Vamos a ver rematamos una película con muchos fallos de guión, con una trama poco interesante, y un thriller flojo, con un final sacado un culpable bajo la manga, que apenas aparece 30 segundos en toda la película, y con una hermana que tiene más que suficientes indicios de saber que la hermana pequeña es culpable y no le recrimina nada, no siquiera por el perjuicio y dolor que ha infligido a la mediana. Tremendo disparo en el pie. Lo dicho solo le salva el plantel del reparto

Inverosímiles hay muchas cosas. Qué secuestren a la hija por mucha boda que haya, a través de la ventanadel baño de un primer piso o me da igual por donde fuera, personas que no estaban invitadas, el personaje de Darío de padre esperando que lo resuelva Dios, que el personaje de Penélope que tanto quiere al de Bardem le tenga oculto 16 años que el padre real es él y que sólo sea el argumento para que esté suelte la panoja... En fin mucho director bueno y mucho actor bueno y algún plano bonito, pero si la historia y el guión son malos no hay mucho que hacer, y el público en salas no perdona, por mucho que aquí se sea benévolo entre tanto cineasta entendido. Fracaso en taquilla, porque el boca a boca funcionara mejor

¿De verdad?

Es lo que digo cuando hay un fundido a negro, y ni se me ocurre pensar que ha acabado la película, solo me lo creo cuando veo aparecer los créditos.

Para explicarlo rápido, es como si coges cualquier película, cualquiera y una vez montada, el director dice, quiero que a mitad de película acabe y metas los créditos, ante la atónita mirada del montador.

Pues así es. Te quedas con las ganas, no de cómo acaba una trama, si no de cómo acaban las dos docenas que han abierto y trabajado durante las dos ***** horas de película.

Se ríen en nuestra cara, por no decir una cosa peor.