Esta película se podría resumir así: un grupo de personas vestidas de militares, una de ellas sin un ojo, pretenden terminar con la vida de un tío con bigote que es muy malvado.
Esa sería una crítica muy a grandes rasgos, claro está, porque la situación requiere de algo más de explicación para alguien que no ha escuchado hablar nunca del holocausto nazi. Este film bajo mi punto de vista, está enfocado hacia un grupo determinado de consumidores del séptimo arte, aunque creo que para todos, en general, resulta interesante conocer una de las formas de cómo se intentó asesinar a un asesino.

Quizás no sea la mejor película de la historia, pero desde luego creo que sí ha sido un espejo donde muchas parejas se han visto reflejadas, con más o menos acierto. Se muestra la vida diaria de las parejas que llevan muchos años juntos y que, con el paso del tiempo, comienza la monotonía debido a la "dejadez" por parte de ambos. Esta película es una buena oportunidad para comprobar que en la vida hay que valorar y hacer sentir bien a la persona con la que compartes tu día a día, molestarse por saber qué siente y qué opina acerca de muchísimos aspectos y sobre todo tener en cuenta y aportar eses pequeños detalles diarios que hacen que la "chispa" del amor no se vaya apagando.

Una película que merece la pena ver, es completamente distinta a las demás y provoca una reflexión interior acerca de la vida. Brad Pitt interpreta un buen papel aunque resulta deprimente verlo en semejante estado físico. Los ambientes en los que se llevan a cabo las escenas no son numerosos por lo que resulta más fácil el seguimiento del argumento pero, no obstante, son perfectos para el desarrollo deste film.
La historia es bonita pero muy triste y al mismo tiempo provoca cierta empatía ya que todo aquel que la ve, supongo, se pone en el lugar del protagonista y hace que valores más la vida y la veas, al menos por un momento, con otros ojos.

3 buenas razones para ir a una sala para ver este film.
1ª. WILL SMITH
2ª. WILL SMITH
3ª. A pesar de lo cursi que pueda parecer a primera vista, el elenco de guiños melancólicos que se van produciendo a lo largo de la película, se van adueñando de nosotros haciendo que al final nos quede una sensación tierna y sensible de la realidad, pero nada más que un espejismo que se te pasa cuando sales de la sala y te llama imbécil la primera persona a la que empujas sin querer.
Moraleja: no existe nadie tan bueno, sólo es una película, pero me gusta.