Sin duda mi película favorita, cada vez que la veo me encanta Tony Montana, un personaje hecho a si mismo, que hace que quieras que gane el malo. Un delirio y una obra maestra a la vez que te transporta al cine de antes, al cine trabajado y que deja huella, alejándote del cine sin sustancia que suele llenar los cines en la actualidad. Si no la has visto ya estás tardando en hacerlo y adorarás este film junto con Tony y Manny