“Amelie cambiará tu vida”. Sentencia afirmativa que previene al espectador del propósito de su creador, Jean Pierre Jeunet, de modificar con su trabajo nuestro enfoque diario de las cosas. Objetivo, pueden pensar algunos, temerario cuando lo que abundan son las producciones de elevados presupuestos y poco contenido, cuya finalidad ultima es la de entretener a los millones de espectadores que acudirán a las salas a pasar su tiempo libre. A pesar de ello, Jeunet lo consigue, sorprende e imparte una lección magistral sobre come hacer cine, y además del bueno.
Le Fabulex destin d’Amélie Poulain es la historia de una joven camarera de Montmartre, aniñada, tímida y con su propia opinión acerca del bien y el mal, que decide inmiscuirse en la vida de quienes la rodean para ayudarles a mejorar su existencia.
Barroca, romántica y muy surrealista Amélie es un puzzle con estética de cómic, picados vertiginosos, contrapicados, colores falseados, dominancia del verde y aceleraciones propias de los video clips. Estas son las herramientas utilizadas por Jeunet para completar su obra maestra formada por las pequeñas observaciones que este fue tomando durante años y hizo coincidir en el guión de esta película.

Después de una hora y media, Amélie cambia tu vida.