"De tal padre, tal hijo" creo que es una de esas películas que conviene ver en la intimidad uno sólo. En estas condiciones creo que uno puede llegar a conocerse mejor en base a cómo reacciona antes las situaciones que se plantean en la película, viendo con qué personaje empatiza más y trasladando las relaciones familiares que se producen a la vida personal de cada uno.

Considero que no todo el mundo considerará esta película entretenida o interesante, pero las personas más sensibles y que no necesiten de una película en contínua acción pueden encontrar en "De tal padre, tal hijo" un film más que interesante.

Lo que más me llamó la atención de la película es la interpretación del niño que hace de Keita, creo que sin necesidad de hablar mucho lo hace realmente bien.

Tras haber visto ésta y algúna otra película más de Kevin Spacey, empiezo a interesarme más por si filmografía; me parece que proporciona un carisma especial a cada personaje que interpreta (ayudado por la voz que le dobla al castellano).
Una de las primeras escenas (en el coelgio) mantiene un diálogo a mi parecer muy bueno a cerca del mundo. De ahí en adelante no vuelve a haber nada parecido, pero la historia se hace querer pese a ser parte de ella previsible.

Teniendo en cuenta que es una película que hace pensar en diversos momentos de la misma sobre temas muy diversos de nuestra vida, por lo que a mi respecta ya gana puntos. Además lo hace de una manera sencilla y amena, con lo que gana más.
Tras verla pensé: "Típica película que se pone en el instituto para luego debatir sobre ella"

Sin ser uno de los personajes principales de la película, este invidente da lugar a una historia que me conmueve. Los ojos azules, la mirada perdida y su expresividad me extremecen sobre todo en una de las primeras escenas en la que Ben Thomas le llama.

Sobre la película, me convence pero quizás le haga falta algún aliciente más para el sobresaliente, no obstante recomiendo verla.

Saludos,