No apta para todo el mundo, los Goonies es una película echa por niños y para niños, pero elaborada de una forma tan magistral que sigue siendo igualmente disfrutable de adulto, haciéndote retrotraer a tu infancia.

Al escuchar la banda sonora que inaugura el arranque de esta película, inmediatamente vuelvo al ocaso de mi niñez, sentado en el suelo enfrente de una televisión devoraba una bolsa de chetos, sin ser consciente de que al igual que los protagonistas de esta película, estaba asistiendo al final de la etapa más dulce de mi vida.

Los Goonies es nostalgia en estado puro. Añoranza por volver a ser un niño y pensar que los problemas se solucionan con el tesoro de un pirata, y que por muy difíciles que se pongan las cosas, con tu grupo de amigos te las bastas para hacer frente hasta a una familia de mafiosos.

Hay que reconocer la maestría con la que se han escogido los elementos de un western, y los han sabido llevar a una tierra distinta. Una historia dura y cruda que te atrapa desde un primer momento.

La interpretación de Mad NIkkelsen como siempre es magistral, y su rostro frío e impertérrito logra una simbiosis con las duras e inhóspitas de tierras danesas.

Toda la historia se desarrolla con una efectividad muy contenida, dotando a la obra de un realismo inmersivo.

La fotografía logra sacar belleza de una sobriedad y desolación acentuada por una correcta banda sonora.

Me arrepiento de no haber visto esta película en sala de cine, lo cual sin duda habría contribuido a disfrutar aún más de esta joya fílmica. Pero sin duda es igualmente de en casa.

Después del paso de los años, volver a estar a oscuras en una sala de cine, ver como el logo de los Cazafantasmas aparece en la pantalla, con el increíble temazo resonando en los altavoces me puso una sonrisa de oreja a oreja.

Es lo único que bueno que puedo destacar de esta película, la cual es uno de los mayores despropósitos y ejemplos de cómo nunca, jamás de los jamases, hay que hacer una secuela o remake.

El problema no está en sustituir al elenco original por cazafantasmas féminas, la peli habría sido el mismo fiasco si hubiera estado protagonizada por hombres. El principal problema de este filme, está en la total falta de respeto a la obra original.

Como comedia tiene algún momento divertido y que pueda hacer esbozar una sonrisa, pero el resto es tan malo y olvidable, que hace que esta cinta no se merezca figurar en la genealogía de la saga.

Aliens tiene el mérito de suceder a una de las más grandes obras maestras del cine de ciencia ficción, con una solvencia y efectividad que debería de ser ejemplo para toda secuela.
James Cameron sabe coger los principales elementos que definen la personalidad única de Alien el Octavo Pasajero, y los presenta de una forma fresca y original, dando forma a una película mas canalla y divertida.
Sin duda Aliens tiene la esencia de su predecesora, pero con su propia personalidad e identidad, que la hace funcionar de forma independiente.

La Sustancia combina escenas que cautivan y atrapan, con escenas grotescas y viscerales.

Es una película que algunos momentos amarás, y en otras odiarás por hacerte sentir incómodo.

En más de un momento sentí la tentación de apartar mi vista de la pantalla por la crudeza de algunas imágenes, pero al mismo sentí el impulso de aplaudir la genialidad y la valentía por representar de una forma tan abominable, la banalidad y superficialidad de la sociedad en la que vivimos.

La Sustancia es una película que te revolverá las tripas y los sesos. Una de esas obras únicas capaces de transcender los límites del cine, de una simple forma de entretenimiento, a una experiencia capaz de alterar tu percepción de la realidad.