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Críticas ordenadas por utilidad
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6.3
5,377
7
28 de abril de 2015
28 de abril de 2015
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Cómo enfrentarse al inicio de un director novel?. Y más cuando, proviene de otro mundo como es el cómic . Todos partimos habitualmente de referencias- personales o externas-, criticas, sugerencias y comentarios de otros afines o no a nuestros gustos. Pero a mi me apetecía ver la evolución creativa de un autor. Así que tras las excelentes críticas de su segunda obra -ganadora del festival de San Sebastian- decidí afrontar en vez de ella su antecesora para analizar su evolución.
Podríamos generalizar tipologías de autores noveles:
Aquellos que tras rigurosa meditación y análisis, llevan tiempo puliendo y trabajando su opera prima, lo cual le otorga un acabado más riguroso. Su continua reelaboración le otorga el poso de una maquinaria bien engrasada. Pero a su vez puede restarle una cierta frescura, la fuerza de un universo personal e imaginario ,esa magia inimitable que solo poseen algunos al margen de la mera técnica.
Los que surgen como un estallido, aunando brillantez y errores, pero aportando algo diferente que contar. Saben lo que quieren , aunque a veces no saben aun como hacerlo
Y de forma excepcional, estarían los que sin perder su frescura pueden dominar de forma intuitiva el medio desde el inicio ,como nacidos dentro de el, y a la vez mantienen la frescura de su universo interior único. Pero me temo que esa es una especie mítica o actualmente en vías de extinción.
Los que yo injustamente denominaré artesanos, presentan una primera obra de caoba y brillo deslumbrante, aunque a veces algo ausente de espíritu, los locos geniales en cambio deben ir aprendiendo la técnica y jugar a mantener mientras tanto su mundo fresco y personal. Pero la técnica habitualmente se aprende, y ese algo personal e intransferible es innato. Y así mientras jugaban en ese filo Almodobar, los Hermanos Cohen, Tarantino…..nos otorgaron durante años y un buen puñado de películas interesantes, frescura y una visión diferente de ese arte que amamos….y aunque dicen que todo lo bueno acaba a algunos siempre les otorgaré la duda y la esperanza.
Por eso me interesaba ver en que caso nos encontramos .
Ante todo podríamos definir su opera prima con “como hacer de tu capa un sayo“, o como convertir tus debilidades en fortalezas. Partiendo de un presupuesto casi inexistente-20.000 euros de su bolsillo -, con actores semiamateurs, casi sin decorados ni exteriores y mucha planificación estática se atreve a rodar una película en tres meses. Eso es valor y lo demás cuentos, solo por eso creo ya se merecería una oportunidad, y si además en vez de distribuirla convencionalmente lo hace alquilándola por Internet, apaga y vámonos.
Además , al margen de sus innegables irregularidades tiene un algo diferente. Si, es cierto puede que te extrañe, te mosquee incluso . Pero nadie puede negar que es algo diferente. Yo tarde dos visionados en decidir si solo me mosqueaba o también me gustaba, pero indudablemente me intrigó …y teniendo en cuente el crónico aburrimiento que mayoritariamente ofrece el cine comercial contemporáneo eso ya es algo.
Y lo hace utilizando sus dificultades como ventajas mediante tres herramientas: El guión, la cámara y el montaje.
Un guión que juega entre el costumbrismo, las conversaciones aparentemente banales y los toques negros;y con muchas mujeres que cargan con el peso de la película.
Una cámara que utiliza encuadres atípicos, diferentes, sugerentes; que a mi me recuerda a veces al fuera de encuadre y foco del expresionismo primigenio alemán- donde lo oscuro, lo diferente estaba fuera, no se enseñaba sino se sugería-; donde la cámara no enfoca al que habla sino que transforma al interlocutor en una duda. Donde los encuadres son parciales, cortados, con aristas, como los personajes no tan lineales como aparentan
Y el montaje, no secuencial, recordando al primer Tarantino y al Egoyan de “Exotica; donde las piezas van cayendo para completar el puzzle.
Aunque,como el autor dice, no hace falta contarlo todo; ni tener un final claro. La película es abierta en su trama, aunque no tanto como aparenta existiendo múltiples pequeños detalles, cabos sueltos que ir atando y que otorgan un cierto contenido e hilazón lógico a la presuntamente inconexa trama.
Y así cuando la veáis y salgáis interesados, mosqueados o ambas cosas …intentad ver Magical Girl y luego comparamos.
Jorge Cordero
Podríamos generalizar tipologías de autores noveles:
Aquellos que tras rigurosa meditación y análisis, llevan tiempo puliendo y trabajando su opera prima, lo cual le otorga un acabado más riguroso. Su continua reelaboración le otorga el poso de una maquinaria bien engrasada. Pero a su vez puede restarle una cierta frescura, la fuerza de un universo personal e imaginario ,esa magia inimitable que solo poseen algunos al margen de la mera técnica.
Los que surgen como un estallido, aunando brillantez y errores, pero aportando algo diferente que contar. Saben lo que quieren , aunque a veces no saben aun como hacerlo
Y de forma excepcional, estarían los que sin perder su frescura pueden dominar de forma intuitiva el medio desde el inicio ,como nacidos dentro de el, y a la vez mantienen la frescura de su universo interior único. Pero me temo que esa es una especie mítica o actualmente en vías de extinción.
Los que yo injustamente denominaré artesanos, presentan una primera obra de caoba y brillo deslumbrante, aunque a veces algo ausente de espíritu, los locos geniales en cambio deben ir aprendiendo la técnica y jugar a mantener mientras tanto su mundo fresco y personal. Pero la técnica habitualmente se aprende, y ese algo personal e intransferible es innato. Y así mientras jugaban en ese filo Almodobar, los Hermanos Cohen, Tarantino…..nos otorgaron durante años y un buen puñado de películas interesantes, frescura y una visión diferente de ese arte que amamos….y aunque dicen que todo lo bueno acaba a algunos siempre les otorgaré la duda y la esperanza.
Por eso me interesaba ver en que caso nos encontramos .
Ante todo podríamos definir su opera prima con “como hacer de tu capa un sayo“, o como convertir tus debilidades en fortalezas. Partiendo de un presupuesto casi inexistente-20.000 euros de su bolsillo -, con actores semiamateurs, casi sin decorados ni exteriores y mucha planificación estática se atreve a rodar una película en tres meses. Eso es valor y lo demás cuentos, solo por eso creo ya se merecería una oportunidad, y si además en vez de distribuirla convencionalmente lo hace alquilándola por Internet, apaga y vámonos.
Además , al margen de sus innegables irregularidades tiene un algo diferente. Si, es cierto puede que te extrañe, te mosquee incluso . Pero nadie puede negar que es algo diferente. Yo tarde dos visionados en decidir si solo me mosqueaba o también me gustaba, pero indudablemente me intrigó …y teniendo en cuente el crónico aburrimiento que mayoritariamente ofrece el cine comercial contemporáneo eso ya es algo.
Y lo hace utilizando sus dificultades como ventajas mediante tres herramientas: El guión, la cámara y el montaje.
Un guión que juega entre el costumbrismo, las conversaciones aparentemente banales y los toques negros;y con muchas mujeres que cargan con el peso de la película.
Una cámara que utiliza encuadres atípicos, diferentes, sugerentes; que a mi me recuerda a veces al fuera de encuadre y foco del expresionismo primigenio alemán- donde lo oscuro, lo diferente estaba fuera, no se enseñaba sino se sugería-; donde la cámara no enfoca al que habla sino que transforma al interlocutor en una duda. Donde los encuadres son parciales, cortados, con aristas, como los personajes no tan lineales como aparentan
Y el montaje, no secuencial, recordando al primer Tarantino y al Egoyan de “Exotica; donde las piezas van cayendo para completar el puzzle.
Aunque,como el autor dice, no hace falta contarlo todo; ni tener un final claro. La película es abierta en su trama, aunque no tanto como aparenta existiendo múltiples pequeños detalles, cabos sueltos que ir atando y que otorgan un cierto contenido e hilazón lógico a la presuntamente inconexa trama.
Y así cuando la veáis y salgáis interesados, mosqueados o ambas cosas …intentad ver Magical Girl y luego comparamos.
Jorge Cordero

7.8
44,858
7
2 de julio de 2023
2 de julio de 2023
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Animación...¿un juego de niños?
Tras varios intentos de ofrecer lo que la evolución de los géneros clásicos y perversión de dichos cánones ofrece el siglo XXI, me agrada presentaros nuestra primera película dentro del género de animación, que es posiblemente el que más está evolucionando y planteando ofertas más innovadoras tanto a nivel estético-formal como, en algunos casos, conceptualmente.
Y lo hacemos con, a su vez, un producto atípico, dado que no pertenece ni al clasicismo perpetuado eternamente por Disney-Pixar y todos sus actuales imitadores, ni al universo en constante ebullición del Anime-Manga Japonés, uno de los más efervescentes, desde el punto de vista creativo, con su unión a estéticas tribales (ciberpunk-gótica), música (J-pop, Electro) y su vinculación casi simbiótica con el actual comic-Manga.
Me hubiera gustado empezar con un homenaje al gran maestro de maestros y co-fundador de los estudios Ghibli (meca de la animación en los últimos 20 años ), Hayao Miyazaki. Lamentablemente, por diversas causas no pudimos traer ni La Princesa Mononoke ni El viaje de Chihiro (único film de animación ganador del Festival de Berlín), por citar dos de sus mas cercanas pero no únicas pequeñas maravillas. Así que en espera de la que ha anunciado será su obra de despedida, y tras ver el desastre protagonizado por su hijo con la pésima recreación de los “Cuentos de Terramar”. de Ursula K Leguin, nos quedaremos con esta pequeña joya atípica, Persépolis. Trabajo que muestra claramente lo que puede ser la animación, tanto conceptualmente como en cuanto a su interdependencia del comic, y a su vez nos señala que la animación, además de ser un genero, puede romper la frontera entre géneros y ser tambien “tan solo” un medio expresivo diferente para hacer cualquier tipo de cine. ¿O acaso el cine no es, a su vez, un medio tan capaz como la literatura, el teatro, la pintura o la música de contar/evocar historias y sensaciones?
Les dejo así con una obra alejada de los efectismos estéticamente grandilocuentes de Disney, cuya lectura oscila entre el cine político-denuncia y el cine de evolución-crecimiento de un niño, y cuya técnica, heredera del comic undreground, elabora con una belleza minimalista de planos superpuestos un universo deudor de la estética persa y bizantina (aunque en menor medida que otras animaciones “orientalizantes” que, como Azur y Asmar, trabajan más ese aspecto).
Y les ofrecemos esta película porque, ademas de sus virtudes estilisticas, hay historias que es necesario contar.
Jorge Cordero
Tras varios intentos de ofrecer lo que la evolución de los géneros clásicos y perversión de dichos cánones ofrece el siglo XXI, me agrada presentaros nuestra primera película dentro del género de animación, que es posiblemente el que más está evolucionando y planteando ofertas más innovadoras tanto a nivel estético-formal como, en algunos casos, conceptualmente.
Y lo hacemos con, a su vez, un producto atípico, dado que no pertenece ni al clasicismo perpetuado eternamente por Disney-Pixar y todos sus actuales imitadores, ni al universo en constante ebullición del Anime-Manga Japonés, uno de los más efervescentes, desde el punto de vista creativo, con su unión a estéticas tribales (ciberpunk-gótica), música (J-pop, Electro) y su vinculación casi simbiótica con el actual comic-Manga.
Me hubiera gustado empezar con un homenaje al gran maestro de maestros y co-fundador de los estudios Ghibli (meca de la animación en los últimos 20 años ), Hayao Miyazaki. Lamentablemente, por diversas causas no pudimos traer ni La Princesa Mononoke ni El viaje de Chihiro (único film de animación ganador del Festival de Berlín), por citar dos de sus mas cercanas pero no únicas pequeñas maravillas. Así que en espera de la que ha anunciado será su obra de despedida, y tras ver el desastre protagonizado por su hijo con la pésima recreación de los “Cuentos de Terramar”. de Ursula K Leguin, nos quedaremos con esta pequeña joya atípica, Persépolis. Trabajo que muestra claramente lo que puede ser la animación, tanto conceptualmente como en cuanto a su interdependencia del comic, y a su vez nos señala que la animación, además de ser un genero, puede romper la frontera entre géneros y ser tambien “tan solo” un medio expresivo diferente para hacer cualquier tipo de cine. ¿O acaso el cine no es, a su vez, un medio tan capaz como la literatura, el teatro, la pintura o la música de contar/evocar historias y sensaciones?
Les dejo así con una obra alejada de los efectismos estéticamente grandilocuentes de Disney, cuya lectura oscila entre el cine político-denuncia y el cine de evolución-crecimiento de un niño, y cuya técnica, heredera del comic undreground, elabora con una belleza minimalista de planos superpuestos un universo deudor de la estética persa y bizantina (aunque en menor medida que otras animaciones “orientalizantes” que, como Azur y Asmar, trabajan más ese aspecto).
Y les ofrecemos esta película porque, ademas de sus virtudes estilisticas, hay historias que es necesario contar.
Jorge Cordero
8
2 de julio de 2023
2 de julio de 2023
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Quiero proponer esta película por varios motivos:
Es un claro ejemplo de que casi todos los remakes son peores que los originales. Por ello debo reconocer que cuando mis adorados hermanos Cohen, con ese humor negro que les caracteriza, decidieron hacer una versión de Ladykillers dándole una oportunidad a esa pequeña joya olvidada, me ilusioné. Lamentablemente los resultados no fueron los esperados.
Esto nos hace volver a la original como muestra de una comedia arquetípica de la Ealing, Ejemplo de como una pequeña productora puede no solo hacer buenas películas con escasos recursos y ajustando tiempos de rodaje (a pesar del detallismo habitual de su director al que posteriormente llegaron a retirar de una película en Hollywood por tardón) sino crear un estilo propio de comedia y de cine enraizado en la sociedad británica al que ayudó a definir
Porque la Ealing, de la cual esta película es quizás la más conocida y su epitafio antes de que fuera adquirida por la BBC, demostró cómo se podían transformar pequeñas cosas en algo grande mediante unos recursos claros: un equipo técnico de la casa (muchos formados desde abajo), guion (con uso de la comedia para una cierta crítica social) y actores (tanto con sus secundarios corales como lanzando protagonistas; así descubrimos a un primer Peter Sellers o se lanza a la fama Alec Guinness con interpretaciones en 8 sentencias de muerte (con sus 8 papeles diferentes), El hombre del traje blanco, Oro en barras o esta Ladykillers) y respetando unos tópicos de cine de comedia agradable pero con un ligero toque entre costumbrista y social (Pasaporte a Pimlico, Whisky Galore, El hombre del traje blanco) con un cierta excusa de atracos (Oro en barras, Ladykillers) y siempre con un cierto toque negro de humor inglés (cuyo ejemplo más claro encontramos en 8 sentencias de muerte).
Un ejemplo de como la artesanía no contraría al arte a través de unos secundarios poco conocidos por entonces pero bien trabajados (Peter Sellers estaba en sus inicios en su papel de Tedy boy), la trama (mera excusa de un atraco, de comedia costumbrista pero con toques negros) y un director que pese a ser catalogado de perfeccionista, tradicional y artesano le da unos toques muy personales. (hay claros ejemplos de planos/encuadres que homenajean al cine expresionista: al Nosferatu de Murnau en la llegada a la casa del profesor, al Caligari en los cuadros y paredes desencajados en diagonal y al Mabuse de Fritz Lang en la actuación, poses, ropas y expresiones que evolucionan desde la contención al histrionismo del profesor).
Y finalmente está la adorable viejecita. Una extraordinaria Kate Johnson que como autentica abuelita de Piolín (aunque en este caso en vez de canario tiene loros), encandila durante toda la película costándonos imaginarla sin ella. Y eso que debido a las dudas por su salud y edad esta actriz secundaria solo obtuvo el papel cuando la actriz elegida, una joven a la que pensaban caracterizar de anciana, falleció repentinamente. Ella es el principal punto fuerte de la película y en cambio uno de los más flagrantes errores de la versión de los Cohen.
Puede que esta película no fuera la última comedia de la Ealing y que este género no fuera el único que cultivara (16 comedias de entre más de 60 películas en 21 años). Pero también es cierto que crearon un estilo muy personal de cómo hacer las cosas.
Además citando a su director A. Makendrick ”Personalmente, me siento muy atraído por la comedia, o mejor por un tipo determinado de comedia…Te deja hacer cosas que son demasiado peligrosas o que una cierta audiencia no puede aceptar”
Es un claro ejemplo de que casi todos los remakes son peores que los originales. Por ello debo reconocer que cuando mis adorados hermanos Cohen, con ese humor negro que les caracteriza, decidieron hacer una versión de Ladykillers dándole una oportunidad a esa pequeña joya olvidada, me ilusioné. Lamentablemente los resultados no fueron los esperados.
Esto nos hace volver a la original como muestra de una comedia arquetípica de la Ealing, Ejemplo de como una pequeña productora puede no solo hacer buenas películas con escasos recursos y ajustando tiempos de rodaje (a pesar del detallismo habitual de su director al que posteriormente llegaron a retirar de una película en Hollywood por tardón) sino crear un estilo propio de comedia y de cine enraizado en la sociedad británica al que ayudó a definir
Porque la Ealing, de la cual esta película es quizás la más conocida y su epitafio antes de que fuera adquirida por la BBC, demostró cómo se podían transformar pequeñas cosas en algo grande mediante unos recursos claros: un equipo técnico de la casa (muchos formados desde abajo), guion (con uso de la comedia para una cierta crítica social) y actores (tanto con sus secundarios corales como lanzando protagonistas; así descubrimos a un primer Peter Sellers o se lanza a la fama Alec Guinness con interpretaciones en 8 sentencias de muerte (con sus 8 papeles diferentes), El hombre del traje blanco, Oro en barras o esta Ladykillers) y respetando unos tópicos de cine de comedia agradable pero con un ligero toque entre costumbrista y social (Pasaporte a Pimlico, Whisky Galore, El hombre del traje blanco) con un cierta excusa de atracos (Oro en barras, Ladykillers) y siempre con un cierto toque negro de humor inglés (cuyo ejemplo más claro encontramos en 8 sentencias de muerte).
Un ejemplo de como la artesanía no contraría al arte a través de unos secundarios poco conocidos por entonces pero bien trabajados (Peter Sellers estaba en sus inicios en su papel de Tedy boy), la trama (mera excusa de un atraco, de comedia costumbrista pero con toques negros) y un director que pese a ser catalogado de perfeccionista, tradicional y artesano le da unos toques muy personales. (hay claros ejemplos de planos/encuadres que homenajean al cine expresionista: al Nosferatu de Murnau en la llegada a la casa del profesor, al Caligari en los cuadros y paredes desencajados en diagonal y al Mabuse de Fritz Lang en la actuación, poses, ropas y expresiones que evolucionan desde la contención al histrionismo del profesor).
Y finalmente está la adorable viejecita. Una extraordinaria Kate Johnson que como autentica abuelita de Piolín (aunque en este caso en vez de canario tiene loros), encandila durante toda la película costándonos imaginarla sin ella. Y eso que debido a las dudas por su salud y edad esta actriz secundaria solo obtuvo el papel cuando la actriz elegida, una joven a la que pensaban caracterizar de anciana, falleció repentinamente. Ella es el principal punto fuerte de la película y en cambio uno de los más flagrantes errores de la versión de los Cohen.
Puede que esta película no fuera la última comedia de la Ealing y que este género no fuera el único que cultivara (16 comedias de entre más de 60 películas en 21 años). Pero también es cierto que crearon un estilo muy personal de cómo hacer las cosas.
Además citando a su director A. Makendrick ”Personalmente, me siento muy atraído por la comedia, o mejor por un tipo determinado de comedia…Te deja hacer cosas que son demasiado peligrosas o que una cierta audiencia no puede aceptar”
7
28 de abril de 2015
28 de abril de 2015
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Critica realizada en el proyecto cine con otros ojos dentro del grupo de fomento cinemsatográfico otrosojos
Desde nuestro inicio hemos ido quemando etapas, introduciendo estilos, géneros y áreas de este arte-industria que amamos. Llegaron documentales, cortos, comedias, dramas sociales, la “temible“ V.O. y finalmente un género que me encanta: la animación. Comenzamos con Persépolis, y ahora damos un nuevo paso con El viento se levanta, que me ofrece la oportunidad de rendir tributo a la despedida del maestro de la animación japonesa contemporánea, Hayao Miyazaki, institución viviente del género.
Y es que en animación/manga existe un antes y un después del Estudio Ghibli, referente que pretendía ser un viento renovador del genero, dando la manija del proceso creativo al autor, permitiéndole elaborar tramas y personajes complejos, personales, sin impositivos y con una calidad grafica y de movimiento al margen de la mera economicidad del proceso productivo. Como solía decir Miyazaki durante el rodaje de La princesa Mononoke, “terminaré esta película aunque lleve a la ruina la empresa”.
En Occidente la opinión general era que el anime era “cosa de niños” hasta que llegaron obras como Akira y Ghost in the Shell. Posteriormente, que consistía en violencia vacua, forma sin contenido, hasta que llegan Miyazaki, Takahata, Kon y rompen con este estereotipo. Miyazaki con La princesa Mononoke y su León de la Berlinale (única película de animación que lo consigue) y el Óscar con El viaje de Chihiro. Su gran amigo y cofundador de Ghibli, Takahata realiza con La tumba de las luciérnagas una de las mas tristemente hermosas películas sobre las consecuencias de la guerra y Kon se adentra en un universo cada vez mas complejo y surreal con películas como Paprika detective de los sueños.
Miyazaki parte del clasicismo y conjuga amplias influencias orientales y occidentales del manga, la animación y la literatura. Bebe de clásicos como J. Verne, A. Robira, R.L. Stevenson y J. Swift, pero también del Steampunk retrofuturista y del folclore oriental y occidental. Trasluce la influencia tanto de Moebius y Shakespeare en el manga inspiración de su primera obra de autor, Nausicaä del Valle del Viento, como de la Odisea en el nombre de la princesa feacia que da nombre a la protagonista.
Pero hablemos ya de su definitiva despedida, porque esta vez va en serio: hace ya tiempo que cortejaba la idea de dejarlo, dado que el esfuerzo que le suponía la producción de una película con horarios de trabajo de 10 a 10 y control absoluto del proceso productivo estaba minando su salud. Pero la dificultad de encontrar un digno heredero le hizo postergar su retirada (Kon y Kondo parecían ser los destinados, pero sus repentinas muertes trastocaron los planteamientos, y Hosoda no congenió con su visión de la animación). Lamentablemente su edad y el hecho de estar prácticamente ciego hacen que esta sea su despedida y la del Estudio.
Se despide con una película con guiños personales que puede resultar atípica; si bien algunos de sus referentes clásicos permanecen, otros están algo ocultos. Además, algunos de sus planteamientos sacaron sarpullidos en quienes tenían una imagen prefijada de su personalidad. Todos conocemos al Miyazaki ecologista y pacifista que evoluciona desde el Marxismo a renegar del Partido por no compartir su visión rígida de la sociedad. Pero también hemos de observar a quien plantea la vida del diseñador de los aviones Zero en la II Guerra Mundial desde una visión tremendamente humana y contradictoria, obsesionado por crear belleza en un diseño ajustado a su función inconsciente de que sus “obras de arte e ingeniería” se arman y usan para matar.
Una película que parece renunciar al mundo fantástico tan habitual en el autor, pero en la que el mundo onírico se permea continuamente con la realidad creando una interesante mixtura. Un mundo donde algunos de sus arquetipos permanecen claramente y otros son sugeridos: el amor a volar y a los aviones antiguo , el choque entre el mundo antiguo y el moderno… Una película con fondos trabajados y hermosas imágenes, pero en la que destacan esos rasgos marcados que recuerdan a los Marco y Heidi de sus orígenes. Con grandes ojos y rasgos redondeados, aparentemente simples. Regreso al inicio, a la influencia que el Astro Boy del padre de los mangakas, Osamu Tezuka, y proveniente del amor a los dibujos de los Fleister -Bety Boop, Felix the Cat-tuvo en los posteriores a él.
Jorge Cordero
Desde nuestro inicio hemos ido quemando etapas, introduciendo estilos, géneros y áreas de este arte-industria que amamos. Llegaron documentales, cortos, comedias, dramas sociales, la “temible“ V.O. y finalmente un género que me encanta: la animación. Comenzamos con Persépolis, y ahora damos un nuevo paso con El viento se levanta, que me ofrece la oportunidad de rendir tributo a la despedida del maestro de la animación japonesa contemporánea, Hayao Miyazaki, institución viviente del género.
Y es que en animación/manga existe un antes y un después del Estudio Ghibli, referente que pretendía ser un viento renovador del genero, dando la manija del proceso creativo al autor, permitiéndole elaborar tramas y personajes complejos, personales, sin impositivos y con una calidad grafica y de movimiento al margen de la mera economicidad del proceso productivo. Como solía decir Miyazaki durante el rodaje de La princesa Mononoke, “terminaré esta película aunque lleve a la ruina la empresa”.
En Occidente la opinión general era que el anime era “cosa de niños” hasta que llegaron obras como Akira y Ghost in the Shell. Posteriormente, que consistía en violencia vacua, forma sin contenido, hasta que llegan Miyazaki, Takahata, Kon y rompen con este estereotipo. Miyazaki con La princesa Mononoke y su León de la Berlinale (única película de animación que lo consigue) y el Óscar con El viaje de Chihiro. Su gran amigo y cofundador de Ghibli, Takahata realiza con La tumba de las luciérnagas una de las mas tristemente hermosas películas sobre las consecuencias de la guerra y Kon se adentra en un universo cada vez mas complejo y surreal con películas como Paprika detective de los sueños.
Miyazaki parte del clasicismo y conjuga amplias influencias orientales y occidentales del manga, la animación y la literatura. Bebe de clásicos como J. Verne, A. Robira, R.L. Stevenson y J. Swift, pero también del Steampunk retrofuturista y del folclore oriental y occidental. Trasluce la influencia tanto de Moebius y Shakespeare en el manga inspiración de su primera obra de autor, Nausicaä del Valle del Viento, como de la Odisea en el nombre de la princesa feacia que da nombre a la protagonista.
Pero hablemos ya de su definitiva despedida, porque esta vez va en serio: hace ya tiempo que cortejaba la idea de dejarlo, dado que el esfuerzo que le suponía la producción de una película con horarios de trabajo de 10 a 10 y control absoluto del proceso productivo estaba minando su salud. Pero la dificultad de encontrar un digno heredero le hizo postergar su retirada (Kon y Kondo parecían ser los destinados, pero sus repentinas muertes trastocaron los planteamientos, y Hosoda no congenió con su visión de la animación). Lamentablemente su edad y el hecho de estar prácticamente ciego hacen que esta sea su despedida y la del Estudio.
Se despide con una película con guiños personales que puede resultar atípica; si bien algunos de sus referentes clásicos permanecen, otros están algo ocultos. Además, algunos de sus planteamientos sacaron sarpullidos en quienes tenían una imagen prefijada de su personalidad. Todos conocemos al Miyazaki ecologista y pacifista que evoluciona desde el Marxismo a renegar del Partido por no compartir su visión rígida de la sociedad. Pero también hemos de observar a quien plantea la vida del diseñador de los aviones Zero en la II Guerra Mundial desde una visión tremendamente humana y contradictoria, obsesionado por crear belleza en un diseño ajustado a su función inconsciente de que sus “obras de arte e ingeniería” se arman y usan para matar.
Una película que parece renunciar al mundo fantástico tan habitual en el autor, pero en la que el mundo onírico se permea continuamente con la realidad creando una interesante mixtura. Un mundo donde algunos de sus arquetipos permanecen claramente y otros son sugeridos: el amor a volar y a los aviones antiguo , el choque entre el mundo antiguo y el moderno… Una película con fondos trabajados y hermosas imágenes, pero en la que destacan esos rasgos marcados que recuerdan a los Marco y Heidi de sus orígenes. Con grandes ojos y rasgos redondeados, aparentemente simples. Regreso al inicio, a la influencia que el Astro Boy del padre de los mangakas, Osamu Tezuka, y proveniente del amor a los dibujos de los Fleister -Bety Boop, Felix the Cat-tuvo en los posteriores a él.
Jorge Cordero

6.9
13,134
7
12 de agosto de 2024
12 de agosto de 2024
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Humor finlandés… ¿Pero eso existe?
Hace ya tiempo que tenía ganas de proponer alguna película de Kariusmaky, ese autor de nombre impronunciable.
Tras dejarnos pequeñas joyas ocultas como El Habre o Crónica de un asesino a sueldo estaba esperando que goteara otra de sus pequeñas obras maestras. Hasta que por fin llegaron esas hojas que caen (Fallen leaves).
Una película aparentemente pequeña pero que cual huevo de Fabergé esconde un tesoro tras la última matriohska.
Una obra inclasificable:
¿Comedia? Lo es, pero menudo humor se gastan los finlandeses.
¿Romance? Es una preciosa historia de amor…si te gusta el vodka y los tugurios cutres.
¿Crítica social? Siempre está presente en su obra pero creo que en pocas muestra el lumpen social finlandés de forma tan explícita pero sin recrearse. Como algo natural del día a día que acompaña a los protagonistas en cada detalle mostrado.
Veremos así el efecto de los contratos de cero horas donde cada día no sabes lo que vas a trabajar ni cobrar y que cierto partido quería imponer aquí por influencia de su uso europeo. La precariedad laboral y social en que sobreviven los protagonistas donde el alcohol y la ironía parecen ser casi la única salida a la que están abocados. Donde los antros en los que el humo, el alcohol, los viejos posters y más viejas canciones acompañan al silencio solo levemente cortado por la ironía.
Pero también veremos que, la vida aun así, con sus imperfecciones algunas veces nos dirige a otra parte.
Porque más allá de esa precariedad tanto socioeconómica como de carencia afectiva puede haber ciertas soluciones
Porque algunas veces no sólo una imagen vale más que mil palabras sino que un silencio lo expresa todo y una radio encendida e incluso su apagado puede definir un momento. Donde las noticias pueden funcionar como una metáfora entre el conflicto externo y el personal; lo internacional como imagen contrastada de lo intrapersonal.
Porque lo que me fascinó junto a todas esas cosas es cómo el destino influye en nuestros actos y vidas.
Porque más que hojas otoñales arrastradas por el viento que las junta y separa de formas aleatorias y sorprendentes, los protagonistas son dos ríos a los que el destino de forma caótica y casual atrae y separa continuamente.
Así, el destino es realmente el factor siempre presente y nunca visible que les arrastra durante toda la película. Son dos figuras tragicómicas en su cotidianidad llevadas en alas de un destino casual e intrascendente.
Viven su cotidianidad asumiendo su vida desganadamente, sin cuestionarse aparentemente nada, en una precariedad hiperbólica que parece irreal pero que a su vez se nos hace creíble enmascarando la aparente ausencia de sentimientos bajo el umbral del alcohol o de la cotidianidad. Todo ello con una estética decadente y desfasada; sacada de gramolas, carteles de películas y grupos viejos. De silencios en bares entre jarras de cerveza sucias y comidas tan caducadas como sus vidas.
Porque de la suciedad Kariusmaky crea belleza, del desengaño y la tristeza una leve esperanza y de la aparente frialdad de un personaje hierático leves sonrisas y ternura a un nivel subyacente que puede recordar al Chaplin más moderno.
También quisiera recalcar que algunas veces lo sencillo en su pureza es también efectivo. No necesitas elaborados guiones con giros rebuscados, si no sencillos y efectivos. Puestas en escena y planos sin estridencias, pero meditados y que hacen exactamente lo que quiere narrativamente. Es el zen cinematográfico en su esencia contar sin resaltar, sin que se perciba casi, con primeros planos, elipses, silencios o los sonidos que nos acompañan de trasfondo.
Disfruten de la fría ternura finlandesa.
Hace ya tiempo que tenía ganas de proponer alguna película de Kariusmaky, ese autor de nombre impronunciable.
Tras dejarnos pequeñas joyas ocultas como El Habre o Crónica de un asesino a sueldo estaba esperando que goteara otra de sus pequeñas obras maestras. Hasta que por fin llegaron esas hojas que caen (Fallen leaves).
Una película aparentemente pequeña pero que cual huevo de Fabergé esconde un tesoro tras la última matriohska.
Una obra inclasificable:
¿Comedia? Lo es, pero menudo humor se gastan los finlandeses.
¿Romance? Es una preciosa historia de amor…si te gusta el vodka y los tugurios cutres.
¿Crítica social? Siempre está presente en su obra pero creo que en pocas muestra el lumpen social finlandés de forma tan explícita pero sin recrearse. Como algo natural del día a día que acompaña a los protagonistas en cada detalle mostrado.
Veremos así el efecto de los contratos de cero horas donde cada día no sabes lo que vas a trabajar ni cobrar y que cierto partido quería imponer aquí por influencia de su uso europeo. La precariedad laboral y social en que sobreviven los protagonistas donde el alcohol y la ironía parecen ser casi la única salida a la que están abocados. Donde los antros en los que el humo, el alcohol, los viejos posters y más viejas canciones acompañan al silencio solo levemente cortado por la ironía.
Pero también veremos que, la vida aun así, con sus imperfecciones algunas veces nos dirige a otra parte.
Porque más allá de esa precariedad tanto socioeconómica como de carencia afectiva puede haber ciertas soluciones
Porque algunas veces no sólo una imagen vale más que mil palabras sino que un silencio lo expresa todo y una radio encendida e incluso su apagado puede definir un momento. Donde las noticias pueden funcionar como una metáfora entre el conflicto externo y el personal; lo internacional como imagen contrastada de lo intrapersonal.
Porque lo que me fascinó junto a todas esas cosas es cómo el destino influye en nuestros actos y vidas.
Porque más que hojas otoñales arrastradas por el viento que las junta y separa de formas aleatorias y sorprendentes, los protagonistas son dos ríos a los que el destino de forma caótica y casual atrae y separa continuamente.
Así, el destino es realmente el factor siempre presente y nunca visible que les arrastra durante toda la película. Son dos figuras tragicómicas en su cotidianidad llevadas en alas de un destino casual e intrascendente.
Viven su cotidianidad asumiendo su vida desganadamente, sin cuestionarse aparentemente nada, en una precariedad hiperbólica que parece irreal pero que a su vez se nos hace creíble enmascarando la aparente ausencia de sentimientos bajo el umbral del alcohol o de la cotidianidad. Todo ello con una estética decadente y desfasada; sacada de gramolas, carteles de películas y grupos viejos. De silencios en bares entre jarras de cerveza sucias y comidas tan caducadas como sus vidas.
Porque de la suciedad Kariusmaky crea belleza, del desengaño y la tristeza una leve esperanza y de la aparente frialdad de un personaje hierático leves sonrisas y ternura a un nivel subyacente que puede recordar al Chaplin más moderno.
También quisiera recalcar que algunas veces lo sencillo en su pureza es también efectivo. No necesitas elaborados guiones con giros rebuscados, si no sencillos y efectivos. Puestas en escena y planos sin estridencias, pero meditados y que hacen exactamente lo que quiere narrativamente. Es el zen cinematográfico en su esencia contar sin resaltar, sin que se perciba casi, con primeros planos, elipses, silencios o los sonidos que nos acompañan de trasfondo.
Disfruten de la fría ternura finlandesa.
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