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8.2
81,129
7
4 de febrero de 2007
4 de febrero de 2007
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tremenda película que hay que ver. Welles consigue atrapar al espectador ya desde la primera escena con el magnífico juego de planos que utiliza. Aparte del fondo antropológico del film, éste intenta reflejar la vida de un magnate de la comunicación: Hearst. Welles consigue una buena caracterización de la vida de Hearst, aunque no del todo exacta.
El argumento de este gran film gira entorno al significado de Rosebud. Charles Foster Kane, un rico magnate, pronuncia este término justo antes de morir. Un grupo de periodistas empiezan la búsqueda del significado de Rosebud preguntando a las personas que en algún momento de su vida tuvieron relación con Kane.
El argumento de este gran film gira entorno al significado de Rosebud. Charles Foster Kane, un rico magnate, pronuncia este término justo antes de morir. Un grupo de periodistas empiezan la búsqueda del significado de Rosebud preguntando a las personas que en algún momento de su vida tuvieron relación con Kane.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
El verdadero significado de Rosebud en la película es bastante profundo como para tratarlo aquí. En pocas palabras, se podría decir que Rosebud viene a significar todo ese pasado que Kane no pudo vivir, la falta de cariño por parte de sus padres, la posibilidad de recibir una buena educación familiar, etc. En definitiva, esta palabra encierra todo aquello que hace de una vida que sea feliz. Podría considerarse a Rosebud como un concepto parecido al de “vida lograda” aristotélico. Kane se lamenta a los últimos días de su vida la pérdida de un pasado feliz, y también puede sugerir que se arrepiente de la vida que ha llevado, pues como se ve en la película, intenta encontrar en el poder, el dinero, etc., es decir, en los placeres materiales, todo aquello que precisamente no se puede conseguir de ellos, como el amor materno, la confianza, etc. Significativa es la frase siguiente: “Si no hubiera sido tan rico, hubiera llegado a ser un buen hombre”.

7.5
78,785
9
7 de febrero de 2010
7 de febrero de 2010
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Clint Eastwood vuelve a crear otra obra de arte para la historia del cine. Tierna, directa y dura, una historia bien elaborada que no cae en los típicos tópicos del género y donde el perfil psicológico de los personajes no es de plástico. Buena actuación de Clint y soberbia Streep.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
A parte de los mensajes que uno pueda ver o sacar de la película como pueden ser el enfrentamiento entre la razón y el instinto o el modo en que la moral social asfixia con sus normas los deseos del hombre, Clint muesta algo más profundo. La vida desaparece cuando muere la imaginación, cuando se cae en una monotonía estúpida que elimina todo tipo de aspiraciones personales. Francesca muere (vitalmente) cuando llega a Iowa, un lugar que no es como ella imaginaba, donde no puede (por culpa de su marido) ejercer de profesora y del que nunca saldrá a visitar nuevos paisajes. Robert le dará una nueva vida, le resucitará la imaginación, surgirá un amor que murió cuando Streep se aposentó en esa granja, un amor imposible que solo podrá perdurar en otra vida.

6.1
38,446
6
24 de enero de 2011
24 de enero de 2011
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Más allá de la vida” no es una obra maestra y si van al cine a verla con esa idea seguramente saldrán con mal sabor de boca. La intención del film no consiste en indagar sobre la eterna cuestión del hombre. Clint Eastwood utiliza ese paisaje como telón de fondo para abordar desde otra perspectiva los temas que siempre le han preocupado.
Desde que nacemos nuestra existencia está rodeada por un contexto vital, un espacio complementario y necesario para seguir adelante. Familiares, amigos, etc., todos ocupan un lugar en nuestra vida. Cuando perdemos a alguien cercano ese espacio que ocupaba queda vacío, y nadie puede reemplazarlo.
La tragedia de hacerse mayor es aprender a vivir con la ausencia, aceptar esos espacios vacíos que van quedando e intentar apoyarse en los demás para no decaer. El dolor de esa ausencia es uno de los temas de la película. Los personajes experimentarán cada uno a su manera un contacto con la muerte que les llevará a replantearse su visión del mundo.
La muerte es el catalizador de la vida. Viajamos, conocemos, queremos, … actuamos porque somos conscientes de que no tenemos todo el tiempo del mundo. Eastwood quiere introducir la muerte y un posible más allá como elementos necesarios de nuestro vivir. Hoy en día evitamos esos temas, nos dan miedo, resulta incluso desagradable hablar de ellos. Quienes integran y aceptan la muerte como la única posibilidad real en cada instante son rechazados, tal y como les pasa a los personajes de la película que han conocido de cerca esa opción. Clint reflexiona sobre el dolor del vacío, la redención por nuestro pasado, utilizando la posibilidad del contacto con el más allá para encontrar en los que se han ido el perdón.
La película trata las experiencias que han tenido distintos personajes con la muerte. Una reportera francesa que se salva de un tsunami y un joven que pierde a un ser querido en un accidente. Dos momentos que marcan sus vidas. La otra historia es la de un hombre que tiene el don de contactar con los muertos pero que rechaza hacerlo por considerarlo una maldición.
Tres perspectivas distintas sobre la muerte que sin embargo no consiguen atrapar al espectador. El ritmo es muy lento, las historias no logran evadirse de la superficialidad y resulta difícil empatizar con alguno de los personajes. La conexión de las tres narraciones, evidente desde los primeros minutos, resulta artificial y forzada. El final es demasiado fácil.
Sin embargo la película tiene grandes momentos. El inicio con el accidente de un tsunami es una verdadera joya, lo mejor en cine catastrófico de los últimos años. Clint logra no caer en los tópicos que suelen acompañar a las películas que tratan sobre el más allá y sale bien parado de un guion flojo. Eastwood vuelve a dejar patente su virtuosismo técnico en una película bastante aceptable, que a pesar de estar lejos de los grandes títulos del director es un soplo de aire fresco a la cartelera.
Desde que nacemos nuestra existencia está rodeada por un contexto vital, un espacio complementario y necesario para seguir adelante. Familiares, amigos, etc., todos ocupan un lugar en nuestra vida. Cuando perdemos a alguien cercano ese espacio que ocupaba queda vacío, y nadie puede reemplazarlo.
La tragedia de hacerse mayor es aprender a vivir con la ausencia, aceptar esos espacios vacíos que van quedando e intentar apoyarse en los demás para no decaer. El dolor de esa ausencia es uno de los temas de la película. Los personajes experimentarán cada uno a su manera un contacto con la muerte que les llevará a replantearse su visión del mundo.
La muerte es el catalizador de la vida. Viajamos, conocemos, queremos, … actuamos porque somos conscientes de que no tenemos todo el tiempo del mundo. Eastwood quiere introducir la muerte y un posible más allá como elementos necesarios de nuestro vivir. Hoy en día evitamos esos temas, nos dan miedo, resulta incluso desagradable hablar de ellos. Quienes integran y aceptan la muerte como la única posibilidad real en cada instante son rechazados, tal y como les pasa a los personajes de la película que han conocido de cerca esa opción. Clint reflexiona sobre el dolor del vacío, la redención por nuestro pasado, utilizando la posibilidad del contacto con el más allá para encontrar en los que se han ido el perdón.
La película trata las experiencias que han tenido distintos personajes con la muerte. Una reportera francesa que se salva de un tsunami y un joven que pierde a un ser querido en un accidente. Dos momentos que marcan sus vidas. La otra historia es la de un hombre que tiene el don de contactar con los muertos pero que rechaza hacerlo por considerarlo una maldición.
Tres perspectivas distintas sobre la muerte que sin embargo no consiguen atrapar al espectador. El ritmo es muy lento, las historias no logran evadirse de la superficialidad y resulta difícil empatizar con alguno de los personajes. La conexión de las tres narraciones, evidente desde los primeros minutos, resulta artificial y forzada. El final es demasiado fácil.
Sin embargo la película tiene grandes momentos. El inicio con el accidente de un tsunami es una verdadera joya, lo mejor en cine catastrófico de los últimos años. Clint logra no caer en los tópicos que suelen acompañar a las películas que tratan sobre el más allá y sale bien parado de un guion flojo. Eastwood vuelve a dejar patente su virtuosismo técnico en una película bastante aceptable, que a pesar de estar lejos de los grandes títulos del director es un soplo de aire fresco a la cartelera.

8.2
149,778
9
29 de julio de 2009
29 de julio de 2009
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Esta última obra del maestro Clint vuelve a mostrarnos una vez más el gran talento que tiene este señor para crear buenas películas. El núcleo del film no es de tipo abstracto o general, sino más bien está enfocado en el personaje de Kowalski. Un hombre que arrastra dolor, en el que el peso del pasado le hace ser un viejo cascarrabias al que incluso sus propios hijos no lo quieren como padre.
El nombre de la película, Gran Torino, se refiere al amado coche de Kowalski. Para conocer el significado del coche ver el spoiler.
En definitiva, es una película del todo recomendable, donde reirá y llorará, y en la que Clint sabe crear atmósferas dramáticas con la simple mirada de un perro. Para disfrutar del film es recomendable fijarse en la evolución del personaje. Se pueden tomar como referentes su relación con los vecinos, especialmente con Thao, y con el cura.
El nombre de la película, Gran Torino, se refiere al amado coche de Kowalski. Para conocer el significado del coche ver el spoiler.
En definitiva, es una película del todo recomendable, donde reirá y llorará, y en la que Clint sabe crear atmósferas dramáticas con la simple mirada de un perro. Para disfrutar del film es recomendable fijarse en la evolución del personaje. Se pueden tomar como referentes su relación con los vecinos, especialmente con Thao, y con el cura.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Su Gran Torino del 72 simboliza toda su vida, que ha ido manteniendo y cuidando con las herramientas que ha comprado durante su existencia. El momento en el que cambia es cuando le deja el coche a Thao, la metáfora que muestra el final de la película, donde Clint da su vida por Thao.
La idea principal de la película es la redención de Kowalski, que termina cuando cierra la herida de su vida del mismo modo en que la abrió. Un hombre que al principio sabe más de la muerte que de la vida, y que una vez descubierta la vida la protege con la muerte.
La idea principal de la película es la redención de Kowalski, que termina cuando cierra la herida de su vida del mismo modo en que la abrió. Un hombre que al principio sabe más de la muerte que de la vida, y que una vez descubierta la vida la protege con la muerte.
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