Un obra maestra. Increíblemente bien realizada, los actores en papeles que bordan, el guión sorprendente hasta el final. Una película interesantísima que debe uno tener en casa para volverla a ver de vez en cuando.

Una de las mejores películas cómicas que he visto en mi vida. No es hiriente ni necesita ser grosera para hacer reir. Más bien me recuerda a un humor inteligente que en escasas ocasiones vemos en el cine. Es cierto que Brochant se ensaña con François Pignon pero no sale ileso. ¡¡¡Me encanta este humor francés!!!