Un virus que se transmite por contacto sanguíneo se expande como la pólvora en toda Inglaterra. 28 días despúes, los infectados, llámenlos zombies, iran en búsqueda de almas vivas para morderlas y expandir aun más la infección; los supervivientes iran en busca de una salida.

Película muy entretenida que sabe mantener la dosis equilibrada de gore y situación límite con una historia bien llevada. Sin excesos. Aunque la resolución final flojee, da la suficiente credibilidad global como para que pasemos un buen rato (con algun susto incluido).

Sus defectos técnicos, la lentitud de la acción y la superficialidad de ciertos temas (el amor, la adolescencia y sus cambios hormonales...), hacen sostenible verla para quienes se dejen llevar por la idílica idea de vivir en una isla comiendo plátanos y pescando en bolas, o tal vez, y ésta sí mejor, sea para ver los senos de Brooke Shields (aun sabiendo que fueran doblados por otra actriz mayor de edad).

Los traductores debieron estar de guasa titulando "El lago azul" ("The blue lagoon") cuando en realidad no hay ningun lago, sino más bien una laguna (y eso es lo que significa lagoon).