Esta película me ha recordado a esos capítulos de las antiguas series en las que aparecía un personaje popular o de otra serie para hacer un personaje episódico, y en cuanto abría la puerta, las risas (y aplausos) enlatadas estallaban en un jolgorio de varios segundos en el que parecía que al público le hubiese tocado la lotería. No hacía falta que hiciera nada; su simple presencia, su aura, parecía llenar de contenido la trama del capítulo.

Esa ha sido la sensación que he tenido en el cine al ver esta película en algunos momentos. Igual es suficiente para algunos, la llamada sensación de película evento, pero no para mí. Prefiero que los personajes tengan unas motivaciones justificadas para hacer tal o cual cosa o ir de un lugar a otro. Mientras veía la película, por momentos parecía que lo más importante era poner a unos personajes en un punto concreto sin importar la razón por la que estuvieran allí.

Le pongo un 5 porque es la nota que creo que merece (es entretenida y los efectos espectaculares), aunque reconozco que he tenido la tentación de poner una nota más baja al ver la inflada media que tiene. Y no soy hater de Marvel ni de las películas de superhéroes, pero es que hay que leer algunas cosas...

Resumiendo, si te pareció la leche el capítulo de El Príncipe de Bel Air en el que aparecía Steve Urkel, Spider-Man: No Way Home te va a parecer superior a El Padrino