Channing Tatum, que empieza la película como el típico padre que se pierde el show de talentos de su hija (¿disfrazarse de bandera es un talento?) y que va a la Casa Blanca a solicitar entrar en el Servicio Secreto. Brillante. Y qué decir de James Woods y su personaje, que tras que su hijo muriera en una misión del Gobierno decide contactar con una guerilla paramilitar formada por unos extraños personajes ("No, no quiero tarta, soy diabético" es la frase estrella del jefe de los asaltantes) que fueron traicionados por su propio país para posteriormente pretender volar todo Oriente Medio con armas nucleares. Y otro gran detalle de guión, en apenas dos horas de película y un día real que se trata en el film se cambia de presidente tres veces, como si se eligiera delegado de clase. Y para acabar, hacer una reseña del final de la película. "El topo" que llega a ser presidente, el tercero de la película, y autorizar que se bombardeé la Casa Blanca se le presume una inteligencia para crear todo eso, inteligencia que desaparece en un instante en la última escena cuando a Channing Tatum se le ocurre decir "el presidente (Jamie Foxx) ha muerto" y a partir de ahí suelta todo su plan para que el bueno de James Sawyer, MUY FAN DE JJ ABRAMS Y LOST, salga por detrás y diga "eres un traidor". En ese momento tengan un paquete de pañuelos cerca.

Las protagonistas pasan de ser hermanas, a primas, casi cuñadas, y conspiradoras en potencia. Una magnífica aburdada.