Paris, es la segunda guerra mundial y los nazis están exterminando los judios franceses. En medio de todo esto vive un Sr. llamado Batignole con el que aprendemos que a veces es mejor que el mundo estuviera lleno de tontos con buen corazón que de listillos que lo único que hacen es perder y hacer perder al resto de la comunidad con sus acciones en la vida. Y claro está, en una guerra estos seres son los que más daño pueden llegar a causar.

Una historia preciosa y llena de sentimientos. No hay que olvidar que la película está basada en hechos reales (por lo menos la historia de los niños).

Creo que Wes Craven quiere cambiar de aires y para ello se ha cogido un avión con aires de thriller. La verdad es que no es lo suyo, reconozco que engancha en cuanto suben al avión. Pero eso es muy fácil de conseguir, ya que un avión en el que puede haber peligro da sensación de claustrofobia.

Lo bueno es que los protagonistas salvan lo malo de la película, sobre todo Cillian Murphy.

Lo malo es que esta historia se podía haber aprovechado de otra manera. No es la primera vez que se utiliza un avión como escenario en el cine y el listón en algunos casos está muy alto. Pienso que alguién de la altura de Craven debería de haber conseguido una mayor sensación de terror e incertidumbre.

No es tan mala, hay que reconocer que no es una película que pasará a la historia pero a los que nos gustán las películas del estilo "Bay" la experiencia es verdadermante grata. La historia es buena, trepidante y llena de efectos especiales.

Es un lujazo verles trabajar a los protagonistas juntos. Y la se merecen un notable con el trabajo de los dos.

Recomendable para todos aquellos que disfrutan con películas de ciencia ficción y muchos efectos especiales.

La dirección de la película es expléndida. Las escenas y sobre todo algunos de los encuadres son realmente inolvidables.

Hay que reconocer también el trabajo de Katherine Ross, además del de Dustin Hoffman y Anne Bancroft.

Es una crítica a la sociedad, pero no sólo de la actual sino a la de todos los tiempos. Es admirable la manera en la que Lars Von Trier nos hace sentir los sentimientos de Nicole Kidman, por cierto fabulosa, de esa manera tan original.