Estoy realmente sorprendido de la incomprensión de un argumento cinematográfico cuando éste se sale de los estrictos canales de representación del cine comercial. No pretendo mostrar ningún tipo de superioridad intelectual ni nada por el estilo, pero no puedo imaginarme que a la gente le cueste tanto comprender el argumento de la película. En fin, allá va:

1. Los protagonistas de la primera y segunda parte SON LA MISMA PERSONA. En la primera parte vemos al personaje tal y como es: con incapacidad para comunicarse con su mujer, celoso y un perdedor, sin duda. En la segunda parte vemos al personaje tal y como querría ser (joven, atractivo y ligón). Sin embargo, sus inseguridades vuelven a aparecer conforme va avanzando esta segunda historia. El atractivo objeto de deseo se convierte en arpía, porque eso es lo que piensa de ella en realidad.

2. Robert Blake representa la locura, que invade al protagonista.

3. En la persecución final que los dos personajes son el mismo es algo evidente, pues tenemos que el joven se transforma en el músico que protagonizaba la primera parte.

Tan sencillo como eso. A disfrutarla.