Esta película en cine es dinero bien invertido. El ritmo es excelente durante las primera mitad, los sucesos pasan uno tras otro sin dejar tiempo al espectador casi para asimilarlo y gracias a ello consigues empatizar como los protagonistas, con la confusión que sienten cuando todo su mundo va demasiado rápido.

El diseño es brutal, consigue a partir de una fotografía más o menos normalita sacar adelante toda la espectacularidad del vestuario, de los mundos y las diferencias entre ellos. Y es ahí donde la película tiene su mejor arma, consigue una descarnada crítica social hacia un mundo dispar, donde un gobierno distante justifica actos de sadismo como un modo de conservar la paz. La doble cara de la política, del gobierno, los secretos a voces...Los juegos del hambre habla de eso y mucho más.

Y aunque el argumento es impecable, fallan cosas. Excepto los 2 protagonistas y 2 más, el resto de los personajes de los que se enfrentan a muerte unos a otros están vacíos, son arqueotípicos, los buenos son muy buenos y los malos son muy malos. Y los diálogos entre los secundarios son tan de manual que casi rozan el ridículo (ver más en spoilers). Porque cuando empieza la batalla, vemos a todos los personajes reaccionar de maneras distintas, y como no sabemos nada de ellos somos incapaces de comprender porque hacen lo que hacen, o de encariñarnos o sentir algo por sus situaciones.

Respecto a lo de la violencia en el film no creo que la solución sea añadir litros de sangre en cada muerte. El problema con las muertes y las batallas es la cámara, en las luchas entre varios personajes es todo tan confuso que no sabes ni quien está matando a quien y no te impacta. Personalmente se cortaron demasiado con la violencia y brutalidad de muchas partes que podrían haber sido mucho más impactantes, pero sin caer en el gore o el mal gusto.

Y, por desgracia, la película va perdiendo fuelle en los a los 10 o 15 minutos donde calidad cae en picado y el clímax final, y el propio final, son convencionales y predecibles.

Pero lo del reparto es otro mundo: uno de los mejores repartos que ha tenido nunca una superproducción, impecables todos, desde ya míticos Woody Harrelson, Donald Sutherland y Toby Jones hasta prometedores promesas como Isabelle Fuhrman, Amandla Stenberg o Jacqueline Emerson. Y de Jennifer Lawrence, pues que decir, que tiene un don, que tiene la extraordinaria habilidad de moviendo 2 o 3 músculos de la cara ser capaz que hacernos sentir exactamente lo mismo que el personaje, y de transmitirnos todo lo que piensa tan solo con la mirada. Increíble.

En definitiva, una excelente película para disfrutar más de una vez, con un ritmo brutal, pero que se queda demasiado corta al final, te deja con ganas de más. Esperemos a ver si hay más suerte con la segunda, pero de momento a gozar de este peliculón.