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Críticas ordenadas por utilidad
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7.8
5,621
8
26 de abril de 2009
26 de abril de 2009
103 de 107 usuarios han encontrado esta crítica útil
La única forma de ver esta película es a través de un canal de clásicos en general o uno de películas españolas (que es donde yo lo he visto) y no puedo decir menos que supone un shock refrescante el verla.
Si bien está rodada en 1963, el paisaje social que retrata parece más bien el del Madrid de los primeros 50, con sus estrecheces y miserias de posguerra. Unas soberbias actuaciones van pergeñando una trama (Juan Antonio Zunzunegui) costumbrista más al estilo de Pío Baroja que al de Galdos.
La dirección de Fernán Gómez es firme y vigorosa, sin contemplaciones, generando una atmósfera gris y registrando en toda su crudeza la miseria de este país. Hay escenas realmente inesperadas e interesantes, como cuando la segunda hija vuelve a casa después de sus correrías de “pilingui”, y a medida que sube las escaleras, a cada escalón que sube, Fernán Gómez intercala imágenes de los recuerdos de su niñez, generando esa conocida sensación de vuelta a la infancia que siempre tiene la casa materna.
La miseria (en este caso, falta de dinero) supone una falta de combustible permanente en las vidas de estos personajes que los abocan hacia un final trágico.
Vista hoy, sigue manteniendo toda su potencia y, cuando la comparamos con el cine español actual, dan ganas de llorar por lo que hemos perdido.
No quiero dejar de pensar el coñazo que le daría a Fernán Gómez la censura (Aparecen en la película adulterios, robos, violencia doméstica, amancebamiento, meapilas beatos, etc.), y aún con eso, ha quedado un documento fundamental para acercarse a la miseria de la posguerra en este país.
No me corto un pelo, esto es una obra maestra de su autor, Fernando Fernán Gómez.
Si bien está rodada en 1963, el paisaje social que retrata parece más bien el del Madrid de los primeros 50, con sus estrecheces y miserias de posguerra. Unas soberbias actuaciones van pergeñando una trama (Juan Antonio Zunzunegui) costumbrista más al estilo de Pío Baroja que al de Galdos.
La dirección de Fernán Gómez es firme y vigorosa, sin contemplaciones, generando una atmósfera gris y registrando en toda su crudeza la miseria de este país. Hay escenas realmente inesperadas e interesantes, como cuando la segunda hija vuelve a casa después de sus correrías de “pilingui”, y a medida que sube las escaleras, a cada escalón que sube, Fernán Gómez intercala imágenes de los recuerdos de su niñez, generando esa conocida sensación de vuelta a la infancia que siempre tiene la casa materna.
La miseria (en este caso, falta de dinero) supone una falta de combustible permanente en las vidas de estos personajes que los abocan hacia un final trágico.
Vista hoy, sigue manteniendo toda su potencia y, cuando la comparamos con el cine español actual, dan ganas de llorar por lo que hemos perdido.
No quiero dejar de pensar el coñazo que le daría a Fernán Gómez la censura (Aparecen en la película adulterios, robos, violencia doméstica, amancebamiento, meapilas beatos, etc.), y aún con eso, ha quedado un documento fundamental para acercarse a la miseria de la posguerra en este país.
No me corto un pelo, esto es una obra maestra de su autor, Fernando Fernán Gómez.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
La historia se centra en una familia normal que reside en el barrio de Maravillas. La madre, piedra angular de la familia, trabaja como una mula para alimentar y cuidar a su familia, el marido es guardia municipal, ya se sabe, poco sueldo y mucho honor, con su máscara de cabeza de familia a duras penas llega a un personaje secundario en la familia. La familia se compone de tres hijos y sus distintos caminos del fracaso: la primera, Miss Maravillas de 1953, se casó mal con un desgraciado irresponsable que deambula por la vida tras un golpe de suerte que lo saque de la miseria (espléndida actuación de F. Fernán Gómez, lo mejor que he visto de él, para mí siempre fue mejor director que actor, y que Dios me perdone), mientras va haciendo colección de hijos y de miserias que la van envejeciendo y agriando paulatinamente. En el colmo de su impotencia, sabe que por no poder no puede ni venderse. Su hermana, viviendo siempre a la sombra de su hermana bella y honrada, ha generado a lo largo de su vida un profundo odio hacia ella que la aboca a intentar superarla en todo. Tras unos primeros intentos de casarse con alguien mejor que con quien se casó su hermana, se dedica a ser “segundo plato” de acaudalados hombres de negocios. Mediante ellos puede seguir ayudando a su hermana económicamente para así alargar su miseria y desgracia, ¡qué refinamiento provoca el odio!
El tercer hijo, es un seminarista fracasado que ni para cura valió, reprogramado como administrativo, meapilas incombustible, que sólo ha quedado para rezar y bendecir los alimentos.
Todos los personajes de la familia van generando una espiral de odio, violencia y maldad que los llevan irremisiblemente hacia un final trágico.
El tercer hijo, es un seminarista fracasado que ni para cura valió, reprogramado como administrativo, meapilas incombustible, que sólo ha quedado para rezar y bendecir los alimentos.
Todos los personajes de la familia van generando una espiral de odio, violencia y maldad que los llevan irremisiblemente hacia un final trágico.
7
25 de noviembre de 2007
25 de noviembre de 2007
77 de 79 usuarios han encontrado esta crítica útil
Para mí es de las mejores películas de Garci a pesar del problema fundamental que arrastra: es una película tan centrada en un momento concreto de la historia de España que se ha quedado trasnochada.
Pero yo viví aquello. El sueño dorado de 3/4 partes del Madrid de los 75-80 era tener una parcela en la sierra con un chalecito donde pasar los fines de semana. Desgraciadamente lo que empezaba siendo un escape y un disfrute para el fin de semana se convierte en un rutina que se aleja cada vez más de ningún disfrute.
Después de 90 minutos de comedia costumbrista al uso, llega el bofetón final: Alfredo Landa, en una de sus mejores actuaciones, descubre que toda su vida, su trabajo, sus esfuerzos, sus logros, sus sueños, sus sacrificios han ido en un camino equivocado, y lo que él creía que era progreso y proyección se han convertido en rutina y obligación.
Reto a que vean esta película las personas que hayan cumplido 40 años y hayan pensado alguna vez que no han sido capaces de alcanzar sus sueños de juventud a esta edad, y muy posiblemente ya no los alcancen jamás.
Estupenda película.
Pero yo viví aquello. El sueño dorado de 3/4 partes del Madrid de los 75-80 era tener una parcela en la sierra con un chalecito donde pasar los fines de semana. Desgraciadamente lo que empezaba siendo un escape y un disfrute para el fin de semana se convierte en un rutina que se aleja cada vez más de ningún disfrute.
Después de 90 minutos de comedia costumbrista al uso, llega el bofetón final: Alfredo Landa, en una de sus mejores actuaciones, descubre que toda su vida, su trabajo, sus esfuerzos, sus logros, sus sueños, sus sacrificios han ido en un camino equivocado, y lo que él creía que era progreso y proyección se han convertido en rutina y obligación.
Reto a que vean esta película las personas que hayan cumplido 40 años y hayan pensado alguna vez que no han sido capaces de alcanzar sus sueños de juventud a esta edad, y muy posiblemente ya no los alcancen jamás.
Estupenda película.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
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Evidentemente, la charla que tiene Alfredo Landa con María Casanova el domingo por la tarde es crucial en la película. En ella, Alfredo Landa reconoce que sus sueños de niñez son su fracaso de madurez. "Que m'he equivocao, coño, que m'he equivocao". El quemar el chalet es una visión optimista de Garci, que apuesta por un cambio de rumbo en la vida de los personajes.
Desgraciadamente, creo que la inmensa mayoría de los mortales llegan en algún momento de su vida a esta conclusión pero con la diferencia de que no queman el chalet y siguen conviviendo con su fracaso el resto de sus vidas.
Desgraciadamente, creo que la inmensa mayoría de los mortales llegan en algún momento de su vida a esta conclusión pero con la diferencia de que no queman el chalet y siguen conviviendo con su fracaso el resto de sus vidas.

7.0
2,731
8
28 de octubre de 2006
28 de octubre de 2006
44 de 48 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me encanta Loach. Es la última isla que nos queda en este apocalipsis del cine en el que se hacen tan solo dos o tres buenas películas al año. El título de la crítica obedece a que no es un cine divertido ni comercial ni nada por el estilo. El Loach que me gusta comienza por esta película, sigue con Lloviendo piedras, Mi nombre es Joe y La Cuadrilla. En ellas, se nos muestra una sociedad inglesa en decadencia, muy similar a todas las sociedades europeas de los países de la primera velocidad, donde pululan personajes muy poco atractivos para el público de butacón pero muy cercanos a nosotros, son los mismos que vemos todos los días al ir en tren o metro al trabajo, personas que trabajan, sufren para llegar a fin de mes, se enamoran, luchan y así se pasan toda su miserable vida, todo ello ante un gobierno decadente, corrupto, demagogo y lleno de imbéciles. A mí, personalmente, además de ver películas de Spielberg, Tarantino o demás "actualidades", de vez en cuando, me apetece ver una peli de Loach, para coger impulso en la vida, para pensar, para disfrutar de personajes con los que convivo todos los días.
Y sí, efectivamente, Loach es de izquierdas y no lo esconde, y es lo preciso para poder rodar este tipo de películas y que te llegen al corazón, y es crítico con su gobierno, que es la postura que debe tener toda persona inteligente en la vida, ser crítico con el gobierno que le manda al paro, que reconvierte las empresas donde trabaja, que le prohibe fumar, que no sea obeso, que haga deporte, que cobre una miseria cada mes, que no sea capaz de pagar una vivienda en toda su vida, que permite que se mate en su coche...claro que hay que ser crítico con cualquier gobierno, faltaría más.
Gracias Loach, no te dediques al parchís por dios, sigue haciendo películas para que disfrutemos lo que nos quede de vida, y al que no le guste, que no la vea coño.
Y sí, efectivamente, Loach es de izquierdas y no lo esconde, y es lo preciso para poder rodar este tipo de películas y que te llegen al corazón, y es crítico con su gobierno, que es la postura que debe tener toda persona inteligente en la vida, ser crítico con el gobierno que le manda al paro, que reconvierte las empresas donde trabaja, que le prohibe fumar, que no sea obeso, que haga deporte, que cobre una miseria cada mes, que no sea capaz de pagar una vivienda en toda su vida, que permite que se mate en su coche...claro que hay que ser crítico con cualquier gobierno, faltaría más.
Gracias Loach, no te dediques al parchís por dios, sigue haciendo películas para que disfrutemos lo que nos quede de vida, y al que no le guste, que no la vea coño.

7.2
5,634
8
17 de marzo de 2006
17 de marzo de 2006
35 de 40 usuarios han encontrado esta crítica útil
En efecto, se trata de teatro filmado. Nunca fue Peter Bogdanovich santo de mi devoción. Pero mira tú por donde aparece esta película en el año 1994 en Canal + y vuelvo a reirme como no lo había hecho desde la primera vez que ví "La vida de Brian" o "Toma el dinero y corre". Un humor simple y sencillo que arranca las risas del público desde el estómago. Repito, el mayor mérito habría que dárselo al autor teatral, Michael Frayn, pero hay que reconocer que Bogdanovich rueda como un auténtico profesional en este filme, y produce el mejor homenaje al teatro que se puede hacer jamás. Lo mejor de todo, los actores, sobre todo Michael Caine y Carole Burnett, pero todos están fenomenal.
David Lynch produjo para la televisión una serie, "On the air", por las mismas fechas que la película, cuyo capítulo piloto es una revisitación de esta película.
David Lynch produjo para la televisión una serie, "On the air", por las mismas fechas que la película, cuyo capítulo piloto es una revisitación de esta película.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
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Lo que más me gusta de la película es la construcción y desarrollo del guión en tres actos. Primer Acto: Ensayo General un día antes del estreno. Nos sirve para conocer y presentar a los personajes así como establecer a la perfección las complicadas relaciones entre ellos. Segundo Acto: El Estreno. A pesar de todos los pesares, la Obra se estrena bien y nos sirve para conocer cómo es la Obra original. Tercer Acto: Tras unos meses de gira, las relaciones entre los actores se han deteriorado hasta tal punto que la representación constituye un absoluto desastre. Este tercer Acto supone el clímax de la película, el espectador ha ido acrecentando el interés en la película de forma paulatina para terminar riendose a carcajada limpia en este momento. El sabor final es inmejorable.
1 de febrero de 2009
1 de febrero de 2009
17 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sorprende ver la puntuación media de la película (la misma que comedias del estilo Todos los hombres sois iguales y compañía, vamos, lo mismo). Debe ser porque..."las nieves del tiempo platearon mi sien" y el tiempo ha dejado su correspondiente lastre sobre la película, porque si no no lo entiendo. Los ingredientes los tiene todos: una obra original fantástica, de D. Miguel Mihura, un guión bastante bien adaptado por Fernán Gómez, bien dirigida, sin alardes puesto que se trata de teatro filmado, actores principales buenos, secundarios excepcionales, y multitud de guiños y detalles que no han pasado de moda.
No puedo dejar de destacar que los papeles de Alfredo Landa y Rafael López Somoza son de magisterio, y tampoco puedo dejar de decir que, después de 43 años, te sigues riendo en ciertas ocasiones.
Otro de los problemas de la película estriban en su multitud de representaciones paralelas. Recuerdo una miniserie de TV en los años 70-80, con Juanjo Menéndez y Victoria Vera que fue espectacular. Quien vio aquela serie no puede pensar en otra Ninette que no sea aquella Victoria Vera. La película última de Garci me la tomo como un homenaje a la obra original y nada más, salvo por la Pataki.
En definitiva, sin llegar a ser una obra maestra, merece un cierto respeto, y desde luego, mayor que el que merecen muchas comedias idiotas que hemos tenido que aguantar en el cine español desde que murió (cinematográficamente hablando) Berlanga.
No puedo dejar de destacar que los papeles de Alfredo Landa y Rafael López Somoza son de magisterio, y tampoco puedo dejar de decir que, después de 43 años, te sigues riendo en ciertas ocasiones.
Otro de los problemas de la película estriban en su multitud de representaciones paralelas. Recuerdo una miniserie de TV en los años 70-80, con Juanjo Menéndez y Victoria Vera que fue espectacular. Quien vio aquela serie no puede pensar en otra Ninette que no sea aquella Victoria Vera. La película última de Garci me la tomo como un homenaje a la obra original y nada más, salvo por la Pataki.
En definitiva, sin llegar a ser una obra maestra, merece un cierto respeto, y desde luego, mayor que el que merecen muchas comedias idiotas que hemos tenido que aguantar en el cine español desde que murió (cinematográficamente hablando) Berlanga.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Los guiños de la película son extraordinarios. El padre de Ninette, exiliado español tiene retratos de Pablo Iglesias (increíble para la época, verdad?), Lenin y Marx y Fernán Gómez le dice a Landa que no le gusta la casa, que con esos retratos y él que es de derechas...y le responde Landa: y a tí qué, si esta gente son de izquierdas pues son de izquierdas y se ha acabado...
La querencia por la polémica que "necesita" López Somoza llega a su culmen con la pregunta que le hace a Fernán Gómez: ¿usted es cocidista o fabadista? porque en esta vida siempre hay que tomar partido...fantástica frase que no ha pasado de moda 40 años después.
Es desternillante la idea general que sobrevuela por la película: un murciano va a París a desinhibirse y sacudirse todas las rémoras de su tierra natal, y gracias a la racanería de su mejor amigo y las artes amatorias de una francesita-españolita, el pobre no sale de una casa en un mes, ni siquiera llega a ver nada de París, salvo lo que ha visto desde la ventanilla del taxi cuando llegó... Pues nada, nota media un 6. Cojonudo, oiga.
La querencia por la polémica que "necesita" López Somoza llega a su culmen con la pregunta que le hace a Fernán Gómez: ¿usted es cocidista o fabadista? porque en esta vida siempre hay que tomar partido...fantástica frase que no ha pasado de moda 40 años después.
Es desternillante la idea general que sobrevuela por la película: un murciano va a París a desinhibirse y sacudirse todas las rémoras de su tierra natal, y gracias a la racanería de su mejor amigo y las artes amatorias de una francesita-españolita, el pobre no sale de una casa en un mes, ni siquiera llega a ver nada de París, salvo lo que ha visto desde la ventanilla del taxi cuando llegó... Pues nada, nota media un 6. Cojonudo, oiga.
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