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Críticas ordenadas por utilidad
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10
29 de diciembre de 2007
29 de diciembre de 2007
91 de 116 usuarios han encontrado esta crítica útil
Yo tenía quince años, los mismos que hace de la primera vez que ví, en el cine, “Qué he hecho yo para merecer esto”. El ayuntamiento subvencionaba un ciclo que durante una semana proyectaría todas las películas del aclamado director manchego que, por aquel entonces, estaba a punto de estrenar “Tacones Lejanos”. Gracias a esa iniciativa pude ver en pantalla grande toda la filmografía de Almodóvar hasta “Átame”. Mi cuerpo y mi mente adolescente no daban crédito a aquellas películas diferentes a todo lo que yo había podido ver en el cine hasta el momento. El cine de Almodóvar producía en mí una mezcla de excitación, ansiedad, placer y pasión que me abocó a la fascinación que aún hoy siento por este genio del cine.
Desde entonces, “Qué he hecho yo para merecer esto” sigue siendo, junto a “Mujeres al borde de un ataque de nervios”, mi película favorita de Almodóvar. Debo repartir este primer puesto entre las dos películas puesto que ambas son geniales y representan, cada una en su género, drama y comedia, el cénit creativo de Almodóvar como director y guionista.
Desde entonces, “Qué he hecho yo para merecer esto” sigue siendo, junto a “Mujeres al borde de un ataque de nervios”, mi película favorita de Almodóvar. Debo repartir este primer puesto entre las dos películas puesto que ambas son geniales y representan, cada una en su género, drama y comedia, el cénit creativo de Almodóvar como director y guionista.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
En “Qué he hecho yo…”, escenas como la del dentista pederasta quedándose con el hijo pequeño de Gloria (Carmen Maura) o las que protagoniza la hija de Kiti Mánver y sus poderes mentales, configuran y dan forma a una historia hiperrealista, tan “hiper” que en un primer momento y si sacáramos las escenas fuera del contexto total de la película nos parecerían sketchs puramente surrealistas. Tras todos esos disparates, tras comprender la desesperación de esa ama de casa interpretada por Carmen Maura que vive una vida donde ya nada tiene valor ni sentido puesto que todos se han marchado, su marido, sus hijos, su madre a la que acaba de despedir en el autobús que la lleva al pueblo… Ya no queda ninguna razón para luchar, no hay ninguna excusa para despertar por la mañana y enfrentarse a una vida de mierda, y el balcón de casa, de pronto, parece tener una verdadera utilidad para saltar y poner fin así a esa rutina tediosa y miserable. Es en ese momento cuando Gloria, con las manos en la barandilla, ve a su hijo pequeño que entra en el edificio, de vuelta de la casa del dentista. Hay una razón para no tirarse por ese balcón; reencontrarse con su hijo, hacerle la merienda y el mal viento se disipa, los demonios de la mente se desvanecen y se ilumina la razón. Una chispita de ilusión y de esperanza en la vida de una mujer que hasta ese preciso momento no pasaba de sentirse igual que un trapo inútil e ignorado.
El final de la película hizo redonda la historia, justificó cada una de sus alocadas e increíbles escenas, me acercó vertiginosamente al personaje de Gloria, y pude tocarla, olerla y sentirla como si fuera a mí a quien abrazaba y no a su hijo. Su realismo me fulminó, neo o no, es un hiperrealismo mágico, pues fascina y hace SENTIR, así, con mayúsculas.
Quince años después de haber visto por primera vez "Qué he hecho yo..." veo “Las noches de Cabiria” y “La Strada”, asignaturas pendientes, y me enamoro de Giulietta Masina como me enamoré de Carmen Maura. Ambas tan payasas, tan frágiles y expresivas. Caricaturas de sí mismas capaces de provocar la carcajada más libre y la congoja más incómoda en el espectador.
¿Por qué le doy el 10 a Almodóvar y no a Fellini? Ambos directores lo merecen, el primero fue el maestro y el segundo el alumno aventajado que perfeccionó y adaptó sus conocimientos a un contexto para mí aún más cercano como espectador. Un Madrid en los '80 periférico como sus personajes, una Maura madre de familia, superhéroe doméstica a la que, sin embargo, nadie agradece sus proezas cotidianas, a alguien le resulta familiar??. "Qué he hecho yo para merecer esto?" es para mi uno de los mejores retratos cinematográficos "made in spain" representando una sociedad, su cultura, una época y un grito de persona que al ser lanzado por una mujer se convierte en grito femenino y feminista.
El final de la película hizo redonda la historia, justificó cada una de sus alocadas e increíbles escenas, me acercó vertiginosamente al personaje de Gloria, y pude tocarla, olerla y sentirla como si fuera a mí a quien abrazaba y no a su hijo. Su realismo me fulminó, neo o no, es un hiperrealismo mágico, pues fascina y hace SENTIR, así, con mayúsculas.
Quince años después de haber visto por primera vez "Qué he hecho yo..." veo “Las noches de Cabiria” y “La Strada”, asignaturas pendientes, y me enamoro de Giulietta Masina como me enamoré de Carmen Maura. Ambas tan payasas, tan frágiles y expresivas. Caricaturas de sí mismas capaces de provocar la carcajada más libre y la congoja más incómoda en el espectador.
¿Por qué le doy el 10 a Almodóvar y no a Fellini? Ambos directores lo merecen, el primero fue el maestro y el segundo el alumno aventajado que perfeccionó y adaptó sus conocimientos a un contexto para mí aún más cercano como espectador. Un Madrid en los '80 periférico como sus personajes, una Maura madre de familia, superhéroe doméstica a la que, sin embargo, nadie agradece sus proezas cotidianas, a alguien le resulta familiar??. "Qué he hecho yo para merecer esto?" es para mi uno de los mejores retratos cinematográficos "made in spain" representando una sociedad, su cultura, una época y un grito de persona que al ser lanzado por una mujer se convierte en grito femenino y feminista.

5.7
12,770
5
24 de agosto de 2007
24 de agosto de 2007
84 de 121 usuarios han encontrado esta crítica útil
El 5 es porque me duele tener que suspender al gran Médem, por Bebe y porque en sí, el argumento central de la película es interesante y hasta original. Pero el director salta de flor en flor, sin llegar a desarrollar a secundarios interesantes y, lo que es peor, sin conseguir que nos atrape realmente la historia como sí que consiguió con "Lucía y el sexo" o "Los amantes del círculo polar". "Caótica Ana" es una película cargada de buenas intenciones pero también de excesos y tópicos que acaban por dispersarlo todo y dejar en evidencia esas buenas intenciones. La protagonista hace un papel correcto pero de repente suelta frases entonadas al más puro estilo "Aquí no hay quien viva" ... También chirrían algunas escenas surreal-erótico-sexuales que parece que busquen sólo el ingrediente picante o morboso, algo más propio de Bigas Luna que en el caso de "Caótica Ana" no aporta gran cosa.
Si te gusta Médem tienes que verla porque siempre encontrarás chispitas de su magia, aunque sin llegar a atrapar. Si no eres demasiado fan del director esta película te parecerá la adaptación de uno de esos anuncios de compresas a largometraje, sí, aquellos donde la chica empezaba a dar tumbos estrambóticos y sin saber muy bien cómo acababa en la China comiendo algodón de azúcar con sabor a tres delicias.
Si te gusta Médem tienes que verla porque siempre encontrarás chispitas de su magia, aunque sin llegar a atrapar. Si no eres demasiado fan del director esta película te parecerá la adaptación de uno de esos anuncios de compresas a largometraje, sí, aquellos donde la chica empezaba a dar tumbos estrambóticos y sin saber muy bien cómo acababa en la China comiendo algodón de azúcar con sabor a tres delicias.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Aquí entraré en detalles sobre las escenas surreal-erótico-sexuales de las que hablaba más arriba, me refiero a las de amor libre que se nos muestran en la residencia de artistas o todavía más ridícula la que interpreta la protagonista de camarera en un restaurante de lujo con el americano poderoso y su guardaespaldas que la cachea y ella casi se corre de gusto sin dejar de chupetear el espárrago del plato que acaba compartiendo con el matón y que una vez "chupao" lo sirve al americano con el resto de la comida. Es que todavía me da la risa cuando me acuerdo de la escena... y más adelante, cuando va en plan matahari a la habitación del americano que cumple el tópico de americano ignorante que no sabe que España es un pais europeo y no una isla del caribe... la cagada en la frente, etc...
No sé qué decir, como alguien ha dicho en otra crítica, a Médem se le ha ido un poco la cabeza. Todo esto me resulta excesivo, redicho, ridículo, innecesario y le quita seriedad a la cinta. Una pena por lo que pudo haber sido... y no es.
No sé qué decir, como alguien ha dicho en otra crítica, a Médem se le ha ido un poco la cabeza. Todo esto me resulta excesivo, redicho, ridículo, innecesario y le quita seriedad a la cinta. Una pena por lo que pudo haber sido... y no es.
6
1 de diciembre de 2007
1 de diciembre de 2007
35 de 47 usuarios han encontrado esta crítica útil
Judith Colell se sube al carro del cine sincero y sin artificios relatándonos las vidas de tres personajes cotidianos. Eric Rhomer sería un buen referente y más recientemente, en el panorama patrio, lo serían Cesc Gay, Icíar Bollaín o Jaime Rosales.
Sin embargo, y a mi juicio, la directora catalana parece no haberse encontrado del todo a gusto con este tipo de formato y manera de contar su historia. Es un sí pero no, es un quiero y no puedo, es una película correcta pero que no alcanza a definir su propia personalidad, y eso es un gran riesgo cuando todo se ha apostado a una sola carta. Esa carta se llama "cine de autor" y sin un buen comodín, o dos, para salvar la partida, "53 días de invierno" cae de lo que podría haber sido un film ejemplar de autor a algo mucho más modesto que no pasa del correcto telefilm. Y que conste que la palabra telefilm no tiene para mí ninguna connotación peyorativa, que cada uno valore las diferencias entre film y telefilm.
El guión es interesante, aunque cae en una excesiva dramatización hacia el tercio final de la cinta. Elementos que no ayudan son las voces anónimas de los oyentes del programa de radio nocturno, suenan demasiado a actores de doblaje y se supone que son gente normal, de la calle, contando sus miserias sin guión... Se podría perdonar pero inevitablemente hace que la película pierda credibilidad y desgraciadamente el fallo se repite también en boca de la joven Aina Clotet y fugazmente en la veterana Mercedes Sampietro. Le duela a quien le duela estamos hablando de cine, no de teatro ni de "el Cor de la Ciutat". Tampoco ayuda la torpeza de la cámara que pretende potenciar un dramatismo captando esos primerísimos planos de los actores, encuadrando cogotes camara al hombro. Si la propia trama o los diálogos ya son suficientemente dramáticos porqué ese abuso con la cámara? No hay firmeza en los planos, y no me refiero a que la cámara tenga que estar sobre un trípode, no. Me refiero a fuerza y confianza, a creerse lo que uno está filmando y cómo lo está filmando para que el espectador, de esa manera, también pueda creérselo ... uhmmm, no, no vale, se rizó el rizo, se pasó de rosca.
A favor tengo que decir que, pese a todo, es una propuesta interesante que sin duda debería tener más difusión de la que actualmente está teniendo en las salas españolas. Pero aún así sé que muchos me hundireis esta crítica, sobre todo teniendo en cuenta que la peli tiene toda la pinta de llevarse bastantes premios locales de cine catalán y demás... No sé, a lo mejor soy yo un bocazas. Ya me contareis.
Sin embargo, y a mi juicio, la directora catalana parece no haberse encontrado del todo a gusto con este tipo de formato y manera de contar su historia. Es un sí pero no, es un quiero y no puedo, es una película correcta pero que no alcanza a definir su propia personalidad, y eso es un gran riesgo cuando todo se ha apostado a una sola carta. Esa carta se llama "cine de autor" y sin un buen comodín, o dos, para salvar la partida, "53 días de invierno" cae de lo que podría haber sido un film ejemplar de autor a algo mucho más modesto que no pasa del correcto telefilm. Y que conste que la palabra telefilm no tiene para mí ninguna connotación peyorativa, que cada uno valore las diferencias entre film y telefilm.
El guión es interesante, aunque cae en una excesiva dramatización hacia el tercio final de la cinta. Elementos que no ayudan son las voces anónimas de los oyentes del programa de radio nocturno, suenan demasiado a actores de doblaje y se supone que son gente normal, de la calle, contando sus miserias sin guión... Se podría perdonar pero inevitablemente hace que la película pierda credibilidad y desgraciadamente el fallo se repite también en boca de la joven Aina Clotet y fugazmente en la veterana Mercedes Sampietro. Le duela a quien le duela estamos hablando de cine, no de teatro ni de "el Cor de la Ciutat". Tampoco ayuda la torpeza de la cámara que pretende potenciar un dramatismo captando esos primerísimos planos de los actores, encuadrando cogotes camara al hombro. Si la propia trama o los diálogos ya son suficientemente dramáticos porqué ese abuso con la cámara? No hay firmeza en los planos, y no me refiero a que la cámara tenga que estar sobre un trípode, no. Me refiero a fuerza y confianza, a creerse lo que uno está filmando y cómo lo está filmando para que el espectador, de esa manera, también pueda creérselo ... uhmmm, no, no vale, se rizó el rizo, se pasó de rosca.
A favor tengo que decir que, pese a todo, es una propuesta interesante que sin duda debería tener más difusión de la que actualmente está teniendo en las salas españolas. Pero aún así sé que muchos me hundireis esta crítica, sobre todo teniendo en cuenta que la peli tiene toda la pinta de llevarse bastantes premios locales de cine catalán y demás... No sé, a lo mejor soy yo un bocazas. Ya me contareis.
31 de agosto de 2006
31 de agosto de 2006
38 de 55 usuarios han encontrado esta crítica útil
He leído las anteriores críticas de otros usuarios a esta película y no podia pasar sin dejar la mía. Al fin y al cabo esta es la película que más veces en visto en toda mi vida, unas 12 o 15 veces, y la verdad, no me cansa, es una película con un ritmo estupendo, de guión divertidísimo y con golpes que han pasado a ser parte del imaginario colectivo de este pais. Una Maura alcanzando su propio cénit como actriz, Maria Barranco, Julieta Serrano, Chus Lampreave, Rossy de Palma y Kiti Manver. Un elenco de lujo donde cada una de ellas tiene la frase adecuada y perfecta.
Visualmente también es un regalo para los ojos, toda una lección de fotografía colorista, con planos y composiciones que crean escuela sin olvidar los títulos de crédito memorables del brillante Juan Gatti. Estoy de acuerdo que para ser una peli de aquella época de Pedro Almodóvar, ésta, sin embargo, despues de verla una y otra vez, reconozco que es perfecta en cuanto a montaje y ritmo.
Pistoletazo de salida para Antonio Banderas, Carmen Maura o Rossy de Palma a nivel internacional. No podía ser de otra manera que "Mujeres al borde..." se convirtiera en un punto y aparte, en un icono y referente del cine como obra de arte.
Visualmente también es un regalo para los ojos, toda una lección de fotografía colorista, con planos y composiciones que crean escuela sin olvidar los títulos de crédito memorables del brillante Juan Gatti. Estoy de acuerdo que para ser una peli de aquella época de Pedro Almodóvar, ésta, sin embargo, despues de verla una y otra vez, reconozco que es perfecta en cuanto a montaje y ritmo.
Pistoletazo de salida para Antonio Banderas, Carmen Maura o Rossy de Palma a nivel internacional. No podía ser de otra manera que "Mujeres al borde..." se convirtiera en un punto y aparte, en un icono y referente del cine como obra de arte.

6.3
26,679
5
18 de marzo de 2009
18 de marzo de 2009
24 de 30 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cómo es lógico nadie puede ignorar el estreno de la última película de nuestro más reconocido director y de nuestra única actriz oscarizada. "Los abrazos rotos" llega a las pantallas precedida de mucha expectación. Expectación es una palabra que para mí va unida a algo positivo, y lo digo porque con esa expectación positiva me he sentado el día del estreno a ver la película.
Los créditos del principio me gustan y rompen con el estilo del director que nos tiene acostumbrados a lucir a Juan Gatti en créditos de inicio tan bellos como el de "Mujeres al borde..." o "Tacones lejanos". Se desarrolla la acción y me gusta Blanca Portillo. La atmósfera en la que me sumerjo me recuerda por un momento a "La mala educación" y mi mente, que se mantiene positiva, hace todo lo posible por disipar tal horrible asociación.
Noto que mi positividad se relaja conforme la película se va desarrollando. Vamos a llegar a la mitad de la cinta y todavía no he visto ni un ápice de pasión. Todo es predeciblemente correcto, plano y llegando con esfuerzo a lo entretenido. Entonces la película comienza a contar la historia verdadera, el nudo es en realidad todo el film, y a partir de aquí, tal y como ocurre desde el principio a la mitad, la historia no nos dice nada más y parece que tan solo nos entretiene con guiños cinematográficos del director a películas que admira, ideas de guiones frustrados, remakes de sus grandes éxitos (Chus Lampreave de portera otra vez??) y un cortometraje metido con calzador hacia el final de la peli que se hace largo puesto que lo que el espectador espera en realidad es que se resuelva la trama principal, sí, aquella que sólo se muestra en el nudo.
El corto del final acaba y Lluís Omar entona la moraleja de esta última entrega de Pedro Almodóvar que ha titulado como "Los abrazos rotos" por no titularla "Perdonad que no tenga algo mejor que contaros, prefiero regocijarme en la mejor de mis peliculas hasta la fecha, Mujeres al borde de un ataque de nervios".
La película no pasa del aprobado pero todo gran fan suyo no podrá resistirse a subir hasta el 6 y decir así que está bien.
Abrazos para todos.
Los créditos del principio me gustan y rompen con el estilo del director que nos tiene acostumbrados a lucir a Juan Gatti en créditos de inicio tan bellos como el de "Mujeres al borde..." o "Tacones lejanos". Se desarrolla la acción y me gusta Blanca Portillo. La atmósfera en la que me sumerjo me recuerda por un momento a "La mala educación" y mi mente, que se mantiene positiva, hace todo lo posible por disipar tal horrible asociación.
Noto que mi positividad se relaja conforme la película se va desarrollando. Vamos a llegar a la mitad de la cinta y todavía no he visto ni un ápice de pasión. Todo es predeciblemente correcto, plano y llegando con esfuerzo a lo entretenido. Entonces la película comienza a contar la historia verdadera, el nudo es en realidad todo el film, y a partir de aquí, tal y como ocurre desde el principio a la mitad, la historia no nos dice nada más y parece que tan solo nos entretiene con guiños cinematográficos del director a películas que admira, ideas de guiones frustrados, remakes de sus grandes éxitos (Chus Lampreave de portera otra vez??) y un cortometraje metido con calzador hacia el final de la peli que se hace largo puesto que lo que el espectador espera en realidad es que se resuelva la trama principal, sí, aquella que sólo se muestra en el nudo.
El corto del final acaba y Lluís Omar entona la moraleja de esta última entrega de Pedro Almodóvar que ha titulado como "Los abrazos rotos" por no titularla "Perdonad que no tenga algo mejor que contaros, prefiero regocijarme en la mejor de mis peliculas hasta la fecha, Mujeres al borde de un ataque de nervios".
La película no pasa del aprobado pero todo gran fan suyo no podrá resistirse a subir hasta el 6 y decir así que está bien.
Abrazos para todos.
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