Esta película es una obra maestra dentro de su campo, el de convertir historias que podían haber sido cojonudas en una mierda bien gorda. La trama se desarrolla en un mundo destruido por una guerra que llegó a cargarse la atmósfera, la gente ha perdido su humanidad, la vida vale menos que un pagaré de Ruiz Mateos, un protagonista incorruptible y un malo que con el alma podrida... vamos lo típico. La historia pretende ser una mezcla de película de héroes, de vaqueros, con toques graciosos y con un mensaje moral que te deje boquiabierto. Pues bien, no consigue ninguna de ellas, te deja a medias en todo lo que pretende, vas con la idea de ver una película que te haya dejado patidifuso y cuando termina piensas: ¿Ya? ¿Pero esto que es? ¿Acaba así? Si no ha pasado nada...

Los personajes son totalmente planos, el protagonista (Denzel Washintong) es bueno buenísimo, una mezcla de Chuck Norris y el Águila Roja, lleva un libro que nadie más que él puede leer y todos lo buscan. La chica (Mila Kunis) que está muy buena y siendo una película postapocaliptica donde la humanidad ha perdido sus valores morales, esperas que salga en bolas, pues no, ni media teta se le ve. Y el malo es más vacío que las vitrinas del Compostela, trata de ser un tío enigmático y complicado y es más simple que el asa de un cubo y para colmo, ni se muere ni nada, acaba con lo mismo que ha empezado.

Pues al final el libro sobre el que trata la historia es una biblia, así que ademas de ser una trama de mierda, te meten un palo religioso católico así, sin darte cuenta. En resumen lo único bueno de esta película son las peleas y no todas, así que si vas a verla, mejor que estés psicologicamente preparado para 118 minutos de absolutamente nada.