No soy muy fan de las películas de terror, siempre acaban cometiendo los mismos fallos: personajes planos, situaciones absurdas y tramas que se desarrollan de forma previsible. Aun así, reconozco que son capaces de provocar sensaciones que ningún otro tipo de entretenimiento es capaz, manteniéndote en un estado de tensión durante 90 minutos. Por eso, de vez en cuando, me da por ver alguna película de este tipo buscando alguna sorpresa que revitalice el género como en su día lo hicieron "Déjame entrar" o "REC".

"Un lugar tranquilo" encaja en ese grupo de películas. Sin embargo, la segunda parte se aleja de todo lo que diferenciaba a la primera y tira de un cliché trás otro, sin mantener la esencia de su precursora. Tienes la sensación de estar viendo una película que ya has visto cientos de veces. La buena dirección de la primera parte se diluye contando una historia que pierde todo el sentido con personajes que cambian de personalidad según le conviene al guionista.
Únicamente merece el aprobado por el prólogo, que te hace pensar que estás ante una buena pelicula. Pero nada más lejos de la realidad

Ante un thriller de terror fantástico, podemos diferenciar dos tipos de personas:
1. A los que les gustan las películas de terror cuando son intensas, absorbentes y están bien dirigidas.
2. Los que ven estas películas para detectar fallos de guion y situaciones inverosímiles.

Si aceptas ciertas licencias cinematográficas, entonces, apaga las luces, túmbate en el sofá y disfruta de "Un lugar tranquilo".
Te encontrarás con una dirección solvente que sumada a un buen sonido es capaz de crear situaciones de tensión alternadas con momentos emotivos. Es la historia de una familia que tiene que sobrevivir en un mundo postapocalítico a la pérdida de un ser querido, sin poder expresar sus sentimientos con palabras. Sorprende la habilidad de John Krasinski para mezclar todo eso en un film de terror en la que la cámara habla por sí sola, sin necesidad de verbalizar.

Si, por el contrario, esperas que una película de terror postapocalíptica tiene que ser realista, coge papel y boli y prepárate para redactar una lista interminable de situaciones que no pasarían en la vida real en caso de invasión alienígena.

Yo me considero del primer tipo.