Como he dicho arriba, la película no se sostiene de ningún modo. Un todopoderoso resucitado Frieza, que tiempo atrás era vencido por el mismo Trunks, lucha contra Goku y Vegeta en nivel Super Sayan Dios, nada más y nada menos, y se las ven crudas para vencerle. Hablamos de un Frieza que en su última forma se parece más una burbuja Freixenet que a otra cosa. El villano, lúcido en su haber, se autodenomina a sí mismo como Golden Frieza, acercándose más a C. Ronaldo con su absurda prepotencia que al malvado personaje a que nos tenía acostumbrados.

Por otro lado, el hecho de que Goku sea vencido mediante un pequeño rayo láser puesto en manos del escuchimizado secuaz de Frieza deja mucho que desear, siendo lo peor de todo que el ansiado de venganza Golden Frieza lo tenía en mente desde un primer momento como plan alternativo en caso de no poder vencer a Goku.

Asimismo, no termino de entender que Bills y su ayudante resulten tan fuertes como débiles de estómgo. acuden a la Tierra sólo a comer sus manjares, de luchar nada monada.

En fin, quizás este sinsentido guste al fan incurable de Dragon Ball, pero a poco que se le pida coherencia y solidez a esta película estaremos acabados.

No buscando una crítica extensa, resumiría las bondades de este film en la facultad que presenta de mostrar una Alemania frágil, en la que su población ha tratado de olvidar el holocausto nazi, aunque quizas no de la mejor manera, esto es, cerrando los ojos y haciendo la vista gorda sobre personas que en época de guerra escogieron el bando nacionalsocialista y se regocijaron en éste.