Recuerdo que mi padre siempre me dice aquello de que la vejez es sinónimo de madurez, constancia, sabiduría, saber estar, templanza, etcétera, etcétera. Pues alguien debería
decírselo a Bruce Willis, actor que hizo su último buen papel allá por el 2005 cuando se estrenó Sin City. El film transcurre con energía y diversión, yo que sé, ¿Los primeros dos minutos?. Después es un total sin sentido de persecuciones, disparos y diálogos, tales como: "¿En Chernóbil aún hay radiación?" o ¿Chernóbil, Suiza, ese lugar tan bonito donde nieva y la gente esquía?. Puaj, a día de hoy, aun me produce indesgestión tales comentarios que parecen sacados de un Teletubbie enganchado a los opiáceos.
Conclusión:
Altamente irrecomendable

1. Amarás Prometheus sobre todas las películas.
2. No tomarás el nombre de Ridley Scott en vano.
3. Santificarás Prometheus visionándola por quinta, sexta, séptima vez...
4. Honrarás a la madre que parió de todos los actores.
5. No matarás a ningún guionista después de ver la película.
6. No cometerás actos impuros en una nave extraterrestre tripulada por un flautista.
7. No robarás a los productores.
8. No dirás falso testimonio ni mentirás sobre lo buena que es esta película.
9. No desearás cocinar un pulpo gigante a la gallega.
10. No codiciarás la pasta que se van a dejar en hacer la segunda parte.
Yo: Oh, Ridley, santificado sea tu nombre, creo que he pecado. ¿Cual será mi penitencia?.
Podría ser no sé, ver Alien, Blade Runner o Gladiator por décima vez, ahí si que te luciste.
Ridley: No, tendrás que ver la segunda parte sin un porro en la mano.
Yo:¡ Mierda!

Pobre adaptación de la leyenda de los 47 Ronin donde lo único salvable son algunas imágenes de lucha y algún paisaje que otro, eso si, retocado todo con ordenador. Personajes pésimos, carentes de expresividad alguna, sobretodo un Keanu Reeves que siempre interpreta sus papeles como si hubiese perdido las llaves de casa y no sabe que hacer, si llamar un cerrajero o ir a tomar unas cañas con los amigotes. Guión muy pobre con pocos giros argumentales. Con un final que me supo a agua, insípida, inolora, pero con un montón de colores. Señores mandamases de Holywood, productores, productores ejecutivos, co-productores,fotógrafos, guionistas, directores, responsables del catering y demás, dejad de hacer estas porquerías de películas. Aunque mirando por otro lado no sé si daros las gracias ya que cada vez que veo una película como esta, me paso un mes entero bajo la luz de mi lámpara de mesa con una buena cerveza y un libro todavía mejor.

Película que desde que se estrenó en España a día de hoy, que escribo esta crítica, ha recaudado 1.630.000 €.Toda una fortuna para casi todos los mortales. Pues lamento encarecidamente que no fuera 1.630.990 €. Con ello querría decir que yo me habría ahorrado 10 €, mis glóbulos retinales no habrían estado a punto de estallar y no habría perdido mi tiempo libre, el cual considero sagrado. La cinta comienza con un Riddick que parece cansado de si mismo, como si Vin Diesel estuviese aburrido de este papel. El personaje se pasea por un planeta cuyo nombre no quiero acordarme rodeado de hienas-galgo con mala leche y unos monstruos con forma de escorpión de un metro que acojonan menos que Iniesta. Según se desarrolla la película la trama va a peor, bueno si la tiene. Los personajes son horribles hasta decir basta, sobretodo un Jordi Mollá en un papel de villano acomplejado, tosco y sobreactuado. Con escenas de acción vergonzosas y alguna idiotez de su protagonista llega a un final totalmente esperado y poco original.
Total que le doy un dos porque hoy me siento generoso y los expertos la catalogan como película de serie B y bajo presupuesto. Aunque con las letras que hay en el abecedario yo le pondría serie W.