Violencia gratuita, sin mensaje social, sin crítica ética. La caza del hombre por el hombre, pero no mostrada como una crítica de lo que somos capaces de hacer, sino como supuesto lucimiento artístico y/o como puro entretenimiento. Y a la gente le encanta. Y a los críticos más. Nos vamos al garete. El crítico del ABC llega a tildar al personaje de Bardem, que deja a Hitler, Pol-Pot y compañía como hermanitas de la caridad, literalmente de "atractivo" (ese es el problema: que nos atrae el dolor, el sufrimiento y la sangre... ajenas, claro, y desde el sofá). El de Variety habla de "un placer total" (igual convendría practicar sexo algo más). El de Empire considera que los hermanos Coen han dado a la película "humanidad" (quizá se refiere a ese ser humano que lleva exterminando congéneres desde el origen de su existencia). Y ya, como colofón, Rogerbert señala que la película es "hermosa" (sí, sí, ¡hermosa!) y "magistral en elecciones morales" (tipo: no mates mañana a quien puedas matar hoy). Así que, sí, qué penita de humanidad. Ahora saldrán los "expertos" a decirme que no he entendido nada. Igual es que ya prefiero ni entenderos.

Muy original, eso sí. Tan original como insufrible. Pretenciosa. Nihilista. Arrogante. Pesada. Y con una ausencia total de cariño, y hasta de respeto, del director por sus personajes. Cuando se barajan cuestiones como la esclavitud, la violación y la tortura (física y psicológica) no vale la ambigüedad moral (al menos no a mí).

Cine comprometido y muy necesario. Brutal, triste, desgarradora. Para hacer pensar. Este es el mundo en que vivimos, y todavía peor (por más que algunos críticos hablen de que es exagerada, en realidad el retrato de la miseria absoluta está más bien edulcorado). Es el sistema que hemos construido. Es una película de obligada visión para todas aquellas legiones de personas, muchas bienintencionadas, que todavía piensan que los pobres lo son porque no se han esforzado lo suficiente, y que las obscenas diferencias sociales son justas recompensas al esfuerzo individual. Qué tremendo disparate, y qué peligrosa idea.

Nunca pensé que un película con un ritmo tan pausado me pudiera gustar tanto.
Y es que es precisamente ese ritmo, al menos en mi caso, lo que me atrapó de la película.
Los planos, los paisajes, hasta los sonidos, te transportan a ese plácido lugar.
La profundidad de los temas, la naturalidad con la que son tratados, la profundidad y realismo de los personajes (sin maniqueismos ni bellezas edulcoradas). Película más que notable.

Maravillosa. He disfrutado cada segundo, pese a su profunda crítica y sutil dureza: la historia, la humanidad de sus personajes, la atmósfera, el ritmo, la fotografía, las interpretaciones, la dirección, los diálogos, su profundidad disfrazada de cotidianeidad, su originalidad no impostada...
No sabía nada de esta pelicula (por lo visto fue candidata a los Oscar pero yo ni me enteré... de hecho parece más bien cine independiente) y ha sido una maravillosa sorpresa.