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Críticas ordenadas por utilidad
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6.0
2,881
9
27 de octubre de 2018
27 de octubre de 2018
56 de 59 usuarios han encontrado esta crítica útil
Siempre es mejor que una novela sea adaptada al cine por su propio autor. En este caso, Donato Carrisi nos sorprende con una historia retorcida que es difícil de comentar sin caer en el spoiler. Por eso la mayor parte la escribiré en ese apartado. Es mejor enfrentarse a ella desde el desconocimiento total y dejarse intrigar por los pequeños detalles que van surgiendo. Todos tienen su sentido al final.
Me convencieron las sobrias interpretaciones de Toni Servillo, un veterano inspector que no tiene ningún escrúpulo en encontrar a un culpable, y de Alessio Boni, un profesor que se ve acorralado por varios indicios que le convierten en el máximo sospechoso.
A destacar también el sombrío escenario dominado por la niebla, Avechot. Un pequeño pueblo de montaña que conoció tiempos mejores y que es reproducido en una maqueta durante la narración.
Me convencieron las sobrias interpretaciones de Toni Servillo, un veterano inspector que no tiene ningún escrúpulo en encontrar a un culpable, y de Alessio Boni, un profesor que se ve acorralado por varios indicios que le convierten en el máximo sospechoso.
A destacar también el sombrío escenario dominado por la niebla, Avechot. Un pequeño pueblo de montaña que conoció tiempos mejores y que es reproducido en una maqueta durante la narración.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Hay varios detalles novedosos en esta investigación criminal. Para empezar la figura de ese comisario poco ético, que cuando está seguro de haber encontrado al culpable, está dispuesto a falsificar la prueba definitiva.
Quiere evitar a toda costa que el culpable quede suelto, pero lo que no puede tolerar es que semejante monstruo encima gane dinero a costa del asesinato de una chica de 16 años. Y además que él haya sido el instrumento para conseguir tan horrible fin. Por eso, atormentado y desprestigiado, no podía hacer otra cosa: matar al monstruo.
La figura del profesor Martini es una de las más frías y siniestras que recuerdo. Deja indicios muy claros: la presencia constante de su vehículo, el pelo del gato, el mensaje a la otra chica, la falta de coartada, la herida en la mano…pero nunca una prueba. Cuando deja a propósito la sangre en la mesa sabe que Vogel la usará. Con las pruebas prefabricadas de su inocencia como garantía, la trampa ya estaba lista.
Y como espectador de lujo el monstruo jubilado, el perturbado asesino y amable psiquiatra, que dejó de actuar hace 30 años cuando sufrió un infarto. Escalofriante el plano final en el lago.
Quiere evitar a toda costa que el culpable quede suelto, pero lo que no puede tolerar es que semejante monstruo encima gane dinero a costa del asesinato de una chica de 16 años. Y además que él haya sido el instrumento para conseguir tan horrible fin. Por eso, atormentado y desprestigiado, no podía hacer otra cosa: matar al monstruo.
La figura del profesor Martini es una de las más frías y siniestras que recuerdo. Deja indicios muy claros: la presencia constante de su vehículo, el pelo del gato, el mensaje a la otra chica, la falta de coartada, la herida en la mano…pero nunca una prueba. Cuando deja a propósito la sangre en la mesa sabe que Vogel la usará. Con las pruebas prefabricadas de su inocencia como garantía, la trampa ya estaba lista.
Y como espectador de lujo el monstruo jubilado, el perturbado asesino y amable psiquiatra, que dejó de actuar hace 30 años cuando sufrió un infarto. Escalofriante el plano final en el lago.

5.9
3,684
5
23 de agosto de 2018
23 de agosto de 2018
46 de 54 usuarios han encontrado esta crítica útil
A veces leo una novela de 500 páginas y al final considero que solo me interesó lo que contaba en 100. Y me pasa lo mismo con esta película. La idea para su desenlace era buena (lo comento en el spoiler) y el personaje de Amanda (Olivia Cooke) daba para mucho, pero no se aprovechaba.
En una de las pocas secuencias que merece la pena, Amanda se describe a sí misma. Su cerebro no contiene sentimientos. Solo imita los de los demás, y eso le causa dificultades para ser una buena persona.
Pero el problema es el cerebro del guionista (que además es director). No contiene ideas, y eso le crea dificultades para diseñar secuencias interesantes, y en definitiva hacer una buena película.
En una de las pocas secuencias que merece la pena, Amanda se describe a sí misma. Su cerebro no contiene sentimientos. Solo imita los de los demás, y eso le causa dificultades para ser una buena persona.
Pero el problema es el cerebro del guionista (que además es director). No contiene ideas, y eso le crea dificultades para diseñar secuencias interesantes, y en definitiva hacer una buena película.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
La idea para el desenlace era inquietante. “Qué loca está mi amiga, me voy a aprovechar de ella”. La maldad de la chica “normal”, Lily, es lo que da más miedo. Quiere matar a su padrastro únicamente porque le cae mal. Amanda está catalogada de desequilibrada y peligrosa, pero no quiere matar a nadie. Al final la “loca” carga con la culpa y Lily no quiere ni leer sus cartas desde su encierro. ¿Quién de las dos tiene menos sentimientos? ¿Quién de las dos está más loca?
Podríamos haber sabido algo más del pasado de las dos chicas, dar un papel más relevante a las madres, aportar un poco de humor…
Pero…
Paseo por la lujosa casa…me subo a una silla para coger la espada…no, la dejo…primer plano de Lily cuando duerme…abre los ojos…que ojos más bonitos…hueles raro…es que no me ducho…vale, me ducho…y pongo caras frente al espejo…que tal me sentaría el pelo corto…pasa un jardinero….aguantemos la respiración bajo el agua…yo 25 segundos….uy, que me he pasado aguantando…veamos a Amanda dormir…¿dónde está mi madre?…¡no grites!…voy…la encuentro en los rayos UVA…le gusta que me ponga morena…leo un texto…leo otro…me quedo abrazándote…vemos la tele…la actriz lo hace mal…ahora mejor…
Podríamos haber sabido algo más del pasado de las dos chicas, dar un papel más relevante a las madres, aportar un poco de humor…
Pero…
Paseo por la lujosa casa…me subo a una silla para coger la espada…no, la dejo…primer plano de Lily cuando duerme…abre los ojos…que ojos más bonitos…hueles raro…es que no me ducho…vale, me ducho…y pongo caras frente al espejo…que tal me sentaría el pelo corto…pasa un jardinero….aguantemos la respiración bajo el agua…yo 25 segundos….uy, que me he pasado aguantando…veamos a Amanda dormir…¿dónde está mi madre?…¡no grites!…voy…la encuentro en los rayos UVA…le gusta que me ponga morena…leo un texto…leo otro…me quedo abrazándote…vemos la tele…la actriz lo hace mal…ahora mejor…
10
6 de julio de 2020
6 de julio de 2020
39 de 41 usuarios han encontrado esta crítica útil
No pensaba escribir sobre “Lo que el viento se llevó”, porque hace tiempo seleccioné la crítica de “Ernesto” entre mis favoritas y no necesitaba añadir nada más. Sin embargo, la decisión de la plataforma HBO de aportar desconsideraciones al principio de la película por “perpetuar estereotipos racistas” me hace reflexionar sobre ciertos temas.
La novela fue escrita por Margaret Mitchell, una señora de Atlanta que, en su historia, idealizó ese mundo sureño que existió antes de la guerra de Secesión.
Hoy en día nos repele la idea de que los secesionistas confederados pretendieran defender una sociedad en la que existía, entre otras cosas, la esclavitud de los seres humanos. Muchas cosas horribles han existido a lo largo de la historia. Nuestra sociedad debe evolucionar y aprender del pasado, para corregir todo tipo de brutalidades. Y mejoramos, aunque nuestro mundo todavía no sea perfecto y no esté libre de injusticias o salvajismo.
Pero claro, algunos juzgan con criterios del siglo XXI sucesos de la antigüedad. Hace poco he escuchado en un documental que “los romanos eran unos machistas”. Creo que hay que situarse en el contexto histórico del que se habla.
Margaret Mitchell, nacida en 1900, escribió su historia desde su punto de vista. ¿Y no es eso lo que hacen todos los escritores? Naturalmente, ese punto de vista nos puede resultar discutible. Porque cuando leemos un libro o vemos una película, lo hacemos con el cerebro puesto.
Yo me puedo emocionar viendo “Lo que el viento se llevó” y estar en contra, a la vez, de ese mundo que pretendía defender el ejército confederado.
Desde un punto de vista cinematográfico, esta película rompió moldes, por su sentido de la aventura en un contexto histórico, por su dramatismo, por sus interpretaciones inolvidables, por su puesta en escena conmovedora, y por esa protagonista engreída y egoísta, que veía sus sueños destrozados. En su año de producción, 1939, fue un referente del melodrama y hoy lo sigue siendo.
Si nos invade un puritanismo feroz, que quisiera eliminar todo lo que no es políticamente correcto del cine, no tendríamos freno.
La aclamada obra de Coppola “El padrino”, está narrada desde el punto de vista de los mafiosos. Destaca en ella el sentido de la familia, mientras sus protagonistas, realmente carismáticos, se dedican al crimen organizado. Entonces habría que censurarla también y en sus emisiones poner un letrero, como se pretende hacer con “Lo que el viento se llevó”. En una pondría “Atención. Esta película fomenta el racismo” y en la otra “Atención. Esta película fomenta el crimen organizado”.
“Bonnie and Clyde” aporta descaradamente el glamour de sus protagonistas a la delincuencia común. Habría que censurarla también. “Lolita” tiene como protagonista y punto de vista principal a un pedófilo irrefrenable y la niña es de cuidado. Sería censurada por motivos variados. “Marcelino, pan y vino” podría ser acusada de adoctrinar en el cristianismo. Y al revés, “Viridiana” podría ser acusada de ridiculizar la caridad cristiana.
“Centauros del desierto” tiene un protagonista confederado, y además ¡odia a los indios! Censurada y quemadas todas las copias. En los años 60 y 70 hay muchas películas que idealizaban el comunismo. Y al revés, “La vida de los otros” denuncia el régimen comunista de la Alemania del Este. Todas censuradas por adoctrinar en un sentido o en otro. “Braveheart” es claramente anti-inglesa. Censurada por xenofobia.
Y respecto a denigrar la imagen de la mujer, aquí se podría escribir un libro. Respecto a la saga “James Bond” los señores de HBO pondrían un letrero que diría “Atención, esto es una fantasía casposa masculina”, aunque no sé si serían tan sagaces para descubrir que, en lo referente al machismo, el cine moderno es peor que el clásico. Muchas veces pienso “Todo esto lo ha escrito un tío más salido que un babuino. Solo mujeres objeto”. Ese sería un buen letrero para colocar antes de los títulos de crédito. Los de HBO ya tienen trabajo…
En fin, que cuando nos enfrentamos a una película, un libro, una obra de teatro o un cuadro, todos somos capaces de pensar, reflexionar e interpretar esa obra. No necesitamos a unos señores de HBO que nos digan lo que debemos sentir o lo que debemos pensar.
La novela fue escrita por Margaret Mitchell, una señora de Atlanta que, en su historia, idealizó ese mundo sureño que existió antes de la guerra de Secesión.
Hoy en día nos repele la idea de que los secesionistas confederados pretendieran defender una sociedad en la que existía, entre otras cosas, la esclavitud de los seres humanos. Muchas cosas horribles han existido a lo largo de la historia. Nuestra sociedad debe evolucionar y aprender del pasado, para corregir todo tipo de brutalidades. Y mejoramos, aunque nuestro mundo todavía no sea perfecto y no esté libre de injusticias o salvajismo.
Pero claro, algunos juzgan con criterios del siglo XXI sucesos de la antigüedad. Hace poco he escuchado en un documental que “los romanos eran unos machistas”. Creo que hay que situarse en el contexto histórico del que se habla.
Margaret Mitchell, nacida en 1900, escribió su historia desde su punto de vista. ¿Y no es eso lo que hacen todos los escritores? Naturalmente, ese punto de vista nos puede resultar discutible. Porque cuando leemos un libro o vemos una película, lo hacemos con el cerebro puesto.
Yo me puedo emocionar viendo “Lo que el viento se llevó” y estar en contra, a la vez, de ese mundo que pretendía defender el ejército confederado.
Desde un punto de vista cinematográfico, esta película rompió moldes, por su sentido de la aventura en un contexto histórico, por su dramatismo, por sus interpretaciones inolvidables, por su puesta en escena conmovedora, y por esa protagonista engreída y egoísta, que veía sus sueños destrozados. En su año de producción, 1939, fue un referente del melodrama y hoy lo sigue siendo.
Si nos invade un puritanismo feroz, que quisiera eliminar todo lo que no es políticamente correcto del cine, no tendríamos freno.
La aclamada obra de Coppola “El padrino”, está narrada desde el punto de vista de los mafiosos. Destaca en ella el sentido de la familia, mientras sus protagonistas, realmente carismáticos, se dedican al crimen organizado. Entonces habría que censurarla también y en sus emisiones poner un letrero, como se pretende hacer con “Lo que el viento se llevó”. En una pondría “Atención. Esta película fomenta el racismo” y en la otra “Atención. Esta película fomenta el crimen organizado”.
“Bonnie and Clyde” aporta descaradamente el glamour de sus protagonistas a la delincuencia común. Habría que censurarla también. “Lolita” tiene como protagonista y punto de vista principal a un pedófilo irrefrenable y la niña es de cuidado. Sería censurada por motivos variados. “Marcelino, pan y vino” podría ser acusada de adoctrinar en el cristianismo. Y al revés, “Viridiana” podría ser acusada de ridiculizar la caridad cristiana.
“Centauros del desierto” tiene un protagonista confederado, y además ¡odia a los indios! Censurada y quemadas todas las copias. En los años 60 y 70 hay muchas películas que idealizaban el comunismo. Y al revés, “La vida de los otros” denuncia el régimen comunista de la Alemania del Este. Todas censuradas por adoctrinar en un sentido o en otro. “Braveheart” es claramente anti-inglesa. Censurada por xenofobia.
Y respecto a denigrar la imagen de la mujer, aquí se podría escribir un libro. Respecto a la saga “James Bond” los señores de HBO pondrían un letrero que diría “Atención, esto es una fantasía casposa masculina”, aunque no sé si serían tan sagaces para descubrir que, en lo referente al machismo, el cine moderno es peor que el clásico. Muchas veces pienso “Todo esto lo ha escrito un tío más salido que un babuino. Solo mujeres objeto”. Ese sería un buen letrero para colocar antes de los títulos de crédito. Los de HBO ya tienen trabajo…
En fin, que cuando nos enfrentamos a una película, un libro, una obra de teatro o un cuadro, todos somos capaces de pensar, reflexionar e interpretar esa obra. No necesitamos a unos señores de HBO que nos digan lo que debemos sentir o lo que debemos pensar.

5.9
4,430
7
3 de julio de 2022
3 de julio de 2022
51 de 66 usuarios han encontrado esta crítica útil
Julia, una actriz sin fortuna, decide acompañar a su novio, Francis, a Bucarest, donde éste ha logrado un buen puesto de trabajo gracias a su origen rumano.
Allí no conoce a nadie y pasa mucho tiempo sola. Además, el idioma se convierte en una barrera que la aísla, incluso cuando comparte tiempo con Francis y sus compañeros de trabajo.
En esta situación, Julia empieza a inquietarse por la presencia constante de una silueta en la ventana de enfrente que parece estar vigilándola. También cree que la siguen por la calle, pero las pruebas que puede transmitir a Francis son endebles. Puede tratarse de una paranoia provocada por la soledad.
El tema está bien planteado y la interpretación de Maika Monroe, sobre la que recae buena parte de la película, es más que aceptable. Recuerda a las películas de suspense de los años 90, pero con un ritmo más pausado.
Lo más discutible es alguna reacción de la protagonista poniéndose en peligro, pero se podría interpretar que la búsqueda de respuestas supone un impulso más poderoso que el miedo.
Allí no conoce a nadie y pasa mucho tiempo sola. Además, el idioma se convierte en una barrera que la aísla, incluso cuando comparte tiempo con Francis y sus compañeros de trabajo.
En esta situación, Julia empieza a inquietarse por la presencia constante de una silueta en la ventana de enfrente que parece estar vigilándola. También cree que la siguen por la calle, pero las pruebas que puede transmitir a Francis son endebles. Puede tratarse de una paranoia provocada por la soledad.
El tema está bien planteado y la interpretación de Maika Monroe, sobre la que recae buena parte de la película, es más que aceptable. Recuerda a las películas de suspense de los años 90, pero con un ritmo más pausado.
Lo más discutible es alguna reacción de la protagonista poniéndose en peligro, pero se podría interpretar que la búsqueda de respuestas supone un impulso más poderoso que el miedo.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
El encuentro en el metro, con el vagón parado en el túnel, es una buena secuencia. Un anticipo de lo que se avecina.
En su intenso desenlace, el espectador, ante tanta sangre, resulta tan engañado como el psicópata. Un médico debería opinar sobre el tema. No sé si es exagerado, pero a mí me pareció bien ser engañado. Solo haciéndose la muerta era posible llegar hasta la pistola…salvo que el loco quisiera añadir esa cabeza a su colección, claro.
En un tenso intercambio de miradas final, está en el aire el chiste que Francis soltó en rumano ante sus colegas. Bueno, Julia tenía la maleta casi hecha.
En su intenso desenlace, el espectador, ante tanta sangre, resulta tan engañado como el psicópata. Un médico debería opinar sobre el tema. No sé si es exagerado, pero a mí me pareció bien ser engañado. Solo haciéndose la muerta era posible llegar hasta la pistola…salvo que el loco quisiera añadir esa cabeza a su colección, claro.
En un tenso intercambio de miradas final, está en el aire el chiste que Francis soltó en rumano ante sus colegas. Bueno, Julia tenía la maleta casi hecha.
14 de septiembre de 2018
14 de septiembre de 2018
41 de 46 usuarios han encontrado esta crítica útil
Necesito la máquina de “Olvídate de mí” para extirpar de mi mente una secuencia de esta película. Una reflexión: si pudierais quitar de vuestra memoria una solo escena de todas las películas que habéis visto ¿cuál elegiríais? Yo lo tengo claro, la que comento en el spoiler.
La vida del cinéfilo es muy dura. Investigando la historia del cine termina uno por ver cada cosa…
En su famoso escrito decía Pasolini que había renegado de la “Trilogía de la vida”. Yo creo que renegó de más cosas: del buen gusto, de la vergüenza, del sentido común y del cine en general.
El continuo abuso de unos carceleros a sus inocentes víctimas era el único tema de un bodrio pornográfico. Para maquillarlo era necesario introducir un contexto histórico, el fascismo, y así presentarlo como una sátira. Pero no cuela, ni en 1975 ni ahora. Yo solo veo efectismo provocador y terriblemente vacío. Algunas críticas la consideran la peor película de la historia. Desde luego es de las cosas más horribles que se han perpetrado utilizando el cine como excusa.
La vida del cinéfilo es muy dura. Investigando la historia del cine termina uno por ver cada cosa…
En su famoso escrito decía Pasolini que había renegado de la “Trilogía de la vida”. Yo creo que renegó de más cosas: del buen gusto, de la vergüenza, del sentido común y del cine en general.
El continuo abuso de unos carceleros a sus inocentes víctimas era el único tema de un bodrio pornográfico. Para maquillarlo era necesario introducir un contexto histórico, el fascismo, y así presentarlo como una sátira. Pero no cuela, ni en 1975 ni ahora. Yo solo veo efectismo provocador y terriblemente vacío. Algunas críticas la consideran la peor película de la historia. Desde luego es de las cosas más horribles que se han perpetrado utilizando el cine como excusa.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Un señor muy malo se planta en el centro de una sala y se pone a defecar. Después le grita a una chica prisionera a la que han desnudado ¡mangia! y le dan una cuchara…
Y no sigo, que de verdad lo que quiero es olvidarlo.
Pero eso solo es un aperitivo, porque más tarde hay caca para todos en un gran banquete. De buen rollo. Todos tenían que aguantarse las ganas porque había que llenar la cacerola. Y lo peor es que esto no pretende ser una comedia guarra para que unos adolescentes se echen unas risas. Esto es “arte y ensayo”.
Quizá el bueno de Pasolini lo que quiso transmitirnos con ese banquete de mierda era una aguda metáfora. Quizá simbolizaba la cantidad de cagarrutas que nos tenemos que tragar los aficionados al cine cuando somos demasiados curiosos.
Y no sigo, que de verdad lo que quiero es olvidarlo.
Pero eso solo es un aperitivo, porque más tarde hay caca para todos en un gran banquete. De buen rollo. Todos tenían que aguantarse las ganas porque había que llenar la cacerola. Y lo peor es que esto no pretende ser una comedia guarra para que unos adolescentes se echen unas risas. Esto es “arte y ensayo”.
Quizá el bueno de Pasolini lo que quiso transmitirnos con ese banquete de mierda era una aguda metáfora. Quizá simbolizaba la cantidad de cagarrutas que nos tenemos que tragar los aficionados al cine cuando somos demasiados curiosos.
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