El viaje que emprende Chihiro no es solamente hacia el mundo de los espíritus, sino hacia la madurez.
Cuando consigue el trabajo en la casa de los baños termales, Chihiro, a pesar de ser vista como una inútil que no es capaz de hacer bien ningún trabajo, de ser despreciada por sus compañeros por el hecho de ser humana... demuestra que con esfuerzo y a pesar de las dificultades y trabas que haya en su camino, es capaz de superar todos los obstáculos y conseguir su meta: devolver a sus padres a su estado normal (aunque lo hace con la ayuda de otros personajes como Haku o Zeniba), ya que de no ser así estos hubieran mantenido la figura de cerdo eternamente.

Es sin duda una película digna de ver y disfrutar.

Desde el momento en que el hombre recoge al perro, se crea un vínculo inquebrantable, y el perro lo sabe. Muchas personas se habrán sentido identificadas con esta sensación, personas que han rescatado a un perro de una perrera, que se lo han encontrado vagando por la calle, etc. Esto es justo lo que le pasa a los protagonistas, tanto el hombre como el perro saben que esa amistad que les une será para siempre. Hachiko nos muestra ese lado de las mascotas, el de la lealtad, cuando va a la estación día tras día a esperar a su dueño que de pronto un día, deja de aparecer por la puerta.
Aún estando en una casa distinta, con la hija ya casada de su dueño, el perro encuentra la manera de escaparse y seguir con la que fue su misión desde que ese hombre lo recogió: ir a buscar a su dueño después del trabajo a la estación de trenes.

Además no es una historia infundada, sino basada en el real Hachikō, un perro japonés de raza akita conocido como "el perro fiel" por esperar en la estación de tren por la que su dueño iba a trabajar, diez años tras su muerte, hasta fallecer también.

Sin duda una película muy bonita, que te hará reflexionar sobre el trato que damos y sobre todo que recibimos de los animales.

La película tiene una trama escasa y verdaderamente predecible: una chica que se ve envuelta en un lío con un espíritu maligno por jugar a la ouija y se suicida por acción de dicho espíritu. Amigos que descubren el juego e intentan despedirse de ella a través de él, y terminan malamente...
Desde el principio sabes quienes van a morir y quienes no, cuando te van a dar un susto (si es que se le puede llamar así, realmente lo único que te hace saltar es la música que casualmente la bajan justo antes y la ponen más alta en el momento), etc. Un final muy esperado y un tanto estúpido. ¿La joven que muere primero ayuda a su amiga antes de que el espíritu acabe con ella? De risa... más que una película de miedo parece una cómica.
Además, la historia de la tabla, con la madre que hablaba con los espíritus a través de su hija, se entiende al final pero con dificultad.
En resumen: estamos ante una película simple, previsible y demasiado típica, que para ver en casa y pasar el rato está bien, pasable... pero para pagar 7€ como ha sido mi caso por verla en un cine sin duda no la recomiendo.