Iba a ver esta película arrastrado por un historia sobre la maternidad. Nada más lejos. En el minuto uno en el que la película empieza a hablar de las cunetas de la guerra civil y lanza una crítica mordaz hacia Rajoy, se encendieron todas mis alarmas. Y no es para menos. La película es un despropósito de mensajes políticos y del ideario feminista imperante que poco aportan al nulo desarrollo de la trama. Haciendo que la película quede diluida en un chimichurri de escenas sin sentido alguno.

Vine a ver una película sobre la maternidad, y terminé viendo un mitin digno de podemos.

Solo se salva la actuación de Penélope.