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7
7 de enero de 2011
7 de enero de 2011
13 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pues inocentemente pensaba yo que, con casi cinco horas disponibles de metraje, a los guionistas les podría dar por hacerlo medianamente bien y proveernos de una historia entendible no sólo para los especialistas en la materia. Hay ciertas cosas comprensibles en la irregular saga cinematográfica de Harry Potter (que únicamente pasará a la historia por sus logros económicos), libros muy largos con centenares de personajes con algo que decir y decenas de tramas secundarias que de ser sobresalientemente adaptadas a la pantalla se harían con muchísimas horas más de las que el espectador medio pudiera aguantar. Los recortes, mal que nos pese a los fans, son necesarios.
Y recortes así quedaron medianamente bien en "El prisionero de Azkaban" o "El cáliz de fuego", donde pese a la supresión de muchos aspectos de los libros había una historia entendible en líneas generales. Luego vino el fiasco de "La orden del fénix" (libro más largo-película más corta), y la remontada con "El misterio del príncipe". Y ahora llega la última, dividida en dos partes no por ser lo más fiel al libro posible (como se empeñan en decir sus responsables), sino en... bueno, ya nos lo imaginamos.
La película, por tanto, es malísima (no alcanzando el grado de podredumbre de "La orden del fénix", eso sí) en general, con algún par de momentos muy bien resueltos que rápidamente son aplastados por la siguiente escena mediocre. Los diálogos son terribles en su práctica totalidad, dejando todo a medio explicar y recitados siempre como con prisa antes de la próxima escena de acción (que nunca es nada del otro mundo, tampoco). Únicamente se salvan los citados momentos fugaces y el diseño artístico (constante en su calidad), brillando entre tanta oscuridad y tanta mierda.
Así las cosas, no le recomendaría esta película a nadie, pero nadie me hará caso. Las películas de Harry Potter son acontecimientos sociales de primer orden, y también yo, por muy cabreado que me haya dejado, iré a ver la última entrega. Y la jugada le saldrá redonda a los de Hollywood, aunque, ¿alguno albergaba dudas sobre ello?
Y recortes así quedaron medianamente bien en "El prisionero de Azkaban" o "El cáliz de fuego", donde pese a la supresión de muchos aspectos de los libros había una historia entendible en líneas generales. Luego vino el fiasco de "La orden del fénix" (libro más largo-película más corta), y la remontada con "El misterio del príncipe". Y ahora llega la última, dividida en dos partes no por ser lo más fiel al libro posible (como se empeñan en decir sus responsables), sino en... bueno, ya nos lo imaginamos.
La película, por tanto, es malísima (no alcanzando el grado de podredumbre de "La orden del fénix", eso sí) en general, con algún par de momentos muy bien resueltos que rápidamente son aplastados por la siguiente escena mediocre. Los diálogos son terribles en su práctica totalidad, dejando todo a medio explicar y recitados siempre como con prisa antes de la próxima escena de acción (que nunca es nada del otro mundo, tampoco). Únicamente se salvan los citados momentos fugaces y el diseño artístico (constante en su calidad), brillando entre tanta oscuridad y tanta mierda.
Así las cosas, no le recomendaría esta película a nadie, pero nadie me hará caso. Las películas de Harry Potter son acontecimientos sociales de primer orden, y también yo, por muy cabreado que me haya dejado, iré a ver la última entrega. Y la jugada le saldrá redonda a los de Hollywood, aunque, ¿alguno albergaba dudas sobre ello?
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
La(s) película (s) va(n) a ganar mucho dinero, qué duda cabe, y van a concluir la saga de manera previsible, esto es, mucha acción y fuegos artificiales (todos, eso sí, dejados para la entrega final). No habrá mucha más preocupación por el guión, como no sea por las "fantásticas" innovaciones del guionista de turno (oh, maravilloso el baile de Harry y Hermione). Los guionistas, eso sí, sabrán cómo dar los golpes de efecto necesarios para que al grueso del público les guste y emocione la película (todo hay que decirlo, la muerte de Dobby está mejor resuelta que en el libro), y la larguísima saga de ocho películas dejará un bonito (y fugaz) recuerdo.
Lo mejor: El diseño artístico, con el corto animado de "Las reliquias de la muerte" como absolutamente fascinante (y calcado al libro) representante de éste.
Lo peor: Pues prácticamente todo lo demás, aunque yo destacaría el horrendo guión y la vil maniobra comercial que supone la película total en sí.
Lo mejor: El diseño artístico, con el corto animado de "Las reliquias de la muerte" como absolutamente fascinante (y calcado al libro) representante de éste.
Lo peor: Pues prácticamente todo lo demás, aunque yo destacaría el horrendo guión y la vil maniobra comercial que supone la película total en sí.
17 de enero de 2011
17 de enero de 2011
12 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aquí tenemos otra de esas películas tan chulas, tan impactantes y tan sofisticadas que tienes que ver, amigo cinéfilo, sí o sí. Pues no.
Porque hay que fastidiarse, hay que cabrearse y hay que añorar el tiempo perdido tras haber tenido la desgracia de visionar una de las películas más tediosas y más insoportablemente pretenciosas de la historia. Trasfondo (siempre en términos de suposición): la supuesta adaptación de un cuento de Julio Cortázar (infinitamente superior) le sirve de excusa al Antonioni ese para encauzar sus paranoias y sus sucesivas caladas al porro, así como su temperamento "tranqui", en un largometraje hinchado y lento que ni él mismo sabe de lo que va. Que igual tiene que hacer otra película para conseguir explicarlo con claridad, admite el capullo, y todo.
Claro, que como el porreta tiene una elegancia innata, lo envuelve todo en una atmósfera peculiar y definida, bastante sobresaliente admitiré con desgana (el lugar donde sucede el asesinato, o no sucede, o lo que sea, es poderoso visualmente, de eso no hay duda), y como está a la última mete a un grupo de rock (los legendarios Yardbirds) en una escena ciertamente divertida. Y, para controlar un poco el cabreo que va a provocar (quizá por cubrirse las espaldas), acaba la película, poesía visual, experimento metacinematográfico o lo que sea, con una secuencia que inevitablemente fascina, y que te deja un regusto agridulce. Acabas la película bastante cabreado, y teniéndole más asco al director que al insufrible protagonista de la película (y eso es ciertamente un logro en cuanto a competitiva repugnancia).
Pero entonces hay que mirar el lado bueno, el suplicio ha concluido, y ahora podrás sumergirte en alguna otra película que de verdad merezca la pena, alguna obra maestra declarada con buen guión, o simplemente una comedieta más complaciente y, seguramente, mejor que la excelsa película vanguardista que acabas de sufrir.
Porque hay que fastidiarse, hay que cabrearse y hay que añorar el tiempo perdido tras haber tenido la desgracia de visionar una de las películas más tediosas y más insoportablemente pretenciosas de la historia. Trasfondo (siempre en términos de suposición): la supuesta adaptación de un cuento de Julio Cortázar (infinitamente superior) le sirve de excusa al Antonioni ese para encauzar sus paranoias y sus sucesivas caladas al porro, así como su temperamento "tranqui", en un largometraje hinchado y lento que ni él mismo sabe de lo que va. Que igual tiene que hacer otra película para conseguir explicarlo con claridad, admite el capullo, y todo.
Claro, que como el porreta tiene una elegancia innata, lo envuelve todo en una atmósfera peculiar y definida, bastante sobresaliente admitiré con desgana (el lugar donde sucede el asesinato, o no sucede, o lo que sea, es poderoso visualmente, de eso no hay duda), y como está a la última mete a un grupo de rock (los legendarios Yardbirds) en una escena ciertamente divertida. Y, para controlar un poco el cabreo que va a provocar (quizá por cubrirse las espaldas), acaba la película, poesía visual, experimento metacinematográfico o lo que sea, con una secuencia que inevitablemente fascina, y que te deja un regusto agridulce. Acabas la película bastante cabreado, y teniéndole más asco al director que al insufrible protagonista de la película (y eso es ciertamente un logro en cuanto a competitiva repugnancia).
Pero entonces hay que mirar el lado bueno, el suplicio ha concluido, y ahora podrás sumergirte en alguna otra película que de verdad merezca la pena, alguna obra maestra declarada con buen guión, o simplemente una comedieta más complaciente y, seguramente, mejor que la excelsa película vanguardista que acabas de sufrir.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Lo mejor: Los Yardbirds, el parque que desencadena la trama (por llamarla de algún modo) y la escena final de los mimos. Y no es que sea lo mejor, es que es lo único bueno.
Lo peor: Paso ya de malgastar más letras criticando esta mierda.
Lo peor: Paso ya de malgastar más letras criticando esta mierda.

8.4
36,766
8
19 de enero de 2011
19 de enero de 2011
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Y ya me gustaría, poseer su elegancia, su ingenio, su encanto, su sentido del humor... El personaje interpretado por George Sanders (y gracias al cual se llevó el Oscar), es de lo mejor de una película casi inmejorable, todo un clásico y un portento en cuanto a guión y actuación se refiere.
Un colosal libreto que perfila perfectamente a cada uno de sus protagonistas, en una historia casi coral, narrada en su mayoría en forma de flashback, siempre salpicada de diálogos y frases para el recuerdo enarbolados por personajes carismáticos tan queridos como odiados (sobre todo en cuanto a la misma Eva, engañosa víbora interpretada con efectividad por Anne Baxter). Una puesta en escena que te sumerge sin remedio en su trama, quizá algo alargada, y que acaba por apasionarte. Un plantel de actores envidiable, con el ya mencionado George Sanders , que saben cómo cautivar al público a la perfección.
Todos estos factores (más la música y el aura de clásico que posee indudablemente) redondean una obra maestra, una de las mejores películas de la historia del cine, a la que quizá sólo se le puede atribuir un fallo, comentado en el SPOILER. Salvo por eso, una auténtica película imprescindible, casi adelantada a su tiempo me atrevería a decir (con el recurso de detener la imagen y el cinismo y sarcasmo salvajes que exhiben en muchas ocasiones los diálogos), y que supone un paradigma sobre la ambición desmedida y el arribismo (recordándome un poco a "Match Point", curiosamente, aunque no en tales extremos como uno que no la haya visto pudiera pensar).
Un colosal libreto que perfila perfectamente a cada uno de sus protagonistas, en una historia casi coral, narrada en su mayoría en forma de flashback, siempre salpicada de diálogos y frases para el recuerdo enarbolados por personajes carismáticos tan queridos como odiados (sobre todo en cuanto a la misma Eva, engañosa víbora interpretada con efectividad por Anne Baxter). Una puesta en escena que te sumerge sin remedio en su trama, quizá algo alargada, y que acaba por apasionarte. Un plantel de actores envidiable, con el ya mencionado George Sanders , que saben cómo cautivar al público a la perfección.
Todos estos factores (más la música y el aura de clásico que posee indudablemente) redondean una obra maestra, una de las mejores películas de la historia del cine, a la que quizá sólo se le puede atribuir un fallo, comentado en el SPOILER. Salvo por eso, una auténtica película imprescindible, casi adelantada a su tiempo me atrevería a decir (con el recurso de detener la imagen y el cinismo y sarcasmo salvajes que exhiben en muchas ocasiones los diálogos), y que supone un paradigma sobre la ambición desmedida y el arribismo (recordándome un poco a "Match Point", curiosamente, aunque no en tales extremos como uno que no la haya visto pudiera pensar).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Lo mejor: El personaje de George Sanders y el guión.
Lo peor: El final, y éste es el fallo del que hablaba, me resultó demasiado reiterativo, y casi sin impacto. Los últimos diez minutos casi podría decirse que sobran, sino fuera por el fascinante plano, poético y de gran pericia técnica, con el que concluye la función. Estos últimos segundos suben enteros, pero no consiguen eliminar la sensación de que la escena sobra.
Lo peor: El final, y éste es el fallo del que hablaba, me resultó demasiado reiterativo, y casi sin impacto. Los últimos diez minutos casi podría decirse que sobran, sino fuera por el fascinante plano, poético y de gran pericia técnica, con el que concluye la función. Estos últimos segundos suben enteros, pero no consiguen eliminar la sensación de que la escena sobra.

7.1
68,649
7
24 de septiembre de 2011
24 de septiembre de 2011
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vaya personaje tiene que ser el señor Terrence Malick. Había leído tantas veces que si era "un poeta visual", que si un "visionario naturista", y tal y cual, que ya tenía curiosidad por ver si tal fama (en lo que a mí respecta, de aburrido y pedante) era merecida.
Y realmente creo que sí. Sin negar el oficio que indudablemente tiene, no siente el menor interés por entretener al espectador, o por zambullirle en alguna historia que no por más compleja sea menos entendible o disfrutable. A él lo mismo le da, entonces, que el grueso del público se aburra enormemente con sus películas. Como es un artista y eso...
Entre centenares de personajes (interpretados todos por actores reconocidos) a cada cual más desdibujado y redundante, Malick teje un relato, por llamarlo así, supeditado en todo momento a las voces en off más insufribles que he escuchado en mi vida, y no por redundantes sino por su condición artificialmente mística, perlas de ésas que ilustran la miseria y la grandeza de la vida y que acaban por resultar cansinas, incomprensibles y, sencillamente, ridículas. Y que, obviamente, no hacen avanzar la acción absolutamente nada.
Luego, un montón de subtramas que se van acumulando y que adolecen de falta de metraje (nueve horas duraba en principio la peliculita), y un interés que va directamente cuesta abajo acaban por no dejar un buen sabor, por más que (sí, hay cosas buenas), Malick sepa cómo apañárselas con las escenas de acción.
Puede quedar raro, pero el ataque a la colina supera, en mi opinión, al desembarco de Normandía de "Salvar al soldado Ryan". Con menos medios pero con un paisaje natural insuperable, Malick filma una secuencia digna de estudio en toda su extensión, rodada de un modo atípico y, por qué no decirlo, hermoso. Es admirable cómo procede de grabar a un soldado reventado por una granada a filmar el grácil revoloteo de una mariposa que pasaba por allí, por ejemplo. Y sólo por eso (y por otra secuencia posterior también bélica, de un muy conseguido tono trágico), la película se salva para mí.
Y realmente creo que sí. Sin negar el oficio que indudablemente tiene, no siente el menor interés por entretener al espectador, o por zambullirle en alguna historia que no por más compleja sea menos entendible o disfrutable. A él lo mismo le da, entonces, que el grueso del público se aburra enormemente con sus películas. Como es un artista y eso...
Entre centenares de personajes (interpretados todos por actores reconocidos) a cada cual más desdibujado y redundante, Malick teje un relato, por llamarlo así, supeditado en todo momento a las voces en off más insufribles que he escuchado en mi vida, y no por redundantes sino por su condición artificialmente mística, perlas de ésas que ilustran la miseria y la grandeza de la vida y que acaban por resultar cansinas, incomprensibles y, sencillamente, ridículas. Y que, obviamente, no hacen avanzar la acción absolutamente nada.
Luego, un montón de subtramas que se van acumulando y que adolecen de falta de metraje (nueve horas duraba en principio la peliculita), y un interés que va directamente cuesta abajo acaban por no dejar un buen sabor, por más que (sí, hay cosas buenas), Malick sepa cómo apañárselas con las escenas de acción.
Puede quedar raro, pero el ataque a la colina supera, en mi opinión, al desembarco de Normandía de "Salvar al soldado Ryan". Con menos medios pero con un paisaje natural insuperable, Malick filma una secuencia digna de estudio en toda su extensión, rodada de un modo atípico y, por qué no decirlo, hermoso. Es admirable cómo procede de grabar a un soldado reventado por una granada a filmar el grácil revoloteo de una mariposa que pasaba por allí, por ejemplo. Y sólo por eso (y por otra secuencia posterior también bélica, de un muy conseguido tono trágico), la película se salva para mí.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Lo mejor: Las escenas de acción, y el divertido entretenimiento que supone jugar al quién es quién con todos los actores famosos que salen (tipo las películas de Torrente, y no añadiré nada tipo "salvando las distancias")
Lo peor: Las voces en off, de lo más abiertamente pretencioso y fuera de lugar que he visto en mucho tiempo. Aparte de eso, que es muy aburrida y tal.
La escena: Es muy buena también la de la muerte de Woody Harrelson. Casi de humor negro.
La secuencia: Cuando masacran el poblado de los japoneses. Sin voces en off ni nada, Terrence Malick consigue transmitir eficazmente, por fin, el mensaje de la película.
Lo peor: Las voces en off, de lo más abiertamente pretencioso y fuera de lugar que he visto en mucho tiempo. Aparte de eso, que es muy aburrida y tal.
La escena: Es muy buena también la de la muerte de Woody Harrelson. Casi de humor negro.
La secuencia: Cuando masacran el poblado de los japoneses. Sin voces en off ni nada, Terrence Malick consigue transmitir eficazmente, por fin, el mensaje de la película.

7.1
77,359
10
27 de enero de 2011
27 de enero de 2011
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Curiosa película del no menos curioso David Lynch, un director con una habilidad única para sumir sus películas en atmósferas tenebrosas, oníricas y surrealistas, y para lograr que el espectador se vea sumergido en ellas, aterrorizándole, divirtiéndole, asqueándole... y fascinándole, en resumen.
Una vez más (como ya sucedió en la inferior, pero también recomendable, "Terciopelo azul"), la atmósfera, el envoltorio, es la clave del disfrute, obviándose el interés por contar una historia asequible y coherente. Bueno, de "Mulholland Drive" dicen que sí que tiene un elaborado argumento, de lógica interna y tocando incluso temas muy humanos y muy universales, los cuales pueden ser captados si ponemos toda nuestra atención y nuestra inteligencia a trabajar... En fin.
No nos engañemos. La película, si la enfocamos como un entretenimiento cualquiera (aunque, curiosamente, entretiene y mucho), no consigue que saquemos nada en claro, ni respuestas inmediatas (a no ser que luego miremos en Internet), y no creo que sea su intención. David Lynch se limita a fascinarnos, que no es poco, brindándonos un conjunto de escenas a la cual más surrealista y acojonante sin interés por que sigan cierta cronología o lógica narrativa. Se limita a desplegar, cinematográficamente, un sueño ante nosotros, a envolvernos en una atmósfera verdaderamente onírica en la que disfrutar de un espectáculo visual de primer orden. Y nadie ha sabido reflejar los sueños como él (y lo siento por "Origen").
Pasado ese poder visual, nos queda una peliculilla de argumento inexistente (en apariencia), diálogos que no van a ninguna parte (en apariencia) y personajes confusos y de extrañas motivaciones (en apariencia). Podría tratarse de un peñazo como "Blow up", pero David Lynch sabe cómo enganchar al público (y cómo dirigir y dotar de ritmo a una historia que no llega a brillar por su ausencia), y se distancia honrosamente del peñazo de Antonioni.
En resumen, una película que ha de ser vista sin ambición de entendimiento, que, simplemente, ha de ser vista y disfrutada, y punto. Luego, si ya quieres disertar sobre ella y ponerte a escribir ensayos y libros, pues el arte es así, puedes hacerlo.
Una vez más (como ya sucedió en la inferior, pero también recomendable, "Terciopelo azul"), la atmósfera, el envoltorio, es la clave del disfrute, obviándose el interés por contar una historia asequible y coherente. Bueno, de "Mulholland Drive" dicen que sí que tiene un elaborado argumento, de lógica interna y tocando incluso temas muy humanos y muy universales, los cuales pueden ser captados si ponemos toda nuestra atención y nuestra inteligencia a trabajar... En fin.
No nos engañemos. La película, si la enfocamos como un entretenimiento cualquiera (aunque, curiosamente, entretiene y mucho), no consigue que saquemos nada en claro, ni respuestas inmediatas (a no ser que luego miremos en Internet), y no creo que sea su intención. David Lynch se limita a fascinarnos, que no es poco, brindándonos un conjunto de escenas a la cual más surrealista y acojonante sin interés por que sigan cierta cronología o lógica narrativa. Se limita a desplegar, cinematográficamente, un sueño ante nosotros, a envolvernos en una atmósfera verdaderamente onírica en la que disfrutar de un espectáculo visual de primer orden. Y nadie ha sabido reflejar los sueños como él (y lo siento por "Origen").
Pasado ese poder visual, nos queda una peliculilla de argumento inexistente (en apariencia), diálogos que no van a ninguna parte (en apariencia) y personajes confusos y de extrañas motivaciones (en apariencia). Podría tratarse de un peñazo como "Blow up", pero David Lynch sabe cómo enganchar al público (y cómo dirigir y dotar de ritmo a una historia que no llega a brillar por su ausencia), y se distancia honrosamente del peñazo de Antonioni.
En resumen, una película que ha de ser vista sin ambición de entendimiento, que, simplemente, ha de ser vista y disfrutada, y punto. Luego, si ya quieres disertar sobre ella y ponerte a escribir ensayos y libros, pues el arte es así, puedes hacerlo.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Lo mejor: La atmósfera y, muy en conexión, la labor de David Lynch.
Lo peor: Nada en concreto, puesto que veo una estupidez quejarme de lo incomprensible del conjunto, o de la débil historia.
Las escenas: Hay muchas, todas fascinantes y dignas de ser disfrutadas una y otra vez. Los viejecitos terroríficos riéndose, el berrinche del tío que quería un café específico, la chapuza del asesino (tremendamente divertida), el monstruo tras la cafetería, el mal día del personaje interpretado por Justin Theroux, la escena de la caja azul... Todas pudiendo casi funcionar por separado, como distintos cortometrajes.
Lo peor: Nada en concreto, puesto que veo una estupidez quejarme de lo incomprensible del conjunto, o de la débil historia.
Las escenas: Hay muchas, todas fascinantes y dignas de ser disfrutadas una y otra vez. Los viejecitos terroríficos riéndose, el berrinche del tío que quería un café específico, la chapuza del asesino (tremendamente divertida), el monstruo tras la cafetería, el mal día del personaje interpretado por Justin Theroux, la escena de la caja azul... Todas pudiendo casi funcionar por separado, como distintos cortometrajes.
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