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Críticas 30
Críticas ordenadas por utilidad
Críticas ordenadas por utilidad
10
18 de junio de 2007
77 de 93 usuarios han encontrado esta crítica útil
Por mucho hayan sospechosos y parezcan asesinos, no quiere decir que lo sean. Esto lleva a los policías a mantener una estúpida obsesión por encontrar a cualquier culpable con el fin de resolver de una vez por todas el caso. La sociedad de la época es desorientada, desorganizada, en completo caos, sumado a una inexperiencia evidente y a la confusión y el miedo de una dictadura vigente. A casi nadie le importa el asesino más que a los policías y los medios de comunicación. Parece como si fuera un juego de niño, pero en el fondo es una metáfora de la desgracia de un país sin rumbo.
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spoiler:
Desde el principio conocemos a un protagonista muy simple a la hora de sacar conclusiones de algunos casos; hasta que aparece el nuevo inspector, cuyas técnicas son más buenas que las del protagonista. Lo de siempre, el poli tonto y el poli listo. Pero el film es algo distinto... el asesino hace que al final estos dos policías se intercambien los papeles. El que al principio buscaba cualquier sospechoso que confesara los crímenes, para así poder vivir sin trabajar mucho, con su mujer... es al final el que perdona al principal sospechoso simplemente porque no es el asesino; mientras que el que al principio parecía buscar al verdadero asesino acaba desesperado por acabar con cualquier sospechoso con el fin de cerrar el caso.
La película es un prodigio de narración: sus planos están muy cuidados, tiene unos grandes personajes (el protagonista, el hombre que pega las palizas, el subnormal,...)y sobre todo, y lo que más me ha gustado de este film, sus momentos, aprovechados al máximo, con situaciones cómicas y muy bien planteadas (el escenario del crimen donde pasa el tractor por encima de la huella y donde caen todos por el pequeño barranco; los planos dramáticos de la bota del “torturador”; la persecución de los dos amigos, el poli “listo” y el presunto asesino; el dramatismo llevado a cabo en el último asesinato; la engañosa escena del secuestro de la última víctima , la joven, que al principio pensábamos que iba ser la mujer del protagonista...) Y si analizamos esta última secuencia, donde el asesino rapta a la chica en vez de la señora, quizá todo podría ser distinto con respecto al comportamiento final de los dos policías (no se intercambiarían los papeles)... y si tenemos en cuenta esto, llegamos a la conclusión de que el asesino, en parte, ayudó a que los investigadores se diesen cuenta de que antes de buscar al asesino se tendrían que buscar a si mismos...Al “tonto” le sobra vagancia y le hace falta más atención y al “listo” le sobra atención y le hace falta vagancia... deberían buscar un pequeño equilibrio entre las dos cosas y así ser mejor en la vida, sin darle mucha importancia a las cosas pero tampoco pasar desapercibidos... no se... para mi el film significó eso, aunque teniendo 16 años quizá no me identifique demasiado con los personajes...El final, el protagonista mira por el pequeño “túnel” donde aparece la primera chica muerta del film, y se nos “transporta en el tiempo”, al final de la época donde suceden los crímenes, en el túnel del tren, para decirnos luego que algo quedó de aquella época. Por cortesía de Jul, las heridas que no se cierran en el pasado quedarán marcadas por una cicatriz para toda la vida.
26 de enero de 2008
39 de 44 usuarios han encontrado esta crítica útil
Para empezar, me considero un gran fan de 28 días/semanas después. Ambas me gustan por cosas distintas. 28 semanas después, tiene una par de escenas magníficas, llenas de tensión y emoción.28 días después, tiene algo más.
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El film no comienza cuando el protagonista camina solo por las calles de Londres… muchos se equivocan, el film empieza con el origen de la destrucción, de la liberación del virus. Los monos están infectados de ira, pero la ira la originamos nosotros. Que yo sepa, son seres humanos los que aparecen en las pantallas del laboratorio, donde el mono se infecta poco a poco tras visionar las atrocidades que cometemos, por lo tanto, una parte de nosotros está en ese virus. De ahí el comportamiento del protagonista al final del film, donde parece que se convierte en uno de ellos (recordemos que hasta su querida duda a la hora de acercarse a él). Boyle es un experto, ha creado una forma de expresar la ira de los infectados, moviendo la cámara repentinamente sin apenas dejarnos ver lo que sucede, demostrando que nosotros nos infectamos con ellos. Luego, al ser rodada en digital, al igual que INLAND EMPIRE, Collateral… hace que la historia sea más creíble aún. Todo el primer tramo del film es la presentación de los personajes, la explicación de la peligrosidad del virus, la búsqueda de la salvación, la supervivencia… pero todo se tuerce cuando descubren el verdadero terror, lo que en principio era su salvación, “la respuesta a la infección”. Una segunda parte que nos demuestra al ser humano más temible, donde dejamos de preocuparnos por el peligro de los infectados, y lleguemos a odiar a los que nos prometían la salvación. De ahí que el protagonista se “convierta” en un infectado, por decirlo de alguna manera y dudemos al igual que su querida, si es realmente de los infectados de quien deberíamos escapar o simplemente es de los seres humanos.
6 de noviembre de 2013
15 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Breathe In mantiene ciertas relaciones con el film por el que Drake Doremus ganó en el festival de Sundance el gran premio de jurado: ambos son películas que recrean desde la cercanía, la vida íntima de dos personas que se unen; ambas cuentan con la misma actriz, Felicity Jones (ganadora del premio a mejor actriz en Sundance y genial también en Breathe In); ambas películas encuentran en la sutileza y la fragilidad de sus personajes el camino para guiar las emociones y los sentimientos; ambas complementan a la perfección la música con las imágenes, ambas tienen un final duro y frío, que hace justicia a todo lo que acabamos de ver...
La mayoría de la acción del film se desenvuelve en la casa de Keith, su esposa e hija; un espacio tétrico, grisáceo, sin futuro, casi sin presente. Los problemas económicos bastan de una escena para ser revelados, el cansancio y la rutina se ven en el rostro de Keith, en su soledad. En el momento en que una joven Sophie (Felicity Jones) aparece como estudiante de acogida, el ambiente sigue siendo el mismo, desolador, triste... pero una nueva mirada, una nueva presencia lo llena con algo diferente. En el momento en que Sophie toca su excelente pieza de piano en clases de Keith, él comienza a tener una nueva forma de verla, una atracción, ahora presente en su casa, en su espacio. Ella se ve en él, y da comprendido su constante ausencia de todo, como si su vida no fuera la que quería para sí mismo. Se miran y no hacen falta palabras. Un gesto basta para entenderse, para revelarlo todo, un simple dedo tocando las manos con las que ella hace tocar su piano. Drake Doremus retrata toda la situación del film de forma tan cercana, que es casi imposible dejar de lado los personajes. Los acompaña con los planos cerrados, casi siempre detallando sus mínimos gestos, miradas, movimientos. Ambos interrumpen de forma abrupta en la triste fragilidad de sus vidas, en su necesidad, en su ausencia, en su íntimo espacio personal. Un espacio que ambos comparten. Y que ambos han encontrado.
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Es una pena que la película peque de ciertos momentos demasiado casuales, o por lo menos, casuales pero que influyen mucho en el ritmo que llevaba la película. Creo que precisamente, todo comienza justo en el momento en el que Keith y Sophie se ven a solas en el lago/río. Las imágenes cortantes hacen que el proceso de "dar el paso" pierda cierto efecto, y de repente está demasiado unidos, lo cual resta toda la necesidad que ambos sentían, no queda del todo claro si Keith se enamoró de ella o simplemente quería un cambio. Se ve que se enamoró, pero tanto su actitud y sus expresiones a veces quedan un poco por debajo de lo que se quiere mostrar, aunque va perfecto con el personaje. Lo siguiente es la "cachada" hipercasual de la hija de Keith, simplemente para complicar las cosas. Mucho antes de que esto suceda, la mujer de Keith, incluso su hija, ya son conscientes de que hay algo extraño en su relación de "conocidos". Incluso cuando la mujer de éste observa como Sophie se columpia al lado de Keith, sin que haya el más mínimo roce, da que pensar sobre esa situación: Keith solo, Sophie aparece, se miran, no se dicen nada... bastaría un plano innecesariamente largo desde el punto de vista de la mujer, donde se les viera mirándose sin decir nada. La última es el accidente de la hija y la posterior llamada de su madre a Keith, justo en el momento en el que se iban, justo en ese momento. Sin embargo, me parece genial la situación final. Un poco seca, pero contundente, cuando Keith pasa por delante de Sophie, en su propia casa, sin apenas hablarle, subiendo a la habitación para dejar de nuevo su ropa. No hay vuelta atrás, solo había una oportunidad. La situación es enfermiza, y está captada con gran frialdad y realismo durante todo el film, posiblemente sea esto uno de los puntos fuertes para que la historia sea considerada de manera distinta por aquellos que han visto este argumento en tantas otras películas.
9 de septiembre de 2011
15 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
El segundo trabajo como realizador de Na Hong-jin es un ambicioso proyecto donde dos de sus actores que tan bien lo hicieron en su ópera prima The Chaser, vuelven a juntarse para enfrentarse de nuevo. En este caso, el protagonista es el malo de aquella y en The Yellow Sea hace un trabajo espléndido, un personaje que evoluciona con la trama, callado y concentrado en su propia supervivencia, que actúa según lo que se le pone por delante. Es una persona que vive en una situación difícil antes incluso de empezar la verdadera historia y luego todo se le cae encima sin tener la culpa. El segundo personaje, Yun-seok Kim aparece en ésta de la misma forma que en The Chaser, un personaje que sabe lo que hace y mejor que nadie, cómico y mortal al mismo tiempo, confiable incluso siendo malo. Genial. El problema de The Yeallow Sea está en su historia, que a pesar de tener unas escenas de acción largas y realmente espectaculares y bien realizadas, como en el caso de las persecuciones en The Chaser, es confuso y a la vez poco llamativo. No hay giros de guión ni nada que sorprenda de un modo amplio, sino encuentros entre personajes que se odian y posteriores persecuciones que acaban siempre bien para su protagonista. Como ya dije, está muy bien dirigida, incluso el montaje acelerado, la fotografía de tonos apagados y la música están bien, pero las dos horas y 40 minutos podrían ser distintos. Brutales peleas con cuchillos y hachas, escenas de violencia y acción, y duelo interpretativo que no llega a tener esa fuerza como en The Chaser, una historia paralela donde entra en juego el amor del protagonista... Es una pena, ya que antes de verla, mis espectativas eran altas, sin embargo, The Yellow Sea cumple solo hasta cierto punto.
8 de septiembre de 2011
11 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Desde su creación, Portal siempre fue un videojuego inteligente y misterioso. Cada vez que uno se encontraba con un nuevo obstáculo, tenía que apañárselas de una forma distinta para lograr superarlo. Y por difícil que pareciera al principio, una vez que se pillaba práctica con el arma para abrir portales, todo era ingenioso y brillante. La sensación de controlar el espacio, sin normas ni leyes, desafiando los principios de la física...
Ahora, con el corto de Portal: No Escape, la situación es exactamente la misma, reducida a 6 minutos y desde una vista en tercera persona, totalmente cinematográfica. La protagonista se despierta sin saber nada, ni donde está ni porqué está ahí. De hecho, recuerda a los propios jugadores de Portal en sus inicios. La ambientación, la fotografía, los efectos especiales, la música y los escenarios de este corto, son bastante fieles o por lo menos, acertados para la versión cinematográfica. De hecho me parece genial este ejercicio de llevar a la pantalla un videojuego que en sí no tiene mucho de "contar" sino de "hacer". Y eso es lo que sucede aquí, ya que la historia no es demasiado complicada, ni larga, y solamente sorprende a medida que avanza, incluyendo un final que para muchos de los jugadores de Portal, es fiel a la idea de que en todo momento se trata de un sujeto de pruebas, que nada debe saber, ni contar.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Está claro que es un corto, pero hay dos cosas que diferencian este corto del videojuego original: la primera es la voz femenina robótica que acompaña al sujeto de pruebas por los distintos niveles y la otra es la huída que se efectuaba una vez se descubre que vas a ser quemado tras pasar todas las pruebas, y puedes utilizar el arma de forma libre y por zonas que no están diseñadas para su uso limitado. Sin embargo, el corto es más una historia carcelaria, donde la protagonista está vigilada por soldados, por lo tanto, no hay niveles de prueba y la huída empieza desde que encuentra el arma.
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