter Parquets, por supuesto). Todo esto lo voy a discutir en la sección de spoilers:
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
La película arranca con una premisa difícil de tragar: una banda de ladrones profesionales, Pantera, recluta a un ex-policía al que no conocen de nada. ¿Por qué? Pues porque un americano, con el que solo han trabajado una vez, asegura que no conllevará ningún riesgo, que es de fiar. Muy listos no parecen. Hay que estar muy espeso para reclutar a un tío que hace dos días estaba metiendo entre rejas a gente como ellos. Como era de esperar, al final los policías franceses irrumpen justo cuando se están repartiendo el botín. En ese momento, solté una carcajada y un improperio; hace falta ser muy torpes como banda para no ver venir algo tan obvio.
Pero eso no es lo peor. Lo peor pasa después del robo y la consiguiente huida en coche. Resumiéndolo mucho, unos antiguos integrantes de la banda están muy mosqueados por asuntos amorosos y quieren frustrar sus planes, interceptarlos en la huida, acabar con ellos y robarles el botín. La persecución está muy bien hecha, pero su desenlace es terrible.
Tras un accidente en una curva aleatoria de los acantilados de Niza, nuestros “héroes” quedan atrapados. Los ex-pantera bajan del coche con fusiles, listos para acabar con ellos... pero de repente aparece la mafia italiana de la nada y se los cargan antes de que puedan hacerles un rasguño.
Así, sin más. Como si supieran que se iban a chocar justo ahí, en esa curva específica. Si se hubieran estampado en el túnel anterior a todas las curvas o unos kilómetros más adelante, el poli y sus compañeros de robo estarían acabados. Estarían muertos porque claro, la mafia italiana estaría en esa curva de mierda, esperando como pasmarotes o se habrían quedado con cara de tontos porque han pasado de largo... El nivel de Deus Ex Machina es tan ridículo que no pude evitar gritarle a la pantalla. Es que la forma en la que aparecen de entre los árboles en el acantilado es insultante... ¡Qué rabia!
En fin... un 9 para las secuencias de robo, un 3 para el resto de la película y un 0 rotundo por ese Deus Ex Machina que estropea el final. La media queda en un 5, aunque siendo generoso. Si se hubieran estrujado el coco con el desenlace de la persecución y recortando una media hora de subtramas innecesarias, podría haber sido un sólido 8.
Pero eso no es lo peor. Lo peor pasa después del robo y la consiguiente huida en coche. Resumiéndolo mucho, unos antiguos integrantes de la banda están muy mosqueados por asuntos amorosos y quieren frustrar sus planes, interceptarlos en la huida, acabar con ellos y robarles el botín. La persecución está muy bien hecha, pero su desenlace es terrible.
Tras un accidente en una curva aleatoria de los acantilados de Niza, nuestros “héroes” quedan atrapados. Los ex-pantera bajan del coche con fusiles, listos para acabar con ellos... pero de repente aparece la mafia italiana de la nada y se los cargan antes de que puedan hacerles un rasguño.
Así, sin más. Como si supieran que se iban a chocar justo ahí, en esa curva específica. Si se hubieran estampado en el túnel anterior a todas las curvas o unos kilómetros más adelante, el poli y sus compañeros de robo estarían acabados. Estarían muertos porque claro, la mafia italiana estaría en esa curva de mierda, esperando como pasmarotes o se habrían quedado con cara de tontos porque han pasado de largo... El nivel de Deus Ex Machina es tan ridículo que no pude evitar gritarle a la pantalla. Es que la forma en la que aparecen de entre los árboles en el acantilado es insultante... ¡Qué rabia!
En fin... un 9 para las secuencias de robo, un 3 para el resto de la película y un 0 rotundo por ese Deus Ex Machina que estropea el final. La media queda en un 5, aunque siendo generoso. Si se hubieran estrujado el coco con el desenlace de la persecución y recortando una media hora de subtramas innecesarias, podría haber sido un sólido 8.

7.0
21,460
9
11 de diciembre de 2024
11 de diciembre de 2024
34 de 52 usuarios han encontrado esta crítica útil
Da gusto ver el cine español cuando se pone serio. Lamentablemente los ejecutivos trajeados encargados de dar luz verde a proyectos nacionales suelen llenar nuestras carteleras con subcomedias sin gracia que parecen un copia pega entre ellas. Ha llegado a un punto ya, que no sabemos ni cual es el "Paciente 0" de todas ellas. Si miramos incluso las que ahora están en cartelera ("Quién es quién" y "Al otro barrio"), parece que las fotos para sus respectivos posters se tomaron por turnos el mismo día, una detrás de la otra.
La infiltrada nos da un respiro frente a esta frustrante tendencia. Con una historia de espionaje durante uno de los periodos más oscuros de la historia contemporánea de España (aunque en ese sentido vamos bien servidos) nos presentan esta obra ficticia basada en hechos reales. De manera semejante a lo que Bilbo Bolsón dijo en el Señor de los Anillos: Puedo asegurar que como los hechos reales sean la mitad de interesantes que la historia ficticia de esta película, cualquier otra historia ficticia será solo la mitad de interesante que la mitad de los hechos reales de esta película, que son la mitad de interesantes de lo que la mitad de nosotros hemos visto en la gran pantalla.
¿Quién narices ha escrito esto último? Menudo flipado... Lo cierto es que este thriller me ha pillado completamente por sorpresa. Escrito y dirigido de tal forma que rara vez permite al espectador dar una bocanada de aire. Una sucesión de situaciones de una tensión tremendamente bien construida en la que cada llamada telefónica, cada conversación y cada decisión que toman Arantxa (o más bien Mónica) y Ángel "el inhumano" suben las apuestas hasta el casi inevitable All in.
Actores y actrices, incluidos los más secundarios, están dirigidos a la perfección. Ninguno de ellos se roba las escenas, pero no porque lo hagan mal... todo lo contrario, porque todos consiguen llenar la pantalla a partes iguales dando un clínic de interpretación en la que cada uno de los personajes es mi personaje favorito.
Es imposible no empatizar con los personajes, tanto con los de un bando como los del otro (salvo la más que obvia excepción), ya se encarga la directora en los contados interludios de desarrollar las relaciones interpersonales entre ellos y dotarles a ratos de una profundidad y de un humanismo que te hace preguntarte en muchas ocasiones si realmente es ella la que esta infiltrada en ETA o es ETA la que se está lentamente infiltrando en ella.
La infiltrada nos da un respiro frente a esta frustrante tendencia. Con una historia de espionaje durante uno de los periodos más oscuros de la historia contemporánea de España (aunque en ese sentido vamos bien servidos) nos presentan esta obra ficticia basada en hechos reales. De manera semejante a lo que Bilbo Bolsón dijo en el Señor de los Anillos: Puedo asegurar que como los hechos reales sean la mitad de interesantes que la historia ficticia de esta película, cualquier otra historia ficticia será solo la mitad de interesante que la mitad de los hechos reales de esta película, que son la mitad de interesantes de lo que la mitad de nosotros hemos visto en la gran pantalla.
¿Quién narices ha escrito esto último? Menudo flipado... Lo cierto es que este thriller me ha pillado completamente por sorpresa. Escrito y dirigido de tal forma que rara vez permite al espectador dar una bocanada de aire. Una sucesión de situaciones de una tensión tremendamente bien construida en la que cada llamada telefónica, cada conversación y cada decisión que toman Arantxa (o más bien Mónica) y Ángel "el inhumano" suben las apuestas hasta el casi inevitable All in.
Actores y actrices, incluidos los más secundarios, están dirigidos a la perfección. Ninguno de ellos se roba las escenas, pero no porque lo hagan mal... todo lo contrario, porque todos consiguen llenar la pantalla a partes iguales dando un clínic de interpretación en la que cada uno de los personajes es mi personaje favorito.
Es imposible no empatizar con los personajes, tanto con los de un bando como los del otro (salvo la más que obvia excepción), ya se encarga la directora en los contados interludios de desarrollar las relaciones interpersonales entre ellos y dotarles a ratos de una profundidad y de un humanismo que te hace preguntarte en muchas ocasiones si realmente es ella la que esta infiltrada en ETA o es ETA la que se está lentamente infiltrando en ella.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Por momentos parece que encuentra en su compañero de piso a alguien como ella, con el que existe un nivel de entendimiento que va más allá de las ideologías. Otro caso de alguien que lleva tiempo sin ser quien es, pero obviamente bañado en circunstancias distintas. Se queda en una situación en la que nos muestra que aunque Kepa y Mónica son distintas caras de una misma moneda, está claro que ella, al final, consigue distinguir cual es la cara y cual es la cruz. Porque al final su fuerte sentido por el deber y su deseo de proteger a los inocentes prevalece y consigue lavarse esa duda de su cuerpo.
Algo que me hizo mucha gracia es que se tomaron muy literalmente una de las principales enseñanzas del libro ¡Salva al Gato! de Blake Snyder. No había visto en ninguna película un ejemplo tan claro y literal de este principio en la escritura de un guion y aunque se siente un poco que te lo restriegan por la cara, me voy a retractar de algo que he dicho antes: Hay un actor que se roba todas las escenas en las que aparece... ¡El gato!
Algo que me hizo mucha gracia es que se tomaron muy literalmente una de las principales enseñanzas del libro ¡Salva al Gato! de Blake Snyder. No había visto en ninguna película un ejemplo tan claro y literal de este principio en la escritura de un guion y aunque se siente un poco que te lo restriegan por la cara, me voy a retractar de algo que he dicho antes: Hay un actor que se roba todas las escenas en las que aparece... ¡El gato!

5.6
4,555
5
7 de diciembre de 2024
7 de diciembre de 2024
14 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Puede una película ser disfrutable y, al mismo tiempo, frustrante porque sabes que podría ser mucho mejor?
Moana (o Vaiana) 2 es el ejemplo perfecto de este raro fenómeno cinematográfico. Por un lado, la animación es espectacular, suave, orgánica, y tan bien trabajada que casi no debería ser motivo de elogio: en este tipo de producciones, ya es (o debería ser) la norma. La historia es sencilla como ella sola, el clásico viaje del héroe de toda la vida, pero en esa simplicidad radica también parte de su encanto.
Los personajes son memorables, aunque caminan peligrosamente cerca de la línea del estereotipo, desviándose lo justo para resultar "únicos". Eso sí, otra cosa es la utilidad que se le da a cada uno (algo que discutiré más adelante, en la parte con spoilers). En cuanto a las canciones, tengo que admitir que, al menos para mí, lograron lo que muchas otras películas musicales no consiguen (cof, Wicked, cof): darme algún escalofrío y dejarme con una sonrisa de oreja a oreja.
Está claro que esta película ha sido diseñada y manufacturada con la precisión de un reloj suizo para conquistar a su público objetivo: los niños. Tanto es así que incluso consiguió, durante gran parte del metraje, ilusionar a mi niño interior. Disney, como siempre, sabe lo que hace: es una máquina bien engrasada para generar dinero. Porque no nos engañemos, la entrada de un niño al cine no llega sola; arrastra también la entrada de sus padres, hermanos, y posiblemente algún amigo o primo.
Sin embargo, y a pesar de que los millones en taquilla dejan claro que Disney tiene la fórmula para el éxito, esta película tiene fallos. Y, a mi juicio, todos recaen en un guion que decide no arriesgarse ni un ápice. Por una vez, la famosa pregunta que los Simpsons convirtieron en meme, "¿Es que nadie piensa en los niños?", se da la vuelta y se transforma en su opuesto: "¿Es que nadie piensa en los padres?"
Moana (o Vaiana) 2 es el ejemplo perfecto de este raro fenómeno cinematográfico. Por un lado, la animación es espectacular, suave, orgánica, y tan bien trabajada que casi no debería ser motivo de elogio: en este tipo de producciones, ya es (o debería ser) la norma. La historia es sencilla como ella sola, el clásico viaje del héroe de toda la vida, pero en esa simplicidad radica también parte de su encanto.
Los personajes son memorables, aunque caminan peligrosamente cerca de la línea del estereotipo, desviándose lo justo para resultar "únicos". Eso sí, otra cosa es la utilidad que se le da a cada uno (algo que discutiré más adelante, en la parte con spoilers). En cuanto a las canciones, tengo que admitir que, al menos para mí, lograron lo que muchas otras películas musicales no consiguen (cof, Wicked, cof): darme algún escalofrío y dejarme con una sonrisa de oreja a oreja.
Está claro que esta película ha sido diseñada y manufacturada con la precisión de un reloj suizo para conquistar a su público objetivo: los niños. Tanto es así que incluso consiguió, durante gran parte del metraje, ilusionar a mi niño interior. Disney, como siempre, sabe lo que hace: es una máquina bien engrasada para generar dinero. Porque no nos engañemos, la entrada de un niño al cine no llega sola; arrastra también la entrada de sus padres, hermanos, y posiblemente algún amigo o primo.
Sin embargo, y a pesar de que los millones en taquilla dejan claro que Disney tiene la fórmula para el éxito, esta película tiene fallos. Y, a mi juicio, todos recaen en un guion que decide no arriesgarse ni un ápice. Por una vez, la famosa pregunta que los Simpsons convirtieron en meme, "¿Es que nadie piensa en los niños?", se da la vuelta y se transforma en su opuesto: "¿Es que nadie piensa en los padres?"
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Primero, vamos a hablar de la tripulación del barco: Moana, una Mary Sue de manual (aunque los guionistas intenten disimularlo haciéndola repetir que, desde que dejó la isla, no ha hecho ni una sola cosa bien... ¿perdona?), ejerce como capitana de una banda de auténticos incompetentes. Bueno, salvo Loto, claro, que no para de salvar la situación una y otra vez: tunea el barco cuando esta destruido o cuando la trama lo necesita y se saca soluciones milagrosas de la chistera continuamente.
¿Y el resto? Completamente inútiles.
Kele, el viejo gruñón granjero que no sabe nadar, está ahí para pausas cómicas y nada más. Moni, el historiador fortachón y fan número uno, dos y tres de Maui, solo destaca en un breve momento al traducir las motivaciones de los cocos (y ya). El resto del tiempo: más pausas cómicas. El pollo y el cerdo... creo que ni hace falta explicar sus funciones, ¿verdad?
Incluso los guionistas se burlan de esto a través de Maui, cuando suelta a Moana: "Tienes mucho que mejorar en el proceso de reclutamiento". Y no podría estar más de acuerdo.
Ahora, el problema principal de la película no es este. El verdadero despropósito llega al final.
Entonces ¿Qué ocurre al final? Nuestros héroes logran salvar el día, levantan la maldición del ultra poderoso y mega malvado dios Nalo, y de paso, unen a todas las islas del Océano. Todo muy épico. Pero claro, en un viaje de esta magnitud, algo habrán tenido que perder, algún sacrificio habrá habido, ¿no? ¿No...?
Pues no. Ni uno.
No solo nadie pierde nada, sino que en la batalla final, una lucha contra un dios que supuestamente es el azote de los mares y destructor de islas, tampoco hay consecuencias significativas. Y para colmo: Moana se convierte en una semidiosa como Maui.
¡Por las barbas de Poseidón! El momento que prometía tensión y sacrificio se convierte en una payasada. Maui parece perder su condición de deidad y Moana, fulminada por un rayo destructor mientras levanta la maldición, parece morir... ¡pero no! Aparece una ballena luminosa que se transforma en los espíritus sagrados, resucita a Moana con cánticos aleatorios y, de paso, le regala a Maui una sesión de tatuajes gratis que le devuelve la condición de semidios que parecía haber perdido durante la lucha. Por supuesto, el tatuaje animado sigue en el pecho, tan fresco como siempre, como si nunca hubiera perdido sus poderes.
La historia necesitaba un sacrificio. El de Maui, concretamente.
Imagina que, al ser alcanzado por el rayo mientras levantaba la isla, Maui usara sus últimas fuerzas para acercarla a Moana antes de ser destruido. Ni siquiera tendría que morir: podría desaparecer durante el resto del metraje, quedando pendiente su rescate en una hipotética Moana 3.
Después, Moana podría ser alcanzada por el rayo mientras levanta la maldición, el océano recoge su cuerpo, y Moni —sí, Moni, el historiador fortachón que hasta ahora solo servía para traducir cocos— tendría su momento de gloria liderando los cánticos de resurrección, que al ser historiador puede conocer perfectamente. Esto no solo lo haría útil, sino que daría un toque profético a algo que dice momentos antes del enfrentamiento final: "Llevo años contando las historias de nuestro pueblo. Por fin formaré parte de una de ellas".
El resto podría quedarse igual. Moana resucita, el dios es derrotado, y todo termina con un mensaje claro: para cambiar el mundo, hay que estar dispuesto a perder algo importante.
No pido tanto, de verdad. Solo un poquito de riesgo, un cambio que evite esa sensación de que saliste del cine igual que entraste. Ahora mismo parece que todo lo que ocurre entre el Punto A y el Punto B es irrelevante porque nadie pierde absolutamente nada. Derrotan a un dios todopoderoso como quien se toma un café y, de paso, se encuentran diez euros en el suelo.
Arriesgaros un poco, por favor. Porque, sinceramente, ¿es un buen mensaje para las generaciones venideras enseñarles que no hay que sacrificar nada para hacer lo correcto?
¿Y el resto? Completamente inútiles.
Kele, el viejo gruñón granjero que no sabe nadar, está ahí para pausas cómicas y nada más. Moni, el historiador fortachón y fan número uno, dos y tres de Maui, solo destaca en un breve momento al traducir las motivaciones de los cocos (y ya). El resto del tiempo: más pausas cómicas. El pollo y el cerdo... creo que ni hace falta explicar sus funciones, ¿verdad?
Incluso los guionistas se burlan de esto a través de Maui, cuando suelta a Moana: "Tienes mucho que mejorar en el proceso de reclutamiento". Y no podría estar más de acuerdo.
Ahora, el problema principal de la película no es este. El verdadero despropósito llega al final.
Entonces ¿Qué ocurre al final? Nuestros héroes logran salvar el día, levantan la maldición del ultra poderoso y mega malvado dios Nalo, y de paso, unen a todas las islas del Océano. Todo muy épico. Pero claro, en un viaje de esta magnitud, algo habrán tenido que perder, algún sacrificio habrá habido, ¿no? ¿No...?
Pues no. Ni uno.
No solo nadie pierde nada, sino que en la batalla final, una lucha contra un dios que supuestamente es el azote de los mares y destructor de islas, tampoco hay consecuencias significativas. Y para colmo: Moana se convierte en una semidiosa como Maui.
¡Por las barbas de Poseidón! El momento que prometía tensión y sacrificio se convierte en una payasada. Maui parece perder su condición de deidad y Moana, fulminada por un rayo destructor mientras levanta la maldición, parece morir... ¡pero no! Aparece una ballena luminosa que se transforma en los espíritus sagrados, resucita a Moana con cánticos aleatorios y, de paso, le regala a Maui una sesión de tatuajes gratis que le devuelve la condición de semidios que parecía haber perdido durante la lucha. Por supuesto, el tatuaje animado sigue en el pecho, tan fresco como siempre, como si nunca hubiera perdido sus poderes.
La historia necesitaba un sacrificio. El de Maui, concretamente.
Imagina que, al ser alcanzado por el rayo mientras levantaba la isla, Maui usara sus últimas fuerzas para acercarla a Moana antes de ser destruido. Ni siquiera tendría que morir: podría desaparecer durante el resto del metraje, quedando pendiente su rescate en una hipotética Moana 3.
Después, Moana podría ser alcanzada por el rayo mientras levanta la maldición, el océano recoge su cuerpo, y Moni —sí, Moni, el historiador fortachón que hasta ahora solo servía para traducir cocos— tendría su momento de gloria liderando los cánticos de resurrección, que al ser historiador puede conocer perfectamente. Esto no solo lo haría útil, sino que daría un toque profético a algo que dice momentos antes del enfrentamiento final: "Llevo años contando las historias de nuestro pueblo. Por fin formaré parte de una de ellas".
El resto podría quedarse igual. Moana resucita, el dios es derrotado, y todo termina con un mensaje claro: para cambiar el mundo, hay que estar dispuesto a perder algo importante.
No pido tanto, de verdad. Solo un poquito de riesgo, un cambio que evite esa sensación de que saliste del cine igual que entraste. Ahora mismo parece que todo lo que ocurre entre el Punto A y el Punto B es irrelevante porque nadie pierde absolutamente nada. Derrotan a un dios todopoderoso como quien se toma un café y, de paso, se encuentran diez euros en el suelo.
Arriesgaros un poco, por favor. Porque, sinceramente, ¿es un buen mensaje para las generaciones venideras enseñarles que no hay que sacrificar nada para hacer lo correcto?
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