Sin haber visto Mártires aun, decidí sumergirme en Ghostland después de haber visto el póster que sugería todo lo que después se confirma en la película; la destrucción de un bello rostro. A diferencia de la mayor parte de criticas, considero que territorios conocidos abundan en esta película llena de crudeza, brutalidad y muy pocos descansos. La estructura de la casa donde ocurren los hechos y la fotografía en general recuerdan a casi todas la películas de terror que ocurren en una casa (Salvo en los descansos). La brutalidad y violencia gráfica recuerda a todas las películas gore y la trama simplemente deja claro que al director le cae bien David Lynch. Lo mas rescatable son las dos protagonistas, dos rostros perfectos al iniciar la película que poco a poco se degradan y generan una empatía excepcional, incluso cuando ambas demuestran personalidades totalmente diferentes.

No me malinterpreten, los aspectos típicos de diferentes géneros de terror que se ven en la película están muy bien estructurados y aunque la trama tiene algunos agujeros, Laugier sabe lo que esta haciendo y aprovecha cada detalle para perturbar al publico.